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6 meses después.

No alcanzaba a amarrar las agujetas de sus zapatos, se molestó y termino pataleando como un niño tirándolos por ahí, cayó rendido en la cama soltando un suspiro, se tapo el rostro con un brazo, ya estaba retrasado con 20 minutos, mismos en los que pasó tratando de ponerse los zapatos - Ya llegó Taehyung – aviso Leslie desde las gradas, pero el no se movió.

Espero unos 5 minutos y al ver que su esposo no bajaba decidió subir para ver por qué tardaba, al entrar lo vio tendido en la cama con los pies colgando, tapado con su brazo, vio los zapatos casi en medio cuarto y no tardó en deducir que paso, negó con una sonrisa y fue a recogerlos, se sentó a su lado y le alzó las piernas poniéndolas sobre las propias.

- Porque no le pediste ayuda a Les – dijo ahora amarrando las agujetas, él se destapó y se apoyo en los brazos para verlo.

- No me gusta molestar por algo tan.. tan simple, por lo que decidí en último momento que no iré, ve tu, no quiero retrasarte – el no dejo de sonreír y lo ayudo a sentarse.

- Pero tú eres el que tiene que estar ahí, a mí no me van a revisar, anda ya llame al doctor antes de venir y le dije que llegaríamos una hora más tarde de la cita y acepto – el suspiro.

- Está bien.

Salieron de la casa, Taehyung lo ayudo a subir al auto, su vientre de casi 7 meses había crecido mucho, tanto que no podía agacharse, se le dificultaba vestirse, comía mucho, había  subido de peso y se cansaba rápido, sin olvidar que se había vuelto muy sensible, lloraba por casi todo. 

En una ocasión lloro porque Taehyung le había dicho que parecía un oso panda por lo gordito que estaba y bueno lo golpeó con la almohada mientras lloraba diciéndole que seguro ya no lo quería por estar así, que se sentía feo, pero el lo consoló – No estás feo, el embarazo te ha vuelto más bonito, yo te sigo amando así todo gordito – pero desde ahí no le decía eso.

Llegaron al consultorio donde el doctor que le hacía los controles, hasta ahora todo iba bien, no había tenido complicaciones, así que esperaba las mismas buenas noticias ese día también.

- Buen día, que bueno verlos de nuevo, como se ha sentido – saludo el doctor mientras ellos se sentaban.

- Bien gracias, eh Jungkook se ha sentido mareado en estás semanas y los dolores han aumentado, eso me preocupa – comento Kim sentándose.

- Bien, pasemos para ver cómo está.

Lo acostó en una camilla y le alzó la camiseta para dejar su vientre descubierto, el frío gel cayó sobre su piel y paso el monitor para hacer el eco, mientras movía la mano miraba la pantalla, murmuraban cosas solo para él, frunció el entrecejo en más de una ocasión.

- Parece que todo está bien, pero.. no es de preocuparse, les gustaría saber que será – ambos de miraron y asintieron a la misma vez.

- Si – dijeron al unísono, el doctor movió el monitor, tardó un poco pero lo encontré.

- Perfecto justo ahí, pueden verlo, al parecer será un niño lo que esperan – ellos sonrieron.

- Bien todo está como de ser.

Les comento que debían volver en el octavo mes para poner una fecha para el parto, también les explico que sería cesárea, ya que Jungkook no había desarrollado un útero para que el bebé salga por ahí, podía si, pero eso podría causarle un desgarre y hemorragia causándole la muerte.
Salieron del consultorio y se fueron a un parque que estaba cerca de ahí, fueron en el auto, caminaron un poco hasta llegar cerca de una fuente, Taehyung se puso detrás de él y lo abrazo, acariciando su vientre.

- Estás bien – le pregunto porque desde que salieron estaba muy callado.

- No sé, yo quería tener un parto normal, la cesárea dejara una cicatriz, ya sabes no sé si te siga gustando así – Kim rápidamente lo giró en sus brazos, vio sus ojos cristalizándose, sabía que en esos últimos 3 meses se sentía inseguro de su aspecto, pero él le dejaría en claro que eso no importaba.

- Cariño pero como puedes decir eso, yo te seguiré amando sin importar que, para mi serás el más hermoso así tengas esa cicatriz, misma que deberías querer porque va a traer al mundo a nuestro hijo, no llores – limpio sus lágrimas y lo abrazo con cariño.

Se separó de él solo para juntar sus labios en un amoroso beso, después empezó a besar todo su rostro y labios hasta que el sonrió tratando de animarlo, solo así dejo de hacerlo y lo abrazo alzándolo en el aire con una vuelta.

..

Jungkook se mecía en el columpio, estaba esperando a que Taehyung regresará de la oficina, tenía una propuesta que hacerle así que estaba algo nervioso y emocionado también por su respuesta, algo inesperado lo hizo dejar de mecerse, bajo la mirada a su vientre y claramente vio gracias a la delgada tela como se movía, su bebé se estaba moviendo por primera vez, tocó su abultado vientre y sonrió con una mueca de dolor claro porque era un movimiento fuerte y rápido, escucho el auto del castaño llegar.

Bajo del auto con un suspiro no había sido un buen día, tenía un ligero dolor de cabeza y estaba estresado, solo quería llegar y acostarse con su esposo, pero un grito inesperado lo alarmó y entro rápido.

- Taehyung!! Taehyung!! – grito inmóvil en el columpio.
- Que, que pasa – dijo llegando al patio viéndose realmente preocupado.

- El bebé, el bebé… acaba de moverse – dijo con una sonrisa radiante, el se detuvo y frunció el ceño, había creído que le pasó algo malo.

Aun así se acercó y se acuclillo frente a él - Aquí toca – cogió su mano y la puso sobre su vientre, no pasó nada, - Jungkook no estoy para- se quedó callado y miro su mano, de nuevo volvió a moverse aún más fuerte haciendo que el azabache jadeara por el dolor causado, Taehyung sonreía tocándolo con ambas manos - Es increíble – farfullo acercándose a besar por encima de la tela, al verlo algo adolorido se levantó para ayudarlo a levantarse y llevarlo adentro.

Se sentaron en el sofá, el castaño se acostó en sus piernas escondiéndose en su vientre abrazándolo y dejando uno que otro beso sobre su ombligo, Jungkook acaricio su cabello, pensando que era buen momento para decirle lo que había estado meditando desde que su madre lo llamo esa mañana.

- Tae, hoy hablé con mi mamá, dijo que mi papá está mucho mejor y que le gustaría verme.. le dije que podría ir el fin de semana – dijo con calma fingida, el castaño ronroneo acomodándose mejor, entonces continúo.

- Ehm, él también dijo que si podía… - movió su pie algo ansioso, Tae giró a verlo solo con un ojo, lo había notado nervioso desde que se sentó.

- Que sucede – inquirió, el se mordió el labio.

- Bueno ellos sugirieron que.. si consideraríamos irnos… a vivir estos últimos meses con ellos – apretó los ojos, Tae se levantó y giró a verlo.

- Que ellos qué? Y tu qué les dijiste – sonó molesto.

- Que lo hablaría contigo – lo vio levantarse y alborotarse el cabello.

- Tu quieres ir verdad, por eso dijiste que hablarías conmigo, ah Jungkook – el aludido se asustó al verlo golpear la pared, se abrazo a su mismo.

- L-lo siento, yo creí que.. vo-voy a llamar y decirles que n-no, que estamos bien así, p-porque iríamos con ellos – hablo atropellado y muy nervioso mirando su vientre.

- Porque demonios querrían eso, acaso creen que no puedo cuidarte por mi cuenta, es eso – grito, Jungkook se tapo lo oídos encogiéndose en su lugar y empezó a llorar bajito.

- Perdón, debí decirles que no cuando llamaron, n-no te enojes – el pestañeo reaccionando al verlo todo asustado por el, se tapó la cara con una mano.

- Yo.. estoy muy estresado, necesito aire – menciono saliendo de la casa.

Jungkook se quedó ahí tratando de controlarse, no se había sentido así en un tiempo, en verdad que Taehyung era muy intimidante cuando se molestaba, abrazo su vientre que se movía a causa de los movimientos del bebé, era fuerte, jadeo bajito y como pudo se levantó para subir a la habitación, necesitaba calmarse o le haría mal.

Estuvo conduciendo sin rumbo, no pensaba irse lejos, solo quería despejarse, ese día en la empresa había ido su padre y no fue una visita que le haya gustado, solo había ido a molestarlo, diciendo que había sido un error el haber hecho que se casará con Jeon, que eso había hecho que se aleje, incluso insulto al menor y por supuesto que el lo defendería, fue una discusión fuerte “Desde ahora olvídate que eres mi hijo” con esas palabras se había ido.

Le dolía por qué era su padre el que le dijo eso, pero si se ponía a pensar, su familia nunca fue como la de Jungkook, no eran unidos, siempre había competencia, ser cariñosos era ridículo para ellos, por eso nunca pasaba en casa después de graduarse de la preparatoria, nunca había ese aura familiar de una familia, pero con Jungkook, si lo sentía, también con los padres de él, en cuanto se dio cuenta de eso dio vuelta para regresar.


Aprendiendo a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora