Volví más rápido de lo que pensé, al parecer sólo me faltaba descansar un poco porque estaba durmiendo de 1 a 3 hrs diarias y trabajando pues me estaba desgastando.
Me disculpo por los retrasos, besitos.
Era el final.
Regresar a clases después de las vacaciones de invierno significaba una cosa: Minhee por fin iba a graduarse en un par de semanas.
Era una gran noticia porque al fin terminaba sus estudios para convertirse oficialmente en universitario.
Era una mala noticia porque dejaría de ver a Hyeongjun todos los días. Sumado a eso no tenía la más mínima idea de lo que quería estudiar, antes había pensado muchas cosas, médico, abogado, maestro, incluso pensaba irse por las ramas de la ciencia o psicología.
Ahora nada, no sabía lo que quería y no quería enfrentar el tener que decir: papá, dame un año para pensar porque no sé que quiero hacer de mi vida además de compartirla con mi niño bonito de ojos grandes.
No quería pensar demasiado pero debía hacerlo bien, si dejaba pasar más tiempo sin estudiar probablemente su vida se iría al carajo dando largas a lo que era su responsabilidad.
Eres un hombre Minhee, no un niño pensaba sentado bajo la sombra que daba una planta en el patio con la puerta cerrada sabiendo que en cualquier momento alguien podría abrir esta y ver qué estaba haciendo lo más obvio en esa situación: fumando un cigarrillo.
No quería hacerlo, de verdad no pero cuando su mente tenía ya demasiadas cosas y ninguna solución estaba alterado, necesitaba relajarse un segundo así que volvió a hacerlo.
Hyeongjun estaría decepcionado de ti, Chaehyun lo estaría, Taeyoung y tú padre también, no puedes hacer esto cada que no sepas resolver tus problemas.
Exhaló el aire hacia arriba mirando a la nada. Tiró lo que quedaba del cigarrillo y lo pisó sintiendo culpa.
— ¡Minhee!— gritó Chaehyun desde algún lado dentro de la casa.
No se esforzó por gritar en respuesta, sabía que no lo escucharía porque estaba afuera.
Esperó a que su hermana abriera la puerta, pensó que iba a pedirle algo o decirle que saldría con sus amigas pero en su lugar se veía asustada, tenía el teléfono en una mano.
— ¿Qué sucede?— se acercó rápido cuando la puerta se abrió.
— Es Hyeongjun, está en el hospital.
Minhee abrió grandes los ojos e inmediatamente corrió hacia adentro buscando sus llaves y billetera asegurandose de traer identificación antes de salir.
Ni bien escuchó en cuál hospital estaba salió casi volando hacia allá, sabía dónde estaba el hospital, era al que iba Hyeongjun a sus citas cada cierto tiempo.
Apenas llegó buscó preguntar dónde estaba su novio, estaba asustado, no sabía que sucedía, tenía el teléfono con él pero estaba apagado, talvez lo había llamado antes y no se dió cuenta por estar pensando tonterías haciendo lo que se prometió no volver a hacer.
Fue al piso donde le indicaron y pudo ver a los señores Song junto a otro chico que no conocía en el pasillo.
— Minhee— murmuró la señora cuando lo vió acercarse.
— ¿Qué pasa? ¿está bien? ¿qué sucedió? lo lamento, no estaba al pendiente del teléfono, debí prestar más atención.
— Respira, hijo, Hyeongjun está mejor— dijo el hombre— Tranquilo, no queremos ver en cama a alguien más.
— ¿Puedo verlo?
— Aún no, debemos esperar a que nos dejen pasar pero acaba de venir una enfermera a decir que está mejor.
— ¿Por qué está aquí?— se escuchaba intranquilo.
— Fuimos al aeropuerto a recoger a Mingi— señaló al chico que no conocía— Estaba muy feliz de verlo, todo iba bien, fuimos a comer después pero fue al baño y ya no regresó, alguien lo vió caer al piso entrando al baño y fue como vino a parar aquí.
— ¿Es mi culpa?— su voz estaba a nada de quebrarse— Debe ser mi culpa, lo estuve sacando mucho los días más fríos de invierno y en casa no tengo calefacción como en su habitación.
— No es tu culpa— lo abrazó Arang— Estas cosas pasan, no pienses así.
La apariencia de Mingi lo hacía pensar que era un hombre duro y que quizá él si me reclamaría por no tener cuidado con su hermano pero no fue así.
Durante las horas que esperaron el llamado para poder ver al menor pudieron hablar poco y se dió cuenta que era solo apariencia, parecía ser cálido y por eso Hyeongjun debía amarlo, además de que hablaba de su hermanito como lo más preciado que tenía en la vida.
Hyeongjun despertó y cuando todo estuvo en orden, una bonita enfermera de estatura pequeña salió a decir que una persona podía pasar a verlo y alguien tenía que quedarse a cuidarlo.
— Si no le molesta, señora Song, puedo quedarme a cuidarlo.
— No te preocupes, ve a descansar, Mingi se puede quedar, nosotros lo haríamos pero tenemos responsabilidades en la iglesia, faltar hoy fue suficiente.
— Mingi debe estar cansado del viaje, de verdad puedo hacerlo, sería un placer para mí.
— Minhee, eres un ángel.
— Gracias, Minhee, eres un gran amigo para mí hijo— dijo Song Kang.
— Si que lo eres— el hermano le dió un golpe juguetón entre la espalda y hombro y Minhee se quejó haciendo una mueca inevitable, Mingi advirtió que era un poco delicado.
— Entraré yo a ver a mi niño y luego puedes venir, Minhee— habló Arang dejando su bolso a cargo de su marido.
Al cabo de diez minutos pudo entrar al cuarto donde estaba su novio.
Tenía varios chupones pegados a su pequeño cuerpo que estaban quitando entre dos enfermeros.
— Hola, gay— saludó Hyeongjun con una leve sonrisa, se veía más pálido que de costumbre y unas terribles ojeras adornaban la parte inferior de sus bellos ojos.
El mayor se acercó tomando su mano cuando los enfermeros terminaron su trabajo y salieron.
— Me asusté mucho— susurró sentandose a su lado acariciando su mano evitando las lágrimas.— Yo, me sentí
— No es tu culpa.— tenía la voz débil.— Gracias por venir— cerró los ojos relajándose al tacto que Minhee cambió a su cabeza.
— ¿Pensaste que no lo haría?
— Estaba seguro que vendrías corriendo.— respondió aún con los ojos cerrados.
— ¿Cómo te sientes?
— Como si me hubiera atropellado un autobús.— abrió los ojos— ¿Tú cómo estás con lo de la escuela y eso?
— No importa ahora.
— A mí me importa.
— Lamento informarte que tienes un novio débil que no estaba sabiendo como manejar las cosas y terminó por fumar.
— ¿Volverás a eso?
— No, fue la última vez, no pienso volver a hacerlo, buscaré formas reales de solucionar las cosas... lamento si te decepciona saberlo.
— Los dos tuvimos una recaída hoy— intentó reír pero estaba débil— Está bien Mini, debe ser difícil, no me decepciona, sólo cada persona sabe cómo lidiar con su propio estrés, en mi caso canto a todo pulmón, hundo mi cabeza en agua hasta que me falte el aire, lloro o descargo mi energía.
— ¿Seguro que no te desmayaste por andar ahogandote en el baño?
— Nou.— bostezó.
— Descansa, te cuidare.— besó su mejilla.
— Te quiero mucho, Minhee.— susurró segundos antes de empezar a suspirar suavemente en sueño profundo.
— Te amo, Hyeongjun— besó sus labios ligeramente volviendo su atención a cuidar de su sueño.
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crime of passion ֶָ֪↬ minisong ֶָ֪
FanfictionHyeongjun padece una enfermedad que lo podría llevar a la muerte, tiene una lista de deseos que quiere cumplir antes de morir y Minhee decide comenzar a ayudarlo con un par de cosas hasta que lo que comenzó como amistad se transforma en una historia...