Cinco Hargreeves regresa de 1963 con sus hermanos y encuentra un presente bastante aceptable y decide "retirarse".
Pero alguien está "cazando" a los de su especie y debe proteger a los últimos que quedan; ya que el mundo se está consumiendo a sí mis...
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Cinco
Entramos de una vez a la habitación Estrella y me acomodé en el sofá. Las invitaciones eran una especie de frasco de vidrio con unos dulces, nada deliciosos por cierto, y una pequeña tarjetita que Tini estaba terminando de escribir.
Me parecía ridículo todo eso, solo debiamos asistir al subsuelo dentro de dos noches y eso era todo. No hacía falta ninguna clase de invitación, pero Sloan y Martina creian que era una buena idea.
-¿Aun te parece una estupidez?
-La verdad si, ya todos sabemos cuando y donde será la boda.
-Pero esto va más allá del dia y el lugar... se trata de los detalles.
-Detalles que seguramente serán tragados por el Kugelblitz- dije sarcasticamente.- Pero como no es mi boda... no opino.
-¿Has pensado en tener una, alguna vez?- su pregunta fue completamente aleatoria y no sabía que responder.
-Pues... digamos que cuando era niño y vivía en la Academia Umbrella imaginaba como sería vivir mi propia vida. Y tal vez en algún momento me interesó eso de tener una familia, pero ya no es algo en lo que piense.
-¿Eso significa que no te gustaría enamorarte y casarte algún dia? Bueno, suponiendo que logremos detener todo esto.
-Tal vez no, creo que estoy destinado a estar solo- terminé de guardar los últimos dulces en los frascos.
-Nadie está destinado a estar solo, pero hay personas que lo eligen.
-¿Dices que yo elijo estar solo?
-Si- su firme respuesta me sorprendió.
-Tal vez, no es algo en lo que piense. Pero el mal caracter que tengo suele alejar a las personas que me rodean- me puse de pie y me dispuse a irme.
-No creo que las personas se alejen, creo que eres tu quien se aleja- me tomó del brazo y detuve mis pasos.- Como ahora, te alejas de mi justo cuando intento acercarme- sus mejillas se pusieron de un leve tono rosa y sus ojitos marrones me miraron fijo de una manera tierna.
-¿Por qué quieres acercarte a mi?
-Porque me importas, ya te lo dije- no sentí ni una sola pizca de ironía o sarcasmo en sus palabras. Sino todo lo opuesto.
-¿En serio lo dices? Pero, no tienes idea de la persona que soy ni de las cosas malas y horribles que hice. Si te contara seguramente- de pronto me interrumpió.
-No me importa quien hayas sido, solo me importa quien eres conmigo justo ahora- me sonrió y se acercó a mi.- ¿Me dejas pasar lo que nos quede de vida a tu lado, conociendote Cinco?
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