¬ Tobio uke one-shtos.
Porque el rey de la cancha, es, sin duda alguna, un genio digno de reconocer.
° Tobio uke/bottom/pasivo.
° Historia 100% original mía.
° One-shots del manga/anime "Haikyuu". Uso de universos alternativos.
° Las imág...
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Narrador omnisciente.
La pelota cae al suelo y Tobio sabe que ahí va todo su mundo, sabe que lo ha arruinado y que no podrá solucionarlo. Se pregunta si de haber pedido ayuda algo sería diferente y se resigna cuando escucha el silbato y ve al jugador parado fuera de la cancha con su número. Eso es todo, piensa mientras se sienta en el banquillo y se cubre con la toalla la cabeza, sin percatarse que unos ojos marrones lo ven desde las gradas. No emite ni una sola palabra hasta que está solo en los vestuarios luego del partido, ni siquiera se queja cuando uno de sus compañeros (no se percata quien) pasa a su lado y lo empuja. Guarda sus cosas en su mochila en silencio y se cubre con la sudadera blanca y azul de KitaDai, sale en silencio del complejo deportivo y camina por las oscuras calles del pueblo de vuelta a casa.
Una mano en su hombro lo detiene y tiene que voltear a ver quién lo está conteniendo.
- Tobio-chan.
Oikawa lo mira desde su altura con ojos cautelosos pero preocupados. Tobio se mantiene en silencio, esperando a que la mayor hable.
- ¿Estás bien?
Niega con la cabeza, está cansado de mentir. Oikawa lo mira con algo parecido a la compasión y a Tobio le dan nauseas.
- Lo arruiné, Oikawa-san. -explica con voz ronca-
- ¿Por qué lo hiciste?
Llora tratando de contarle a Oikawa todo, desde la muerte de su abuelo hasta el abandono de su madre, pero el mayor lo mira atentamente sin interrumpir y al final lo abraza contra su pecho, susurrando dulces palabras; esa es la primera vez que Tobio conoció la faceta empática de Oikawa Tooru, de la que fue testigo muchas veces después.
(...👑...)
La única vela en su pastelito de cumpleaños ilumina su rostro y le encandila un poco si la ve directamente por mucho tiempo, pero sonríe genuinamente cuando la camara selfie del teléfono de su novio los apunta a las dos y al minuto siguiente está pidiendo un deseo mientras sopla, y al siguiente su nariz es invadidas por todo el blanco betún del cupcake.
