La llegada a la secundaria había sido un cambio de 160 ª grados para Sakuma. No solo habían cambiado a otro edificio si no que el comportamiento ya militarizado de la Teikoku en primaria era mucho mayor en la secundaria.
Otras cosas que habían cambiado era, por ejemplo, el uniforme. Los colores oscuros, siempre verde y violeta con algo de negro, eran los obligatorios junto con un pantalón largo, de los susodichos colores, y una chaqueta que debías llevar sobre una camisa, preferiblemente negra, formal y elegante que poco o nada debía ser vista, exceptuando las épocas de gran calor que era una excepción.
Otro cambio significativo eran las amistades y el orden social.
Era como sí cuando más importante fueras para Kageyama y mejor representabas a la escuela, mayor era tu importancia.
El chico de pelo cían había notado eso sobre todo en su treceavo cumpleaños donde por primera vez desde que se conocieron, Kidou le había llamado "Sakuma" y no "Jirou-kun". Aunque es cierto que le había dolido, no había tardado en entender.
Ya no eran niño, incluso si eran mejor amigos ya no podían actuar como aquel entonces.
Aún así Jirou se había hecho al día a día, los cuales aún pasaba con Kidou...bueno, hasta ahora.
-Pero...¿donde se ha metido?-suspiró el chico del parche cargando su mochila tras levantarse y después ir a despedirse de la sensei.
Su mejor amigo había desaparecido a cuarta hora cuando un maestro había interrumpido la clase de inglés diciendo que venía a buscar a Kidou porque Kageyama-sama quería hablar con él.
Y ahora ya había terminado la sexta hora del día y Sakuma se dirigía al club de fútbol para la práctica del día.
La preocupación le carcomía pero Sakuma sabía que Kageyama no era un hombre paciente así que aunque quisiera no tenía tiempo para ir a buscar al de ojos rojos así que se fue al vestuario para cambiarse al uniforme del equipo. Una vez listo salió al campo donde ya estaban la mayor parte de sus compañeros.
-¡Ey, Sakuma!-
El delantero estrella del equipo entraba corriendo al campo, girando en última instancia hasta la portería a su derecha donde el portero titular del equipo se encontraba.
Genda, quién le había llamado, no solo era un portero increíble si no que había sido lo más cercano a un amigo que tanto Kidou como él habían hecho desde que se unieron al equipo. Claro, todos los respetaban, pero el chico con el uniforme de número uno había sido el único que se había atrevido a romper esa frontera entre compañeros y amigos.
Y, al igual que ellos dos, era un chico de primer año pero no de la misma clase que Kidou y él.
-¿Qué sucede, Genda?-cuestionó el del parche una vez estuvo al lado de este viendo como los otros delanteros ahora se dedicaban a otro ejercicio dejando les hablar.
-¿Donde está Kidou? Normalmente llega contigo.-
Sakuma suspira, y se encoge de hombros.
-No lo sé. Kageyama le llamó a cuarta hora y no volvió a clase tras ello.-le explicó al más alto.
Genda asintió, mirándole de reojo preocupado, antes de hablar cambiando de tema de forma obvia.
-¿Por qué no tiras a puerta? El torneo nacional está a punto de empezar y no podemos dejar que nuestro delantero estrella falle un tiro.-
Pero Sakuma lo permitió.
-Claro, además....¿fallar un tiro? ¿Cómo se atreve, señor?-bromea haciendo reír al otro.
-Demuestra me lo contrario, pues.-
-Ya verás.-afirma corriendo para alejarse y empezar el entrenamiento.
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Media hora después el hombre que es su entrenador y Kidou llegan al campo con el de rastas, para sorpresa de Jirou y compañía, llevando unos googles azules que le tapan sus hermosos ojos rojos.
¿Por qué?
En verdad no lo entiende.
Pero ya le preguntaría luego al de rastas pues ahora algo más que llevaba su amigo, esta vez en el brazo, le llamaba la atención.
-Chicos, os presento a vuestro nuevo capitán, Kidou Yuuto.-comenta aunque obviamente ya todos le conoce sorprendiéndolos una vez más pero dando sentido a su confusión.-Empieza el verdadero entrenamiento.-manda Kageyama firmemente al nuevo capitán.
-Sí, Comandante.-afirma serio el ahora chico de googles antes de dirigirse a todo el equipo.-¡Minna, nos dividiremos en dos equipos de cinco y haremos un partido de entrenamiento!-informó o más bien mandó Kidou antes de dirigirse solo a Genda-¡Genda, tú a la portería, jugaremos con un solo portero para ambos equipos!-informó y este hizo lo mandado.-El Torneo Nacional empieza en dos semanas ya , debemos estar listos.-
-¡Hai, capitán!-gritaron, serios, cual militares todos no tardando en dividirse en dos grupos.
Esta es su nueva vida.
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El Comandante y Su Delantero Estrella
DiversosSakuma Jirou tenía siete años, casi ocho, cuando Kageyama Reiji apareció en su vida y la cambio para siempre.