Taehyung no era malo, solo que su temperamento era algo, explosivo, cualquier cosa podía llegar a molestarlo, era algo así como que la paciencia se le agitaba rápido, pero el siempre trataba de evitar eso, pero Jungkook no estaba ayudando mucho, la última semana Kim estuvo a punto de gritarle, pero mejor salía de la casa, el no tenía la culpa.
Pero era una bomba de tiempo.
Tuvo una reunión con algunos de sus contadores, necesitaban revisar los datos estadísticos de los últimos dos meses, por eso se reunieron ese sábado en su casa, era un muy bonito y despejado día, por lo que Jungkook decidió abrir el techo del patio, el pequeño espacio verde necesitaba rayos de sol, regó sus flores y después entro.
Vio a los contadores que estarían en la reunión, saludo por cortesía, el último en entrar al despacho fue Taehyung, este solo le dio una mirada de advertencia, seguía molesto por lo de hace dos días, y Jungkook no sabía cómo hacer que deje de mirarlo así de frío y distante.
Que había pasado, ni siquiera el lo sabía, o tal vez si.
Su madre había ido de visita a ver cómo estaba, dado que sus padres vivían del otro lado de la ciudad, lo que eran casi dos horas de viaje, por eso no iban a verlo, pero ella había estado cerca y entonces se dijo que sería bueno ir a ver a su único hijo.
Bueno, su madre soltó cierto comentario que al castaño no le agrado, “Cariño, ya ha pasado un mes y una semana, como va su intimidad, recuerda que quiero nietos” bueno no había nada de malo en eso, era hijo único, la cosa era que Taehyung no sabía que Jungkook había nacido con la capacidad de poder tener hijo y se enteró en ese momento.
Si, no parece tan relevante pero a él le hubiera gustado saber eso desde el principio, así que fue motivo para molestarse y decidir ignorarlo más de lo que ya lo hacia.
Era la hora de la comida, y junto con Nani no sabían si los invitados comerían ahí, Nani estaba realmente ocupada, Leslie no se encontraba porque había ido con su padre por fin de semana, así que le pidió a Jungkook que fuera a preguntar por ella, el en serio no quería molestar, pero no tuvo de otra.
Tocó la puerta despacito, un adelante se escuchó, empujó lento y al asomarse noto que todos lo miraban, trago saliva y paso la vista hacia el castaño que no parecía feliz por su interrupción, entro y se acercó a él, le pregunto en susurros, Kim le dijo que irían en un momento, entonces el salió como si huyera de algún horrible lugar.
Después del almuerzo volvieron a la reunión, Jungkook estaba en la sala esperando un paquete, el timbre sonó una vez, salió y recibió el paquete, no quería dejar ahí, el contenido de la caja eran marcos de 30 centímetros por 15, de un cristal delgado, pero habían varios ahí por lo que estaba algo pesado, ñero estaría más seguros en el estudio.
La caja estaba algo pesada, pero ya antes había cargado otras con más peso, no sería problema.
Un fuerte estruendo hizo que todos en la casa fueran a la sala a ver que era, lo primero que vieron fue muchos trozos de cristal roto por todo el suelo al final de las escaleras, Jungkook estaba también en el suelo en medio de ellos, sus brazos y manos tenían cortadas que sangraban, obviamente no era nada bueno todo eso.
- Jungkook – jadeo el castaño viendo todo el desastre con detenimiento, que rayos había pasado, si apenas lo vio hace unos minutos sentado en el sofá
- Solo quise subir la caja – su voz sonó temblorosa, veía todos los marcos deshechos, le había costado conseguirlos y ahora solo eran trozos de cristal.
- Si estaba tan pesado le hubieras pedido ayuda a Nani, acaso eres tonto – regaño algo duro, el se encogió evitando mirarlo, ya sabía que mirada tenía.
Lo ayudo a levantarse y lo sentó en el sofá, Nani ya estaba recogiendo los cristales, sus contadores miraban la escena, lo mejor sería dar por terminada la reunión, no quería que sigan viendo eso, así que les pidió volver al despacho, - Por favor terminen esto, yo.. vuelvo enseguida – les dijo eso y regresó a la sala.
Se sentó a lado del menor con un botiquín, lo miro unos segundos antes de empezar, el miraba el suelo, tenía un pequeño moretón en su pómulo, seguro se golpeó al caer con la caja, sus brazos solo tenían algunos rasguños, sus manos habían sufrido lo peor. Tenía algunos cristales incrustados en las palmas, algo profundas que sangraban mucho, suspiro sacando el frasco más grande de alcohol, eso iba a arder.
Con una pinza le quitó los cristales, después vertió el alcohol en sus manos sin cuidado, Jungkook siseo e intento apartar las manos, pero estaban bien sujetas por las del castaño quien lo miro con advertencia - No te muevas – amenazó presionando el algodón, por suerte no necesitaba puntos, con otro líquido el sangrado paro, entonces pudo ponerle unas benditas.
- Jungkook, ah es que no entiendo que tienes en la cabeza, en serio creíste poder llevar eso allá arriba – negó aún sosteniendo sus manos, a veces no sabía que pasaba por esa cabecita del menor.
- Lo dices como si fuera un inútil, me haces sentir mal – su voz se cortó y apartó las manos cuando el término, Taehyung suspiro.
- No lo digo de esa manera, pero a veces… - levantó las cejas sugerente a que era torpe, fue solo un gesto, pero igual hizo sentir aún peor al azabache.
Jungkook se levantó y se fue a la cocina, el castaño volvió al despacho.
Después de unos 30 minutos los contadores se fueron, habían terminado, Jungkook estaba en el patio meciéndose en el columpio, el sol fue cubierto por las oscuras nubes, una amenaza de lluvia, estaba descalzo sintiendo el pasto en sus pies, con los ojos cerrados sintiendo la brisa fría chocar en su rostro.
Una gotas empezaron a caer, el se levantó para cerrar el techo que funcionaba con una palanca de girar, el empezó a girar pero en un punto se quedó atascada, trato de usar fuerza pero no daba para ningún lado y ya había empezado a llover, le dolieron las manos por sus recientes cortas, estaba mojándose, se dio por vencido y fue por sus zapatos para entrar, pero entonces el castaño lo arribo.
- Que demonios haces aquí afuera – hablo jalándolo del brazo de regreso adentro.
Uso mucha fuerza al soltarlo y cerrar la puerta, el trastabilló un poco pero logro sujetarse del pasamanos de las gradas, Taehyung cerraba todas las ventanas, Nani apareció con toalla para él – Joven, se puede enfermar, no queremos eso – dijo ella con calma, pero el castaño no estaba calmado, para nada.
- Por un demonio Jungkook!! es que acaso no piensas, debiste entrar apenas sintieras la lluvia, la casa no se va a inundar por dejar el techo abierto, es que eres idiota!! – vocifero alzando la voz y acercándose a él amenazante, no tenía intención de hacerle algo.
- Lo siento, solo quería, la palanca se trabó por eso no-
- Debiste dejarla ahí, no te importa enfermarte, eh – lo tomo de un brazo algo fuerte, el apretó los ojos e intento cubrir con la otra mano, por un momento había creído que…
- Taehyung, no le hables así, no tienes derecho – le dijo Nani, el ignoro sus palabras pero lo soltó.
- Será mejor que te vayas arriba y te cambias por ropa seca y no quiero verte en la cena, escuchaste – el asintio temblando más por miedo que por el frío.
Subió casi a tropezones, se encerró en la habitación con su corazón acelerado, en silencio busco ropa seca y cálida, encontró un mono que le regaló su madre, era de una tela gruesa pero liviana, era de un conejito rosa, lo cogió más una camiseta básica blanca y un short blanco igual, empezó a secarse, su llanto no cesaba, pero termino de vestirse y se acostó en la cama bajo las mantas viendo la ventana.
Tuvo miedo de que Taehyung lo golpeara, en serio creyó que le haría algo así, no supo si se detuvo porque Nani estaba presente o porque en verdad no tenía intenciones de hacerlo, no quería indagar mucho en eso.
A las ocho escucho como su puerta se abría, abrazo con fuerza una almohada y se encogió cerrando los ojos, la lámpara del lado donde estaba se encendió, y una mano cálida tocó su frente, la dulce voz de Nani lo hizo abrir los ojos – Vine a ver cómo estabas, te sientes bien, tienes hambre, traje un vaso de leche tibia con una rebanada de pan dulce, que dices – le mostró la bandeja en la mesita, el sonrió sentándose, moría de hambre.
Ella lo acompaño en lo que comía, se veía bonito con ese traje cálido, como un niño chiquito, el termino y se volvió a acostar - Estuviste llorando? – sus ojitos estaban algo hinchados y aún tenía las pestañas húmedas, el solo pestañeo, no mirándola, era más que obvio, ella acaricio su mejilla – Nuestro Tae a veces es algo.. brusco y explosivo, pero es bueno, solo tiene ese problema, no dejes que eso te desilusioné, si – no respondió, ella dejo una última caricia y salió.
El sabía que al convivir con el conocería cosas que nadie seguro sabía, sus peores lados, pero aún no se le quitaba su enamoramiento, hasta parecía que había crecido, pero no era de piedra, le afectaba cuando le hablaba así, empezaba a creer que en verdad era una molestia.
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Aprendiendo a amarte
Fanfikce¿Un capricho? Kim Taehyung no es un capricho, Jungkook en verdad siente algo hacia el. Pero un matrimonio arreglado no parece ser lo que creyó sería, aún así tratara de tener una buen a relación con él, aunque no será fácil.