crime of passion ֶָ֪↬ minisong ֶָ֪

15 [ hospital pt. 2 ]

Minhee pasó unos días yendo de la escuela al hospital donde estaba Hyeongjun y su casa.

No lo cuidaba de noche todos los días pero aún lo hacía cuando podía.

Hyeongjun parecía mejorar, iban a revisarlo constantemente y podría irse a su casa en un par de días, o eso pensaban todos.

Una tarde en la que Minhee iba llegando, vió como todos iban corriendo al cuarto del menor y luego Arang salió llorando diciendo que de la nada empeoró.

Lo estabilizaron rápido y tardó unas horas en despertar, Minhee temía lo peor.

Habló con una de las enfermeras para saber cómo podían acelerar que Hyeongjun tuviera un donante.

Todo siempre funciona con dinero, esta no era la excepción.

Minhee no tenía dinero, su papá si, pero no iba a pedirle, esto era su responsabilidad.

Ya vería después como conseguía algo, sabía que no era un tema grave según Hyeongjun y sus padres pero eso no quitaba que su salud delicada estuviera al borde en cualquier momento.

Al menor le daba mucha sed pero no podían darle demasiada agua, debía ser de a poco y Minhee se encargaba de cuidar que fuera así, si Kangmin, Mingi o Jisung estuvieran con él, dejarían que bebiera todo y muy rápido. Los cuidados se los repartían entre ellos y la madre.

El mayor le daba agua a traguitos en ese momento riendo cuando el menor simulaba que la bebería toda.

Besó su mejilla y le revolvió el cabello dándole una sonrisa para que no se notara lo preocupado que estaba al ver el peso que perdió.

— Oye, es mi hermano, no el tuyo.— habló Mingi desde la puerta. El pelinegro rió.

— ¡Pero hago mejor trabajo!— exclamó divertido. En ese tiempo en el hospital, había logrado llevarse muy bien con Mingi, casi eran amigos, casi.

— Si pero yo le cambiaba los pañales de bebé.

— ¡Mingi!— jadeó Hyeongjun.— Minhee ya debe irse, ¿puedes ir a ver qué hay en la cafetería para que coma antes de irse?

— ¿Acaso me corres?— se hizo el ofendido— Ya vengo.— salió dejando la puerta abierta detrás suyo.

— Te urge que me vaya.

— Me urge que descanses, me siento una carga.

— No lo eres.— se acercó al menor acariciando su mejilla.— Lo hago por mero gusto.

Mingi regresó porque no preguntó si quería que pidiera algo o sólo ver qué había.

Miró como Hyeongjun atrajo a Minhee enredando sus brazos en el cuello del otro para unir sus labios en un beso suave que duró unos segundos.

Segundos en los que tardó Mingi en reaccionar antes de gritar.

— ¡Suéltalo!— Hyeongjun lo soltó, Minhee sólo quedó parado frío, sin una expresión de asombro pero tampoco con una en especial.
Sólo sus ojos reflejaban temor.— ¡¿Qué te pasa?! ¿qué le haces a mi hermano?

— Mingi, el no me estaba haciendo nada.— el menor de los Song sonaba anormalmente tranquilo.

— No sabes lo que dices, ¡te besó!— estaba alterado.

— No, yo lo besé.

— ¿Eres gay? pero eso es antinatural, ¡es un pecado! La biblia lo dice.

— Si, soy gay, ¿y?— alzó un poco más la voz.

— ¡Esto no puede ser!— se volvió a Minhee— ¡¿Qué le hiciste?!

— N-no, yo no hice nada— no sabía que decir, sólo sabía que el no había hecho nada malo con Hyeongjun, su único crimen había sido estar enamorado de él.

— Mingi, tienes amigos que son homosexuales a pesar de ser el hijo de un pastor cristiano que pronto se convertirás en uno y no parece molestarte, ¿por qué conmigo si?

— Eres mi hermanito, no te criamos así...— murmuró sintiendo que todo giraba a su alrededor. Una vez sentado en la orilla de la cama volvió a hablar.— ¿Desde cuándo te gustan los hombres? ¿desde cuándo de gusta él?— lo miró con recelo.

— Los hombres desde siempre, supongo, ¿no recuerdas cuando era más pequeño y tuve problemas con eso? Minhee me gusta casi desde que lo conocí, por favor no me prohíban estar cerca de él, no lo conoces tan bien como yo pero lo conoces, es un buen novio y

— ¿Novio?— su cara se tornó de confusión y enojo— ¿Tienes un novio y no me lo dijiste? antes me contabas todo.

Por lo visto, no todo. Pensó Minhee.

— ¿Y como esperabas que hiciera eso sí ibas a reaccionar así? nunca parecieron tener problemas conmigo, que me gusten los chicos no me hace diferente, sigo siendo el mismo.

— No me mal entiendas, sé lo que dice dios en su libro santo pero tengo mis opiniones al respecto— parecía más tranquilo— Fue más la sorpresa de no saber lo que estaba pasando, pensé que Minhee te podía estar obligando o algo— lo miró y este frunció el entrecejo— ¿Mamá y papá lo saben?

— No, Mingi, no les digas, por favor.— suplicó.

— ¿Te gusta?— apuntó al pelinegro con la mirada.

— Mucho, siento algo muy bonito hacia él, me siento cómodo y todo va bien.— Lo amo.

— Pues, si eso sientes...— pasó su mirada en ambos, leyó detenidamente sus expresiones— Pensé que te manipulaba o algo.

— ¿Qué pasó, que pasó?— intervino Minhee por primera vez, de brazos cruzados.

— No sé si me acostumbre a qué tengas novio— murmuró— Pero igual no quería tener sobrinos— sonrió. Extendió su mano a Kang.— Bienvenido a la familia entonces.— estrecharon las manos y Hyeongjun no podía estar más feliz.

Aunque por dentro una parte de el sabía que no porque Mingi lo aceptara sus padres también lo harían, ellos eran diferentes. Ellos no lo aceptarían nunca.

— Sólo ten cuidado con lo que haces o dices Minhee, el otro día en la noche se puso todo hot y no hallaba yo como despertarlo para que dejara de hacer sus quejidos que bien podían ser bajitos pero me me dió miedo porque no sabía que fuera así.

— ¡Yo no hice eso!

— No te acuerdas porque estabas dormido. ¿No te acuerdas que estabas soñando?

— Por supuesto que no, deja de inventar— se cruzó de brazos— Minhee, tu tenías que irte ¿o no?— dijo sin mirarlo por la vergüenza, de verdad no recordaba que estaba soñando o si estaba soñando, pero si lo recordaba, había despertado al sentir la humedad sobre él.

— Adiós, lindo— se despidió riendo por lo sonrojado que estaba el menor pareciendo molesto aunque se ocultaba por vergüenza.

— Te odio, esas cosas no se dicen— murmuró molesto mirando de reojo a Mingi.

— Deberías verme hablar con mis amigos.

— ¡Dios, salva a los miembros de la iglesia cuando Mingi sea pastor!