Estaban ya a mitad del entrenamiento cuando el Comandante mando que se detuvieran y empezaran el descanso para tener energía para la práctica especial que venía a continuación. Eso había extrañado a la mayoría pero aún así estaban bastante acostumbrados a los cambios de planes de la nada del adulto así que solo asintieron e hicieron lo dicho.
-Sakuma.-el chico de trece años se acercó al Comandante cuando este le llamo, dejando su comida bajo la vigilancia de Domon.
-¿Sí, Comandante?-
El hombre mayor le miró un momento en silencio antes de volver a hablar.
-Tengo una tarea especial para ti.-comunicó al joven-Y solo para ti.-reafirmo serio viendo como el chico asentía, entendiendo lo que quería decirle sin necesidad de decírselo con más palabras que las ya pronunciadas y la mirada dada capaz de ser captada por el del parche incluso a través de las gafas de sol del mayor.
-¿Cual es esa tarea, Comandante?-cuestiona serio y obediente el chico de trece años, con las conversaciones de sus compañeros de equipo de fondo.
-Quiero que entrenes para la creación de una nueva supertécnica, una que he creado para ti.-afirma el hombre sorprendiendo, aunque no se le notara, al más joven de los dos por sus palabras a lo que que este asintió.-Eso significa que entrenaras alejado de los demás, solo tú y tal vez Kidou o Genda para ayudarte en algún momento pero nadie más, ¿he sido claro?-
-Hai, comandante.-afirmo serio el del parche.
-Esta técnica se llama Pingüino Emperador, por el momento.-empieza a explicar el adulto-Es una supertécnica que supone un esfuerzo mayor del que has dado hasta el momento pero es necesario para que puedas añadir una fuerza y potencial mayor a tu tiro, lo suficiente como para que sea imposible o casi imposible detenerlo.-Sakuma iba asintiendo, atento y asimilando cada palabra que el adulto decía, haciéndose una idea mental de todo ello.- Primero debes llamar a los pingüinos y después debes hacer el tiro, con todas tus fuerzas. ¿Has entendido, Sakuma?-
-Hai, comandante. Así lo haré.-
-Cuando termines de comer, ve al otro lado del campo a entrenar, ellos se quedaran en este lado.-
-Sí, comandante.-
Asintió Sakuma antes de ser despedido del mayor y volviendo a donde estaban Domon, Genda y Kidou, no tardando en tomar su comida.
Poco después, ya terminado el descanso, el niño de trece años del parche tomó una bolsa con algunos balones de fútbol y la arrastró al otro lado del campo bajo la mirada sorprendida de sus compañeros.
-Comandante....-empezó a decir el capitán del equipo haciendo que Kageyama lo mirara junto con algunos de sus compañeros.-...¿por qué Sakuma se va a practicar solo?-
-Porque es lo que yo le he ordenado.-respondió el hombre adulto serio y algo frío sin dar lugar a discusiones.-Vosotros os quedadeis en este lado del campo, intentando sacar las nuevas supertécnicas que te he dicho.-
Kidou y Genda comparten una mirada, teniendo una conversación entre ellos sin necesidad de palabras, antes de que el de googles vuelva a mirar al comandante y asienta serio.
-Sí, comandante.-
-A ello, pues, ¿a que estáis esperando?¡Vamos!-ordena el adulto a lo que todos asienten y se van al campo a practicar.
Todo bajo la atenta mirada del Comandante.
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El Comandante y Su Delantero Estrella
RandomSakuma Jirou tenía siete años, casi ocho, cuando Kageyama Reiji apareció en su vida y la cambio para siempre.