El pasado 2

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Al llegar a su casa tomo un pequeño respiro, recordaba que su padre se iría y los abandonaría, recordaba a su madre destrozada, ¿Qué harían sin él?, él no lo sabía, pero ya era momento de averiguarlo, cuando entro, vio a su madre totalmente devast...

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Al llegar a su casa tomo un pequeño respiro, recordaba que su padre se iría y los abandonaría, recordaba a su madre destrozada, ¿Qué harían sin él?, él no lo sabía, pero ya era momento de averiguarlo, cuando entro, vio a su madre totalmente devastada lloraba sin detenerse, este solo se acercó a ella sabiendo lo que avía pasado, su padre ya no estaba... Él la abrazo fuerte, no quería ver a su madre de aquella manera, seguramente su padre ya abría llegado a su destino, la muerte de este era inevitable, ¿por qué cambio de parecer?, su madre le avía explicado lo que pasaba, sin mentiras, su padre no se iría a una aventura y los dejaría por voluntad propia, su alma sería robada en forma de pago, él se sentía tan arrepentido de sus palabras, las últimas palabras que le dijo a su padre fueron horribles...

Te lo dije, esto era inevitable

el solo abrazo lo más fuerte que pudo a su madre mientras lágrimas caían de sus mejillas, ¿dónde estaba Mugman?, él se encontraba durmiendo plácidamente en su habitación, no avía escuchado nada, solo se quedó dormido minutos después de haber llegado a su habitación junto a su hermano.

Los días pasaron rápidamente, su madre cada vez se encontraba peor, la ida de su amado, la avía destrozado por completo, no comía ni dormía, la pasaba todo el día en su habitación, el joven Cuphead tuvo que aprender a cuidarse solo desde la muerte de su padre, él se encargaba de mantener a su hermano feliz y cuidarlo. Todo siguió el mismo camino hasta que un día su madre se levantó de su cama y salió dirigiéndose a la sala, está con una gran sonrisa, le dio un beso en la frente a Cuphead y lo abrazo, Cuphead estaba totalmente feliz, su madre avía regresado a la normalidad, Cuptea se dirigió después de esto a la habitación del hermano menor, él con una gran sonrisa regreso a su habitación, estaba acomodando algunas cosas cuando escucho un ruido provenir de la sala...

BANG...

Después de este sonido todo quedo en un silencio sepulcral, este en un instinto rápido se dirigió a la sala donde se encontraría una imagen que sería grabada con fuego en su memoria, su madre estaba en el piso, su tasa se encontraba rota, avía un líquido de color blanco alrededor, si, esa era su alma, en su tasa se veía la herida de una bala; su alma se secó y se fue de ese lugar, dejando a un cuerpo de cristal en su camino, no podía contener sus lágrimas, su padre y ahora su madre, ¿qué haría sin ellos?, solo era un niño, no podría con tanto, este se acercó al cuerpo de su madre y lo abraso sin importarle que el filo de su tasa rota lo lastimase, sin importarle la sangre que corría de sus heridas, solo quería un último abrazo de ella, quería volver a ver esa sonrisa, sus cálidos abrazos ahora no eran más que fríos, él no quería pensar en eso, en que lo avía perdido todo, todo lo perdió en tan solo unos días, el pensamiento de cuando estaban todos juntos llego a su mente, esto le dolía... De pronto escucho un grito, era su hermano pidiendo que alguien fuera a su habitación, al parecer avía tenido una pesadilla, era cierto, no lo avía perdido todo, tenía a su hermano, rápidamente acudió a los llamados de su hermano menor, este se tranquilizó al verlo.

- C- Cuph tuve una pesadilla - decía entre llantos el pequeño.

- No te preocupes, yo estoy aquí contigo, yo te protegeré de cualquier cosa, te lo prometo - decía el joven cara de tasa mientras abrazaba a su hermano, ya tenía una razón más para ser feliz, el hecho de tener a su hermano lo hacía fuerte, tenía que serlo, ¿sino quién cuidaría a su hermano?, tenía que ser él, ya lo avía prometido.

No tardo más de una hora en llegar un viejo tetera, al parecer era el padre de Cuptea quien avía recibido una carta de ella explicándole lo que aria y lo que avía pasado, ella se iría, pero sabiendo que sus hijos estaban en buenas manos las cuales no eran las de ella, ella ya no podía cuidarlos bien y se sentía muy mal por ello hasta el punto de tomar tan radical decisión, su padre no dudo ni un segundo en correr a la casa de esta, desde que se casó no avía tenido más noticias de ella y no savia que tenía nietos, tenía una extraña mezcla de alegría y tristeza, su hija avía muerto, al llegar eso fue muy obvio, él quería llegar a tiempo para detenerla, pero ya era muy tarde avía llegado 1 hora tarde, solo pudo ver el cuerpo de su hija en el suelo de la sala de aquel lugar, las lágrimas no paraban de correr por sus mejillas hasta que visualizó una pequeña silueta aparecer entre las escaleras de aquel lugar.

- Quien es usted - se le escuchó decir con firmeza a un pequeño niño que era idéntico a su madre.

- Soy tu abuelo... - dijo Elder Kettle mientras se dirigía a él para calmarlo y explicarle todo de manera más tranquila, cuando él supo todo lo que avía pasado desde la boca de aquel niño no pudo evitar sentirse triste, se sentía triste por no haber llegado antes, mucho antes... Esos niños avían pasado por mucho, el mayor avía tomado el papel instintivamente de padre, cargando con todas estas emociones, con el hecho de saber que sus padres estaban muertos, con el hecho de haber visto a su madre morir. Mientras el menor era muy tímido, él avía visto, escuchado y sufrido cada pelea, ahora ese pequeño niño que alguna vez fue feliz le tenía miedo a cualquier sonido fuerte, no evitaba tener un gran miedo, le recordaba a las peleas, su mente las olvidaría con el tiempo, pero el daño ya estaba hecho, los hermanos avían quedado marcados de por vida... Enteraron a su hija de manera digna, llenaron de flores toda su tumba, ella se lo merecía.

El tiempo avía pasado, los dos niños se sentían felices junto al anciano, este los cuidaba y enseñaba muchas cosas, obviamente se mudaron a la casa del mayor, ninguno quería permanecer en esa casa en la que avían vivido tantas perdidas... Con el tiempo Cuphead se volvió el mismo de siempre, se metía en muchos líos al hacer travesuras por su isla natal, mientras tanto Mugman era un poco callado y tímido, pero eso no evitaba que regañara a su hermano por todas sus travesuras, cuando el viejo Elder dormía Cuphead tuvo una idea, ¿Qué tal sería ir al casino del diablo?

 Con el tiempo Cuphead se volvió el mismo de siempre, se metía en muchos líos al hacer travesuras por su isla natal, mientras tanto Mugman era un poco callado y tímido, pero eso no evitaba que regañara a su hermano por todas sus travesuras, cuando...

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Lo subí tarde como siempre XD, sé que dije que lo haría ayer, yo lo tenía preparado, pero se me olvido hacerlo

Espero les guste, chau uwu

~Mundos distintos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora