crime of passion ֶָ֪↬ minisong ֶָ֪

27 [ clase tercermundista con tu novio ]

— Escuela fea, padres anticuados.— aún sin quitarse la mochila se dejó caer boca abajo sobre la cama de Minhee.

— Es sólo una clase, no te vas a morir.

— Pero es importante.— se quejó. El mayor de acercó, le quitó la mochila y se recostó a su lado jugando con su cabello.

— ¿Por qué no buscas en internet si tanto te interesa?

— Kangmin me dijo lo mismo.

— ¿Entonces?

— Mejor dímelo tú— se acomodó para verlo— ¿Puedes?

— Claro, no hay problema— inclinó su cuerpo lo suficiente para besar al menor.— Ponte serio hijo, esto es importante— aclaró su garganta, se sentó en el centro de la cama después de quitarse los zapatos y Hyeongjun por imitó.— ¿Por dónde empezamos?

— ¿Qué te enseñan en la escuela?

— Depende de la escuela, en algunas solo te dicen que hay una florecita y una abejita, pueden ser metodos anticonceptivos, evitar infecciones y en algunas otras te pueden hablar un poco de como es hacerlo y las partes sensibles. ¿Quieres resumen?

Asintió.

— Solo evita lo de los embarazos no deseados, eso no aplica con nosotros. Entonces creo que los métodos anticonceptivos no son necesarios.

— Existen las infecciones, mi estimado, también las enfermedades.

— Había escuchado un poco sobre el tema pero no llegué a pensar que fuera cierto. Que tonto me siento.

— No eres tonto, sólo no te permiten saberlo. Bueno, no soy bueno explicando pero por medio de los fluidos se pueden contagiar muchas cosas, por eso es mejor usar globito a hay fiesta.

— Así que para eso son los preservativos...

— Sí, te evitas problemas, además de que te puedes vomitar...

— ¿Vomitar?

— Verás, en caso de que el que está penetrando se corra mucho en el recto del otro, puede llenar este de semen y puede causar vómito.

— Que miedo...

— No te preocupes por eso— soltó una risita— No es como que le pase a todo mundo. Pasemos a lo siguiente. Esto es más corto, el como es tener relaciones con alguien es diferente para cada persona supongo, hay a quienes no les gusta, el cómo se hace pues cualquiera sabe o se da una idea.

— Tengo una dudita sobre eso.

— ¿Sobre qué?

— ¿Para qué es el lubricante? nunca me ha quedado muy claro, no sé si es para lo que pienso.

— ¿Y para que piensas que sirve?

— Para que resbale mejor, osi osi.— ambos soltaron una risa.

— Ajá... para dilatar y hacerlo más fácil.

— ¿Dilatar?

— Dilatar.

— ¿Tienes que hacer eso? ¡ah! ¿por eso dijiste que duele?— preguntaba curioso.

— Así es, así es. ¿O qué pensabas? ¿no creías que nomás era el acto de penetrar sin dilatar bien la entrada o si?

— Sí...— musitó.

— Para eso voy a tener que dilatarte con mis bellos dedos hasta que sea suficiente y puedas recibir mi... ¿cosita?

— Tenía una idea diferente— tenía sus mejillas en extremo rosas. Ahora entendía por que su novio decía que debían esperar a que estuviera listo.

Si lo pensaba bien, hace un par de meses no se hubiera sentido cómodo con la idea de que alguien, ni siquiera Minhee, lo tocara de esa forma, hubiera sido una situación en la que solo se sentiría avergonzado e incómodo. Antes.

— ¿Tienes esas cosas?

— ¿Esas cosas cuáles?

— Las necesarias para que lo hagamos.

— ¿Por qué tanta urgencia?— pellizcó su mejilla izquierda.

— ¿Por qué no? a mí no me engañas, sé que lo quieres tanto como yo.— frunció el ceño con los brazos cruzados.

— Sí pero... ¿de verdad te sientes listo? no quiero que te sientas obligado a nada, esperaré lo qie sea necesario por tí, puedo controlarme bien. Sólo tenemos cinco meses de relación ¿no crees que es muy rápido para ti?

— Corrección, mañana cumplimos seis, así que seis. Y no es rápido.

— Estás chiquito.

— Ya— golpeó su hombro— Deja— otro golpe— De decir— lo pellizcó— Eso.— un golpe más.— Sígue diciendo las mismas cosas y estaré seguro de que no quieres hacerlo.

— No es eso— buscó abrazarlo sintiendo un ardor en su brazo por el pellizco.— No quiero que te arrepientas, eres lo mas bueno que me pasó, la inocencia que conservas es algo tan bonito que no me gustaría arrancarte por mis impulsos, dices ser alguien grande y falto de pureza en esa cabecita loca que te cargas pero tienes ese toque encantador que te hace especial.

— Minhee, es momento de dejar eso de lado, no seré un niño toda la vida, esta decisión la estoy tomando por mi cuenta ¿o si dejo de ser tan inocente como dices dejaré de gustarte?

— Para nada.— guardó silencio un par de segundos— Está bien, supongo que tienes razón, no quería presionarte pero terminé orillandote a esperar más de lo que querías, más de lo que ambos queríamos.

— Eres un buen novio— buscó recostarse sobre su pecho usando su cuerpo como una almohada gigante.— Ahora me siento fatal— resopló.

— ¿Y eso?

— Porque parece que te estoy obligando, que vergüenza. Suplicar por sexo, no puedo imaginar lo que estás pensando.

— No me vas a obligar a nada— rió entre dientes— Y estoy pensando que estoy muy emocionado.

— Uy si, que emoción con el niño que va a tener su primera vez, le tuvo que rogar al novio y es un inexperto.

— No pienses en eso.

— ¿En qué debería pensar entonces?

— En mí— tomó su barbilla dejando un beso en sus labios— Y yo pensaré en tí.— sus dedos viajaron al vientre de Hyeongjun por encima de la ropa dibujando líneas sin figura a la vez que recorría desde los labios hasta el cuello del otro con delicados besos.

Las pestañas de Hyeongjun revoloteaban y sentía el estómago caliente.

Luego los estómagos de ambos rugieron al sentir el delicioso aroma de la comida en sus fosas nasales.

— Papá hizo de comer— se alejó un segundo asegurándose que la puerta estuviera bien cerrada.

— Huele bien— murmuró.

— Deberíamos...

— Sí, deberiamos ir— se sentó de golpe. Había olvidado por completo que no estaban solos, era poco probable que lo hicieran en ese momento pero no quitaba que pudieran ser atrapados en una situación comprometedora.

— Para responder a tu pregunta, si, tengo lo necesario.— el menor sonrió extendiendo la mano a Minhee para que fueran a comer.

— Gracias— le dió un beso de piquito antes de abrir la puerta.