¿Destinados? (Pintor Nocturno)

Capítulo 5

Yoon Seungho

Abro los ojos en medio de la obscuridad, no tengo pleno entendimiento de lo que ha pasado pero una sensación agradable me recorre el cuerpo cuando me doy cuenta que mis brazos se aferran al cuerpo de Nakyum, no se bien cómo es que terminó en mi cama, a mi lado. No me desagrada, de echo pienso que es algo bueno tenerlo tan cerca.

No entro en pánico porque tengo puestos los pantalones con cinturón y todo, así que es obvio que no intenté hacer nada extraño con él.

El último recuerdo de la fiesta, me ubica en el baño siendo atacado por una omega que no dejaba de liberar feromonas y me hacía tocarla entre las piernas. Se que debería decir algo como que eso fue muy excitante, pero no. Todo lo contrario, fue incómodo y me sentí aún peor cuando fui consciente de que Nakyum presenciaba la escena.

¿Qué pensaría sobre mí? Se haría una idea equivocada ¿Quedaría ante sus ojos como un alfa irresponsable que tiene sexo con cualquiera?

Me la quité de encima como me fue posible y salí con Nakyum ayudándome a caminar. Después de eso, nada. No hay mucho en mi memoria que pueda recordar, no sé como es que estoy sin camisa abrazándolo en mi cama, no sé como es que terminamos así y más importante... ¿Por qué no puedo dejar de hacerlo?

Llega hasta mis fosas nasales el olor de su shampoo, su piel huele bien y reconozco el olor del jabón de baño que he visto en la ducha, es muy agradable.

Ok, quizá sea un poco enfermo estar olfateando a mi amigo... Porque somos amigos de nuevo ¿Cierto?

Quiero creer que lo somos. No pierdo el tiempo pensando más, mejor lo abrazo más fuerte y me acomodo para seguir durmiendo.

*

La segunda vez que abro los ojos, ya es de día.

Me despiertan los ruidos que Nakyum hace mientras empaca sus cosas.

Me incorporo sobre mi cama sintiendo una pequeña punzada en la cabeza. Ni siquiera bebí tanto y se siente como si llevara dos días emborrachándome.

—¿Irás a casa? —le pregunto y lo sorprendo porque da un pequeño brinquito antes de voltear para mirarme.

—Pasaré el sábado y parte del domingo en casa de Heena, el lunes entregamos lo de la propuesta para el club de arte y tenemos cosas que detallar.

—Ah— para ser honesto, no quería que se fuera. Ya que es sábado, había pensado en llamar a mi mamá y decirle que me quedaría en la universidad sólo por esta vez. Pensé que podríamos ir a comer juntos y ver películas un rato, algo así como recuperar el tiempo perdido para seguirle haciendo preguntas sobre lo que hizo estos 8 años que nos hemos distanciado.

—¿A qué hora te vas? —me pregunta interrumpiendo mi decepción mental.

—Sólo me baño y voy a casa.

—Genial.

—¿Quieres venir a mi casa? — vamos, yo puedo. Segundo intento ¡En marcha!—. Le platiqué a mi mamá que nos habíamos reencontrado, ella te recuerda y esta como loca por la emoción de volver a verte.

—No puedo— se ve avergonzado y se pone de pie colgando la mochila sobre sus hombros—. Igual tengo grandes recuerdos de ella, dale un gran abrazo de mi parte.

Se que debería sonreír y fingir que no me decepciona ser rechazado por segunda vez, pero no se me da bien fingir en estos casos, o mejor dicho no se me da bien fingir frente a él porque con otros puedo hacerlo casi perfecto.

Hay un silencio incómodo en el que me mira y yo pienso en preguntarle sobre anoche. Es obvio que él tampoco quiere sacar el tema a colación, quizá lo abracé en medio de mi borrachera y lo sostuve tan fuerte sin permitirle escapar, tal vez esta enojado y esta pensando que soy una clase de acosador, o quizá simplemente no quiere mencionar el hecho de que dormimos juntos porque no fue importante para él.