Inazuma Japón había ganado el mundial.
Aún costaba creerse lo a pesar de los días pero era la verdad.
Habían ganado.
-¡Saku-chan!-
El delantero viró la vista encontrándose con Haruna quien sonriente se acercaba a su persona con Kidou siguiéndola de cerca, con una media sonrisa de diversión en el rostro. Espero pues el del parche a que la menor llegara a su lado.
-Por fin te alcanzamos, Saku-chan.-dice la de pelo azul mientras el viento que hay en el lugar, la playa al atardecer, hace que la capa del mayor de los tres y el pelo de los otros dos se mueva ligeramente.-No sabíamos a donde te habías ido hasta que Fudou nos lo dijo.-se quejo la gerente del equipo para diversión de los dos chicos.
-Me disculpo.-no tardó en decir el del parche en lo que Yuuto llegaba a donde estaban parados.-No pensé en que me buscaríais para algo, solo quería un poco de tranquilidad tras tanto ajetreo.-se explicó viendo como su mejor amigo asentía claramente en comprensión.
-Bueeeeno, esta bien. Disculpas aceptadas.-terminó por asentir sonriendo Haruna haciendo un pequeño puchero para diversión de los dos chicos presentes.
-Gracias, pero...¿para que me buscabais?-cuestionó curioso.
Ambos hermanos se miraron un momento antes de que Kidou le enseñará una carta que llevaba en la mano y la gerente le pasará otra carta a él, que tomó no sin cierta confusión.
" Querido Jirou,
Sí estás leyendo esto es que el karma ha decidido cobrarme todas las que me debía y ahora mientras lees me encuentro muerto. Sabes que no soy sentimental y que eso del cariño y demás no son cosas mías pero no dejo de ser un ser humano que ha vivido una vida bastante completa y que deja "seres queridos" atrás.
Entre los que tú te encuentras.
Por eso informarte que, al mes de mi muerte, esta carta terminara en tus manos pocos días antes de que mi testamento sea abierto. En el mismo he dividido todo lo que tengo entre Kidou, Genda, Aphrodi, Fudou y tú.
Una quinta parte de mi herencia te pertenece pero ya debes saber que conmigo nada es tan fácil.
Tengo una condición para que la recibas, esta en principio se la iba a dar a Kidou pero tras pensarlo detenidamente me di cuenta que la mejor opción eras tú.
La sabrás cuando abran mi testamento.
Adiós y hasta siempre, mi delantero estrella
K. R. "
Sakuma miró de la carta a los otros dos sorprendido.
-La mía es igual, creo.-le comentó Kidou al ver la misma expresión de sorpresa en el rostro de Jirou que había tenido él al leer su carta.-No me la esperaba, una última sorpresa del Comandante.-
-Es una forma de decirlo.-acordó el del parche, serio.-Este hombre tenía una manía con las cartas.-bufó, ahora más tranquilo y ligero, a lo que el de googles asintió dándole la razón.
-Claramente.-
Haruna miraba de uno a otro algo extrañada y confusa.
-¿Qué?-terminó por decir a lo que los otros dos se miraron antes de soltarse a reír-¡Hey, no os reíais, explicaros!-se quejó la gerente cruzándose de brazos solo para acabar terminando uniéndose a las risas de los jugadores.
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-¡Bienvenido a casa, Sakuma!-gritaron los jugadores de la Teikoku nada más el delantero llegó al entrenamiento matutino en el instituto el día siguiente de regresar a Inazuma, habiendo pasado ese día con sus madres, Kidou, Haruna, Fuduo y los padres de estos.
-Ey, ¿y yo qué?-se quejó el nuevo estratega y nuevo alumno de la Teikoku, Fuduo Akio, solo para ser ignorado por todo el equipo menos Genda que le miró como si sobrara haciéndole bufar.
Delicaditos.
-Muchas gracias, chicos, se siente bien volver a casa.-respondió Jirou mirando un poco preocupado a Fuduo pero sin poder decir nada antes de verse arrastrado a un montón de abrazos y felicitaciones por ganar el mundial.
-Sí, sí, sí, ¿podemos entrenar ya?-se quejaba el estratega.
-¡Callaté, Fuduo! Aquí no eres bienvenido.-Densuke dijo enfadado al chico nombrado.
-Basta ya, chicos, no debéis pelearos.-intervino Sakuma viendo que la respuesta de Akio no iba a ser "bonita" que se diga.-Somos un equipo, todos, Fuduo incluido. Desde este momento es miembro oficial de la Teikoku así que espero que los tratéis como tal.-terminó por decir el del parche mirando un segundo mal al defendido cuando Akio sonrió arrogante ante sus palabras.
-¡Pero Sakuma...!-
-Pero nada.-cerró la discusión el de pelo cían.-¿He sido claro o no?-
-Sí.-algunos dijeron, otros asintieron, en acuerdo al fina.
Genda, tras asentir, sonrió acercándose al del parche con algo en la mano.
-Nada más llegar y ya demostrando que solo tú eres digno de esto,...-y estiró el brazo abriendo el puño entregando así al delantero sorprendido el brazalete de capitán del equipo.-....capitán.-
-Genda....-dijo sorprendido, aunque no tanto, tomando el brazalete y mirando a todos, menos Fuduo, quienes le miraban sonrientes.-...chicos....gracias.-
-Quieres ponértela ya, Saku-chan...? Era obvio que tú ibas a ser el capitán.-bufó Akio rompiendo el momento y ganándose algunas malas miradas de sus compañeros y una divertida de Jirou, quien no tardó en ponerse el brazalete en el brazo izquierdo antes de mirar a su amigo y nuevo estratega del equipo.
-Awww. eso casi parece un cumplido, Fuduo.-se burló el capitán haciendo sonrojar levemente al susodicho y reír al resto de sus compañeros.-Venga, vamos, ¡a entrenar!-
-¡SÍ, CAPITÁN!-
Y a eso fueron.
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El Comandante y Su Delantero Estrella
RandomSakuma Jirou tenía siete años, casi ocho, cuando Kageyama Reiji apareció en su vida y la cambio para siempre.