Sucio omega °|IwaKage

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Julio 25, 2022

- Universo: AU omegaverse.

Especificaciones: Au donde todos están en un colegio adroctinado en la supremacía alfa (exceso de negligencia escolar y violancia normalizada).

- Lemon: no.

- Advertencias: contenido sexual no consentido; los chicos de Seijou son una mierda, menos Iwa, Iwa es una masita; no es algo romantico en realidad, más bien platonico.

- Palabras: 6247.

- Dedicado a: Rocio_Written09.


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Narrador omnisciente.

Tobio sabía bien lo que debía hacer si quería salir ileso de esto, sabía lo que le pasaba a los omegas que no se comportaban y no estaba dispuesto a sufrir ese tipo de humillación; así que cuando Oikawa entró a su salón de clases ese día y le dijo que quería cortejarlo lo único que pudo hacer fue agachar la cabeza y asentir en silencio, aún si el cortejo eran cosas muy diferentes para él y la mente trastornada del alfa.

Día con día la vida para los omegas en esa estúpida academia era igual, los trataban como adornos, como trofeos; desde las innecesarias faldas cortas y medias largas de los uniformes hasta las clases de obediencia y sumisión; "Capítulo 1: cómo ser un buen omega" decía el libro, Tobio bufó exasperado odiando cada segundo de su existencia pero resignandose a su situación, recitando mudamente en su mente una y otra vez las palabras del texto "mantente callado y sumiso, callado y sumiso, callado y sumiso" mientras permitía que Oikawa le metiera la lengua hasta la garganta a medio pasillo y dejara su olor impregnado en él.

"Callado y sumiso", la siguiente vez estaba siendo arrastrado por el alfa fuera de la escuela hasta una especie de edificio abandonado de un bar a medio construir, donde él y su séquito de alfas imbeciles pasaban sus tardes.

"Callado y sumiso" se convirtió en su mantra cada vez que el olor a alcohol, drogas y quién sabe qué otras sustancias se revolvían en sus fosas nasales con todas esas feromonas alfa que le provocaban ganas de vomitar.

"Callado y sumiso" cada día, cada hora, cada segundo de su existencia.


(...👑...)


Hajime no comprendía cómo es que ese omega terminó ahí, sobre las piernas de Oikawa, siempre con mirando al suelo y con el flequillo cubriendo sus ojos. Tooru siempre tenía las manos inquietas, debajo de su falda, en sus muslos, en su cadera o cintura, hasta en sus nalgas, ¿y el omega que hacía? Nada, se dejaba hacer, su boca no emitía sonido alguno, las únicas veces que Hajime lo escuchó hablar fue para responder preguntas directas de Oikawa y nunca eran más que monosílabos o susurros.

The king of the court °|Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora