Mister D: ¡LA VUELTA DE LOS PINGÜINOS!

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Habían ganado a los Caballero de la Reina y los siguientes eran los Emperadores, la selección argentina.

Por ello es que ese día Kidou y Sakuma habían decidido saltarse el entrenamiento a cambio de hacer un entrenamiento conjunto individual,es decir, de ellos dos solos. 

-¡Remate....-

-.....Combinado!-

Esa era una de las muchas supertécnicas que habían practicado, había sido unas dos horas que ambos habían disfrutado sintiendose como antes, cuando eran tan inseparables que pensar si quiera en que Kidou fuera al Raimon sin el del parche parecía chiste.

Tras ello se dirigíande vuelta al albergue de Inazuma Japón cuando justo vieron a Fuduo delante de una limusina donde un hombre muy parecido al Comandante, pero en rubio, se estaba subiendo sorprendiendo a ambos mejores amigos.

-¿Ese es....?-cuestiona Sakuma recordando en ese momento el mensaje que le había llegado hacía unas semanas.

-Kageyama...¡Fuduo!-el de googles no tarda en ir a seguir al susodicho.

-Así que a eso se refería....-susurra para sí el de pelo cían antes de seguir al de rastas no tardando en unirse a su interrogatorio sobre el otro estratega del equipo.

Al no sacarle nada, ambos deciden ir a buscar a ver si encuentran a Kageyama sin éxito tras lo cual si vuelven al albergue.

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-¡Sakuma, Kidou, Fuduo, si no vais a hacer las cosas como se deben, podeís dejar el entrenamiento!-

Todos se sorprendieron ante las palabras del entrenador pero los tres susodichos asintieron a pesar de las quejas de Endou quedando Sakuma en el medio de una fila que empezaba con Kidou y terminaba con Fuduo quien le miró con una sonrisita llena de promesas antes de cruzarse de brazos y mirar hacía el otro lado dejando a un confundido Jirou mirándole un momento antes de apoyar su mano en su cadera y quedarse mirando el entrenamiento con los recuerdos del pasado dando vueltas en sus mente, en todos ellos estando el Comandante.

"  Te queda bien el nuevo estilo.

Gracias, comandante.

Al fin parece que el niño que reclute se ha convertido en el príncipe del infierno que siempre estuvo destinado a ser. Cuento contigo para darle una lección al Raimon, especialmente a nuestro traidor favorito "

" Felicidades, Sakuma. 

Comandante...

Estoy orgulloso de ti, sigue así. "

" Un chico tan astuto, tan fuerte, tan leal....-iba diciendo Kageyama levantando se de su asiento y acercándose a paso lento según decía cada letra al más joven presente.-...siempre sabiendo lo que es mejor para sus amigos, incluso cuando estos no se dan cuenta. "

Suspirando Jirou giró el rostro mirando a su mejor amigo preocupado.

Sí él estaba así, ¿cómo estaría Yuuto?

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¿Cómo habían acabado aquí?

A Sakuma le había caído bien el capitán de la selección italiana pero estaba claro que sus compañeros heridos no querían que unos jugadores de un equipo enemigo representaran a su país en un partido para elegir al equipo que acabarían representando a Italia de ahora en adelante en el torneo.

Y ahora aquí se encontraba a punto de enfrentarse al equipo llamado "Equipo Definitivo" o "Equipo D" para abreviar del Comandante, dirigido por la copia italiana de Kidou.

Demonio Strada.

-Muy bien, que empiece el partido, veamos quienes son los mejores.-afirmo uno de los jugadores de Mister D.

Sakuma estaba preocupado por las, en verdad, no claras intenciones de su ex Comandante sobre todo por como su mejor amigo parecía estar reaccionando a todo esto pero no podía hacer nada al igual que no podía fiarse de Fuduo, a quien miró serio y desconfiado haciendo que este mientras se iba a su lugar en el campo le mirara burlón.

Jirou aprovecho los pocos momentos que quedaban antes de empezar el partido para acercarse al de googles.

-Yuuto,ambos vimos como Fuduo se reunía con Kegayama, ¿verdad?-cuestiono a lo que ambos miraron al susodicho antes de mirarse y el de googles asentir, serio.-Entonces creo que no debemos pasarle el balón, no sabemos cuales son sus verdaderas intenciones hasta que muestre la cara.-era más una orden de lo que esperaba pero Yuuto la aceptó sin problemas.

-Esta bien.-

Tras ello, volvió a su sitio en la delantera justo antes de que sonara el pitido de inicio.

-¡Empieza el partido!-

El Comandante y Su Delantero EstrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora