Los días pasaron y el Torneo Nacional dio comienzo con todos los ojos puestos sobre ellos o al menos así lo sentían Kidou, Sakuma y Genda. Sentían la presión de que Teikoku llevará ganando treinta y nueve años seguidos encima, era como si el mundo entero les estuviera gritando que sí no ganaban, si no conseguían llegar a cuatro décadas, no merecerían seguir jugando al fútbol.
Era demasiada presión.
Pero eran soldados y pronto aprendieron a llevarla, a vivir con ella, a seguir las órdenes del Comandante como el ejército más peligroso.
Ser las bestias que cazaban a sus presas.
Como el Comandante quería.
______________________________
-¡El equipo de la Teikoku va ganando 3-2, contra la academia Caribbean! ¡ Ahora, en los últimos minutos del partido, el delantero estrella de la Teikoku, Sakuma Jirou sube cual bala rumbo a la portería contraria!-
Sakuma dirigió su mirada hacía el banquillo donde el Comandante le observaba asintiendo al encontrarse con su mirada, trayendo a su mente el recuerdo de la charla que habían tenido en el descanso, antes de la segunda parte.
Debes marcar con la nueva supertécnica
Pero Comandante, aún no está terminada....
...Es ahora o nunca, intentarlo en un partido más tarde sería peligroso para nuestra victoria. Debes llevarla a cabo.
Sí, comandante....
Confiado, el chico de trece años asintió esquivando con facilidad a los centrocampistas contrarios, haciéndole un paso a Daiki para así hacer lo propio con los defensas antes de que el balón volviera a sus piés.
-¡Sakuma está solo ante el portero!-
Y así es, para cierto terror del portero del equipo contrario.
-Es la hora....-susurró Jirou llevando dos de sus dedos, el índice y el dedo gordo, silbando en lo que levantaba lo máximo posible su piernas derecha.
Del suelo salieron unos pingüinos rojos, para asombro de todos los presentes incluso su propio equipo excepto por Kageyama, que no tardaron en ir hacía su piernas mordiendo y enganchándose en esta.
-¡Pignüino Emperador....-gritó antes de mover la pierna y chutar con todas sus fuerzas el balón-....nª1ª!-terminó de gritar viendo los pingüinos y el balón ir hasta la portería contraria pero por mucho que el portero lo intentó no pudo detener el tiro que terminó por meterle incluso a él en la portería.
-Buen trabajo.-
-¿Así que ya la ha completado, eh?-
-Eso parece....-
Más Kidou vio, ignorando todas las conversaciones, como Sakuma se encogía sobre si mismo apretando las manos en puños con fuerza.
¿Acaso ese tiro.....
-¡Y suena el pitido, fin del partido, la Teikoku gana 4-2 a la academia Caribbean, pasando así a la siguiente fase! No podía esperarse menos de la treinta y nueve veces ganadora del Fútbol Frontier Nacional.-
_____________________________
-Lo habéis hecho bien pero aún podéis mejorar. Aprender de Sakuma.-dijo el Comandante una vez estaban todos en el bus rumbo de vuelta a la escuela haciendo que todos miraran al delantero sentado en la primera fila, al lado de su capitán.-Ha superado sus propios límites para alcanzar la perfección, no espero menos de ninguno de vosotros.-
-¡Sí, comandante!-
Donde normalmente su mejor amigo se hubiese visto orgulloso y hasta arrogante por las palabras del adulto, Kidou notó que esta vez Sakuma a penas y parecía a verlas escuchado demasiado centrado en acariciar su pierna derecha como si...intentara que dejara de doler.
Eso le preocupaba.
-¿Te lastimaste en el partido?-
Su pregunta claramente sorprendió al menor, quien al fin le dirigió la mirada y negó.
-No, no te preocupes. Estoy bien.-
Pero que justo intentara parar de acariciar su pierna y pusiera una mueca de dolor al moverla, le dijo a Kidou que más bien era todo lo contrario.
-Sakuma....-
-En serio, no tienes que preocuparte, Kidou, no es nada.-
-No parece ser nada.-comentó algo más alto y al ver que eso llamaba la atención del Comandante volvió a bajar la voz.-Es obvio que te duele la pierna, puede que los demás no lo noten pero yo si. A penas puedes evitar hacer una mueca al moverla.-
El de pelo cían lo miró pero Kidou se mantuvo firma a lo que tras unos momentos de una batalla silenciosa, Sakuma suspiro y asintió, admitiendo así la verdad.
-Por favor, no se lo digas al Comandante.-
-Pero Sakuma sí estás herido....-
-Es la supertécnica, ¿vale?-le interrumpió el del parche, mirando un momento alrededor como para asegurarse de que nadie les estaba prestando atención antes de volver a mirarlo a él.-El llevarla a cabo me supone un esfuerzo tal que mis músculo parecen torcerse sobre si mismos creando un dolor agudo....pero puedo controlarlo.-
Incluso con los googles puestos, Kidou sabe que Sakuma puede ver su mirada tanto sorprendida como enfadada como preocupada por lo escuchado, sobre todo esto último.
-Sakuma....-
-Por favor, Kidou, te lo pido como amigo.-eso bastó para callar al estratega.
Durante unos segundos ambos mejores amigos estuvieron en silencio, solo mirándose hasta que Kidou suspiro y asintió para alivio del delantero.
-Gracias.-
-Pero sí veo que es demasiado, intervendré.-dijo, sin dejar lugar a respuesta a lo que Sakuma asintió.
-Esta bien, es justo.-
Sí al bajar del bus, Sakuma terminó por ir más atrás que los demás claramente, a menos para Kidou, escondiendo una pequeña cojera, nadie más se dio cuenta.
Ni el Comandante.
ESTÁS LEYENDO
El Comandante y Su Delantero Estrella
Ngẫu nhiênSakuma Jirou tenía siete años, casi ocho, cuando Kageyama Reiji apareció en su vida y la cambio para siempre.