Luna sé testigo

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El toon no podía conciliar el sueño, se encontraba en la sala de su casa cuando alguien toco a su puerta, él se preguntó quien seria a esas horas de la noche, pero al escuchar esa tranquila voz lo supo, era el ángel

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El toon no podía conciliar el sueño, se encontraba en la sala de su casa cuando alguien toco a su puerta, él se preguntó quien seria a esas horas de la noche, pero al escuchar esa tranquila voz lo supo, era el ángel. Tan rápido como pudo se acercó a la puerta y la abrió, contemplar como aquel ángel le dio una cálida sonrisa y con una calmada voz le susurro algo al oído y puso sobre sus manos aquel frío metal que le erizaba la piel, sin preguntar ni pensar por mucho tiempo en lo que haría, fue rápidamente a un lugar en concreto, ese pequeño lago. Corrió y corrió tan rápido como pudo, estaba cansado, pero eso no lo detenía, tenía que llegar lo más rápido posible a ese lugar donde tendría aquel encuentro tan fuertemente deseado por él, el transcurso del tiempo paso tan rápido, sentía como el frío aire hacía que se estremeciera, no avía salido lo suficientemente abrigado, era su error, pero al ver esa figura pequeña cerca de ese lago todo su frío se fue, su corazón latió rápidamente, estaba inquieto, se sentía caliente, como si estuviera enfermo. Finalmente salió de sus pensamientos cuando su cuerpo choco fuertemente contra el suelo, al abrir los ojos pudo observar a aquel mestizo arriba de él mirándolo con odio.  

— Dame una explicación — Dijo firmemente mientras sacaba sus garras y las posicionaba cerca de la cara del toon.

— Eh — Dijo sin comprender todavía lo que estaba pasando — Espera un momento, primero que nada buenas noches, segundo ¿qué quieres que te explique?, además, ¿podrías bajarte de mí? — El ahora demonio gruño ante la petición del toon para posteriormente levantarse todavía estando en guardia.

— Cuphead realmente eres un estúpido, no puedo creer que ni siquiera sepas eso, bueno... ¿Últimas palabras? — Dio un suspiro — Ya cumplí mi promesa, no tengo más nada que hacer aquí, pero sabes qué?, me quedaré solo un poco para escucharte, adelante, sigue mintiendo tanto como siempre te ha gustado — Sus garras desaparecieron mientras él cruzaba los brazos esperando alguna palabra del toon, ya se sentía nuevamente tranquilo, solo tenía que escucharlo una última vez he irse, ya no le interesaba matarlo o dejarlo con vida, pero avía una voz...

Oh en serio lo dejarás ir sin luchar?, mátalo, definitivamente se lo merece

Por su cuerpo paso un escalofrío al escuchar aquellas palabras, ¿y si él lo atacaba primero?, él estaba totalmente inofensivo a un ataque en estos momentos, sus inseguridades siguieron hablando por si solas mientras el toon pensaba en que debería hacer para por lo menos conservar la vida y libertad que se le acababa de ser entregada finalmente. Los ojos del mestizo se enfocaron en el bosque, mirando atentamente un arbusto, tenía tanto tiempo sin cruzar la frontera, sus pulmones se llenaron con el interesante aroma a roble que avía por el lugar, podía escuchar claramente a los grillos y algunos murciélagos que pasaban por el lugar, por el enojo no pudo apreciar todo esto en el momento en el que vino, ya no recordaba esa hermosa luna plateada que se encontraba arriba de él, en su hogar solamente pudo ver aquella luna roja que alumbraba todo el infierno, era linda, pero no la podía comparar con la belleza que tenía la luna toon.

~Mundos distintos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora