¡Al Mundial!

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Sakuma se dejó caer hacía atrás sobre la colchoneta detrás suya con un suspiro de agotamiento.

-Y con esto hemos acabado, felicidades, Sakuma-kun.-dijo su fisoterapeuta con una sonrisa mirando al agotado chico adolescente, quién le miró con una pequeña sonrisa agradecida e ilusionada.

-¿Ya puedo volver a jugar al fútbol?-

-Sí pero ve poco a poco y recuerda hacer los ejercicios que hemos estado haciendo antes de que cada sesión al menos durante un mes más o todo habrá sido para nada.-fue la seria contestación del médico pero al ver asentir al adolescente de catorce años con confianza y seriedad una sonrisa volvió a su rostro.-Bien, pues entonces me alegra decir que está es la última vez que nos veremos.-

-¿Tan mal te caigo, Rey-san?-se burló el del parche no sin aprecio haciendo reír al joven adulto que le ofreció una mano que el más joven aceptó, para así ayudarlo a levantarse.

-Al contrario, eres mi favorito, te quejas muy poco aunque eres muy terco.-se burló de vuelta el veinteañero haciendo protestar al adolescente antes de que ambos rieran, divertidos.-Cuidaté ,¿sí, Sakuma-kun?-

-Hai, si, lo prometo.-aseguró el de pelo cían.

El mayor solo sonrió en respuesta.

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-¡Eso es genial, Sakuma!-

-Hai.-estuvo de acuerdo un sonriente Jirou escuchando a Genda hablarle por el móvil sobre como ahora podían jugar al fútbol, a su fútbol.

¡Nuestro fútbol fue derrotado, idiota!

-Eh....-

-¡Sakuma!¡Ey, Sakuma, ¿me escuchas?-le sacó de sus recuerdos la voz preocupada del portero ante lo cual no dudo en responder.

-Sí, sí. Te escuchó, estoy un poco cansado, perdona.-

-Esta bien....-Genda no sonaba muy confiado pero le dio el beneficio de la duda.-....ve a descansar entonces. Debes ir con cuidado.-le recordó cual madre preocupada haciendo sonreír al menor.-

-Lo sé y lo haré, te lo aseguro.¿Hablamos después?-

-Sí, ya te escribo yo.-

-De acuerdo. Adiós.-

-Adiós.-

Tras colgar, el del parche suspiró.

Por qué poco....

¿Es que Kageyama y sus fallos nunca iban a dejar de perseguirle?

Como para confirmar que no, no pudo evitar pensar en quién le había pagado todo el tratamiento haciendo posible que ahora pudiera volver a jugar al fútbol pero nuevamente alguien más le saco de sus pensamientos.

Esta vea alguien llamándole, un número desconocido.

-¿Sí? Sakuma Jirou al habla.-

-Sakuma, soy el entrenador Hibiki del Raimon.-

-Oh, hola.-eso le sorprendió, era la última persona de la que esperaba recibir una llamada.-¿Puedo saber a que debo el placer?-

-Por supuesto pero primero déjame decirte que me alegra saber que te encuentras ya en perfectas condiciones.

-Gracias.-dijo sinceramente.

-Bueno, te llamaba para pedirte un favor.-explicó el hombre mayor al fin sorprendiendo al chico.

-¿Un favor?-

-Sí, ¿te importaría venir el lunes a la mañana al Instituto Raimon? Es importante.-

El Comandante y Su Delantero EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora