7 [ desayuno poco común ]

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La cena en casa de Hyeongjun había terminado muy tarde, por lo tanto tuvo que quedarse a dormir.

Arang dijo que como eran amigos, no había problema en que su hijo y Minhee durmieran juntos, Minhee se sacrificó y aceptó en cuanto escuchó la oferta.

Estaba el cuarto de Mingi, el hermano mayor de Hyeongjun pero no había sido usado en mucho tiempo y por lo tanto debían limpiarlo, lo que tardaría mucho tiempo.

La habitación de Hyeongjun parecía tener calefacción ya que aunque era de noche y afuera el clima estaba muy frío, Minhee sintió calor apenas entró.

No se había quitado la sudadera desde que llegó pero ahora parecía su mejor opción.

Hyeongjun vestía pantalones cortos y camisa de tiras delgadas recién bañado sin siquiera tomar en cuenta que hacía frío en el espacio exterior.

— ¿Por qué duermes así?— se sacó la sudadera.

— Ah, es que tengo el mal hábito de quitarme la cobija por la noche y la tiro al piso, despierto congelado en invierno y por eso comencé a usar calefacción, pero para eso uso ropa ligera porque pues si me da calor con pijama calientita.— notó que Minhee tenía puesta la camisa azul que usó en su cumpleaños.

— Me gusta tu camisa— sonrió— Te queda muy bien, te ves algo...

— ¿Algo?

— Olvídalo.

— Dime, anda~

— Eh, ¿sexi? olvida que dije eso.— habló rápido.

— Pero si es muy simple— rió mirándose— Ni siquiera tiene botones, cuello o algo que la haga ver formal, parezco palillo con ella puesta.

— No lo sé, te queda bien, ¿ya? resalta tu figura delgada y deja ver un poco tu piel blanca, las mangas largas le van bien.

— En realidad— se quitó la camisa y se la extendió a Hyeongjun— Iba a ser tu regalo de cumpleaños pero me arrepentí porque es algo grande.

El menor la tomo siendo conciente de su cara roja sin poder apartar la vista de Minhee.

— ¿Entonces es mía?

— Oui, Monsieur. (sí señor/señorito).

— Gracias— sonrió amplio.

— Deja de mirarme, ¡me da vergüenza!— chilló cubriendose con los brazos.

— Pero yo...

— Nada, con lo que leí en esa lista ya no te creo tan inocente.

— ¡Pero si nomás estoy viendo!

— ¿Nomás? ¿pues que más quieres?

— Tocar.

— ¿Me prestas algo con lo que pueda dormir?— dijo rápido antes de decirle "ándale pues, lo que tú quieras" en un segundo si quiso pero se puso nervioso por la idea y ya no le gustó tanto.

— Ash— rodó los ojos y buscó una camisa.— Ni que fuera la primera vez.

— ¿Eh?

— En la alberca...

— Ahh, ya.— se colocó la camisa, no se sentía incómodo, solo que no tenían ni veinticuatro horas de novios y el otro era muy joven como para tomarse esas libertades tan pronto.

— Ten— le lanzó a la cara los shorts más grandes que tenía.— A ver si entras.

— Ya vuelvo— entró al baño y salió ya cambiado.

— Ven que muero de sueño— le tenía un espacio en la cama.

Minhee se recostó en lo que el otro apagaba la luz.

Se abrazó al cuerpo del mayor en cuánto tocó la cama y pronto se acoplaron a dormir abrazados cómodamente.

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— ¿A dónde vamos?— cuestionó aún adormilado por la hora sintiendo un poco de frío al salir de la casa, por suerte llevaba un abrigo bastante grande y Minhee usaba una chamarra encima de la sudadera.

— A desayunar.

— ¿Tan temprano?

— Sino no alcanzamos fresco.— puso un casco en su cabeza y otro en el menor.

— ¿En dónde?

— Supermercado.

— ¿Ahí?

— ¿Nunca lo has hecho? lo mejor de todo es que es gratis.

— ¿Cómo?— abrazó a Minhee por detrás listo para que arrancara.

— Ya lo verás.

Condujo alrededor de quince minutos hasta llegar.

Entraron y para la sorpresa de Hyeongjun, había mucha gente para ser tan temprano, no estaba tan lleno como había visto algunas ocasiones por la tarde pero pensó que estaría completamente vacío.

— ¿Qué es exactamente lo que haremos?

— Comer— sonrió.

Comenzaron a caminar por los pasillos en dónde se encontraban con personas que te daban muestras de alimentos que sugerían para la compra.

Entre cada pasillo encontraron diferentes cosas como: fruta, leche, yogurt, queso, pan, dulces y demás.

Salieron alrededor de cuarentena y cinco minutos después con los estómagos satisfechos y rostros felices.

— No sabía que se podía hacer eso.

— Mi padre me lo enseñó desde muy niño y para ser sincero no lo había hecho con alguien más porque pensaba que les parecería raro o aprovechado.

— En cierto modo lo es.

— Lo sé, pero no debería verse mal, total, lo regalan y entre más pronto se acabe, mejor.

— Estuvo bien.

— Que bueno que no te pareciera una tonta primera cita.

— ¿Era una cita?

— No lo sé, no lo planee así pero ¿por qué no llamarlo así?

— Eres el mejor.— sonrió.

— Lo sé— le dió un piquito en los labios.

— ¿Tu familia no se pregunta por qué no llegaste a dormir?— lo abrazó alzando la mirada para verlo.

— Le avisé a mi papá que estaría en casa de mi novio— sonrió— El seguro le dijo a Chae.— le dió la mano caminando a dónde se había estacionado.

— Debe estar acostumbrado a eso.— murmuró.

— ¿A qué?

— A que estés con tu novio y esas cosas— se sujetó bien a Minhee. Este rió.

— No tengo novio hace más de seis meses y cuando los tenía era un irresponsable de lo peor, pasaban días antes de que les respondiera los mensajes o los visitara.

— ¡Que malo!— le dió un suave golpe.

— No con todos y todo el tiempo, obvio, pero... no sé, es complicado. ¿Por qué estamos hablando de mis ex?

— Tengo curiosidad.

— Lo habíamos después, ahora mismo no quiero.

— Okay...— Y Minhee condujo.

crime of passion  ֶָ֪↬ minisong  ֶָ֪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora