crime of passion ֶָ֪↬ minisong ֶָ֪

8 [ lagartijos y la gata rompehogares ]

— No quiero hablar de eso.— dijo tomando asiento a media cama junto a Hyeongjun después de que ambos se quitaran los zapatos.

— ¿Por qué no?

— Porque ya pasó, además es raro que quieras saber de mis ex, nadie quiere eso.

— Yo si quiero.

— Puede ser incómodo.

— Si me dan un poco de celos pero quiero saber que fue de tu vida amorosa antes de mi.

— No creo que sea buena idea...

— Y no mientas, no vayas a decir cosas como que jamás los besaste o algo para que no me enoje, jamás salí con alguien más y quiero saber de tus experiencias.

— ¿Pero por qué yo?

— Porque quiero, además me sirve de información para saber de esos lagartijos.

— ¿Ves? ni he empezado y ya los estás llamando lagartijos.

— Pues será mejor que empieces, rápido antes de que mi mamá llegue del ensayo.

— ¿Qué quieres saber primero?

— Tu primer novio, nombre, fecha de nacimiento, seguro social, dónde vive y si alguien se daría cuenta si desaparece.

— ...

— Es broma.

— Se llama Serim, fue cuando tenía catorce y medio, no sabía lo que hacía, re tercermundista yo, me le declaré por mensaje.

— Das pena, hijo.

— No duramos mucho, un mes quizá, me gustaba pero no lo suficiente y a él le gustaba alguien más.

— ¿Quién te gustó más?

— El que le siguió a Serim, su nombre es Seungyoun, también era joven en ese entonces, él era mayor, me enamoré tanto que no me importó entregarle todo de mi.

— Y con eso te refieres a...

— Tenía apenas un par de meses de haber cumplido los quince cuando tuvimos relaciones, digo, no estuvo mal, me gustó mucho... no debería hablar de esto contigo.

— No, no, no, continúa.

— Hmm... o sea, ahora entiendo que era muy joven para hacerlo, ahora lo pienso y era un niño, fue cuidadoso pero no lo suficiente, me dolió más de lo que pudo evitar. Eran buenos tiempos, lo amé mucho, fue algo como mi primer amor pero él tenía un sueño y yo no podía interferir. Al ser joven sabía que lo nuestro no duraría para siempre, teníamos intereses diferentes y antes de que nos diéramos cuenta la relación se deterioró.

— ¿Aún lo extrañas?

— No, lo superé, ahora solo es una parte de algo que pasó en mi vida. No me arrepiento pero a veces me doy vergüenza por haber tenido parejas y haber experimentado cosas que no debí tan pronto.

— Ya veo... ¿Quién siguió?

— Jungmo, ahora es un buen amigo, es el dueño de la casa a la que fuimos.

— Hmm.

— No tenemos nada, no lo pienses tanto, nuestro relación aunque era un noviazgo era... no sé, nos la llevábamos mejor de amigos, habían buenos ratos pero como nos conocíamos tantas cosas y nuestros amigos estaban ahí se volvía incómodo y ni hablar de la intimidad, lo hicimos un par de veces— rió— Era muy raro, como hacerlo con tu hermano o algo, al final decidimos que sólo amigos.

— No recuerdo haberte pedido saber lo que hacían en la cama.

— Dijiste que no mintiera, pero no eso, tienes razón, lo siento.