Hay 4 mundos
4 Historias diferentes
4 Maneras de ver el mundo
4 Formas de reinado
4 fronteras que son de mal gusto cruzar
¿Estás listo para conocer estos cuatro mundos?
El mundo donde reina un ser que no se ve y pocos lo escuchan, su reinado es infu...
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La luz del brillante sol de la mañana iluminaba levemente su rostro, con un poco de pereza se removió en su cama hasta que una pregunta reveló su cabeza ¿desde cuándo en el invierno el sol es tan brillante?, al levantarse No pudo reconocer donde estaba, tenía un pequeño dolor en el abdomen, al observarlo pudo notar una herida que se estaba curando, intento hacer memoria del día anterior hasta que un toon en específico apareció en su cabeza, ¿fue él?, definitivamente él le hizo esto, no podía creerlo, la vergüenza lo estaba dominando más que el odio y el miedo, ¿que pensarían de el sí supieran que lo avía vencido un toon?, era algo inaceptable. Su rostro estaba completamente rojo de la vergüenza, sus mejillas le ardían y un pequeño sentimiento de intranquilidad recorría su cuerpo, observó detenidamente la habitación, era algo simple, paredes blancas, sabanas rojas y una pequeña mesa a su derecha, no podía pensar por mucho tiempo, tenía que irse de aquel lugar lo más rápido que su deteriorado cuerpo pudiera, se levantó de la cama dirigiéndose a aquella puerta de madera que se encontraba al frente de él, poso su mano sobre la perilla haciendo que la puerta se abriera, poco a poco fue bajando las escaleras de esa casa, que daba la apariencia de estar vacía, al mirar los alrededores se dio cuenta de eso, ni un solo ruido.
— ah — Se quejó al sentir como la herida se estaba volviendo a abrir, soltando en el proceso un poco de sangre, estaba completamente mareado, ¿que tenía esa puta espada?, estaba a punto de caer cuando alguien rápidamente lo sostuvo, al voltear su mirada pudo observar al toon, quien se veía preocupado — No me toques — Este empujo al toon, pero al no tener de donde aferrarse iba a caer nuevamente, pero el toon lo sostuvo.
— Hey, hey tranquilo — Trataba de mantenerlo con calma, pero esas simples palabras hicieron que el mestizo se enfureciera otra vez.
— Como quieres que me quede tranquilo cuando estoy en un lugar que no conozco, con la persona que intento matar a mis padres y casi me mata? — Él quería alejar al toon, pero su condición actual no lo dejaba, se encontraba adolorido, a pesar de haber sanado si hacia algo que requiriera mucho esfuerzo esta herida sería abierta al instante.
— Hey yo te pedí que peleáramos y aceptaste, además mi intención no era matarte —.
— Oh lo siento, entonces qué intenciones tenías al clavarme una puta espada en el pecho? — El toon se quedó callado por un momento, el mestizo solo dio un suspiro profundo antes de seguir hablando — Dime, ¿acaso quieres extorsionar a mi padre secuestrándome o alguna cosa así? — Pregunto a lo que el toon solo movió su cabeza de derecha a izquierda, negando esas palabras — ¿Entonces que querías hacer? — Su voz se volvió un poco más calmada, el aura de fortaleza del toon lo estaba tranquilizando sin darse cuenta.
— Pues... Solo quería ver cuanto has aprendido y la verdad me sorprende bastante que hayas mejorado tanto — Dijo con una sonrisa.
— ¿Entonces porque me tienes en tu casa? — El toon negó rápidamente.
— No tengas una idea equivocada, sé que fue una estupidez, pero yo no te tendría aquí sin tu voluntad, solo no te iba a dejar en el bosque en la noche con este estado — El mestizo acepto silenciosamente que el toon tenía razón, pero en primer lugar él fue el causante de su estado.
— Te juro que en la próxima pelea que tengamos no seré yo quien salga herido - El toon esbozo una pequeña sonrisa mientras el mestizo lo miraba con odio — Hey de que te ríes tu cara de tasa — Le dio un pequeño golpe en su tasa lo cual no detuvo la risa de su contrario — Te juro que antes de ser coronado te derrotaré y quien ría seré yo — Este se cruzó de brazos mientras el toon lo miraba fijamente.
— Quisiera ver eso, será mejor que practiques con alguna arma, eres indefenso sin una a pesar de tu poder — El mestizo lo miro nuevamente a los ojos tratando de encontrar el porqué lo estaba aconsejando a matarlo, ¿acaso no atesoraba su vida? — Hey, ¿quieres entrar? — Señalo su tasa — Estás tan malherido que no puedes caminar por tu cuenta, además allí podrías recuperarte mejor usando un poco de mi poder — El mestizo lo pensó por unos momentos antes de volverse tinta e ir subiendo por el brazo del toon hasta llegar a su tasa, en el momento en que su tinta se volvió uno con aquel líquido blanquecino que representaba el alma de aquel toon una seguridad inmensa se apoderó de él, no avía sentido esto en años, su corazón latió un poco al adentrarse completamente en aquella tasa que por fuera se veía tan pequeña, pero al entrar era tan grande, un suspiro salió de sus labios.
Sus ojos se cerraron poco a poco, ya sentía esa hermosa tranquilidad que le avían quitado junto a su inocencia, sintió como ese gran espíritu del toon lo tranquilizaba, ¿por qué se sentía tan bien?, sentía que no podía permitirse sentirse de esa manera cuando apenas avía perdido una batalla con un simple toon, pero sin darse cuenta se estaba quedando dormido, podía sentir como sus heridas se curaban lentamente, como los daños internos estaban mejorando y por un minuto, por unos segundos pensó en quedarse allí, en ese lugar en el que se sentía tan bien. Una voz le susurraba cosas lindas al oído, sí, era otra vez el espíritu de ese toon, siempre que se sentía mal y entraba allí, ese espíritu lo reconfortaba con palabras bonitas y un abrazo, nunca lo avía visto, ese espíritu era uno con el líquido de aquella tasa. El espíritu le cerro suavemente los ojos para que durmiera, cosa que le funciono, su mente estaba en blanco, de sus labios salió una última palabra incoherente antes de caer rendido en los brazos de Morfeo.
...
Aquel ser de cabellos blanquecinos se encontraba caminando por los grandes pasillos del castillo del diablo, asta que vio algo que le llamo la atención, ese demonio pelinegro que tanto se la pasaba con el mestizo al cual estaba ''ayudando''. Sin pensarlo por mucho tiempo se acercó con una cálida sonrisa a aquel demonio puro.
— Hola — Dijo alegremente. A causa de su repentina llegada, el demonio dio un salto para después darse la vuelta para observar al ángel puro que se encontraba frente a él.
— Oh hola... — Un pequeño sonrojo se hizo presente en sus pálidas mejillas, lo cual no fue desapercibido por el ángel, quien con una sonrisa pensó.
'' Oh gran luna, a pesar de no estar presente, ¿me estás dando una señal?''
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Perdón porque sea tan corto, el próximo trataré que sea más largo