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A las 11 de la noche estaban de regreso a su casa, igual que la otra vez un chófer conducía, Jungkook dormitaba en el hombre de Kim quien se dedicaba a acariciar su rodilla, al llegar a su destino tuvo que despertarlo, no creía que estuviera en condiciones de cargarlo, entonces entraron.

Jungkook se tambaleaba un poco debido al sueño y las copas que había tomado, se soltó varios botones y dejaba ver sus clavículas y algo más, Taehyung no podía dejar de verlo, algo en él le gritaba que lo tomara, pero no lo haría, no se aprovecharía de él, no en ese estado, avanzó rápido cuando lo vio tambalearse en la cuarta grada, lo sostuvo de la cintura y el volteo a verlo por encima del hombro con una sonrisa traviesa – Me ayudas a llegar a mi cama – pidió algo tímido, todas maneras lo iba hacer.

Abrió la puerta y entraron, aún lo sostenía por la cintura con un brazo, con el otro levantó las mantas para que se pudiera acostar, sin aviso el menor se giró hacia el pasando las manos por su cuello y casi colgándose del mismo, sus labios estaban rojitos, le sonrió de labios sellados y apoyo la frente en su hombro – Porque a todos les parezco taan lindo y sexy pero a ti no, todos me ven con lujuria, deseándome, pero tú no, todos me dicen que soy perfecto, pero para ti no lo soy, o es que no soy de tu tipo – el bufo divertido de oírlo, si supiera.

Una de sus manos acaricio la cintura ajena y mientras llevaba la otra al mentón del azabache lo alzó para verlo, tenía los ojos cerrados, al ser un poco más bajo tenía que agachar la mirada un poco, sin duda la diferencia de estatura le gustaba, delineó su labio inferior con el pulgar
– Quien ha dicho que no me pareces lindo, incluso ahora pienso que eres tierno… y como sabes que no te deseo – susurro sobre sus labios sin llegar a tocarlos, el abrió los ojos encontrándose con esos cafés intensos, nunca había visto esa mirada – Entonces bésame – susurro de vuelta y el así lo hizo.

Atrapó sus labios en un apasionado beso, lo apretó más contra su cuerpo, sus manos se pasearon por su delgada cintura hasta su espalda subiendo y bajando lento, ladeo la cabeza para profundizar el beso, el azabache jadeo en sus labios mientras abrazaba su cuello y hundió los dedos en la cabellera castaña.

No supo en que momento habían caído a la cama, pero tenía al pelinegro bajo su cuerpo, jadeando bajito por los húmedos besos que dejaba en su cuello y clavículas, tal vez el alcohol nublo sus sentidos, o no lo hizo y solo le estaba dando una ayuda, lo levanto un poco para subirlo más arriba y metió una pierna en medio de las contrarias, en un momento de lucidez se alejo unos centímetros para admirarlo.

Respiraba agitado con los labios separados y rojos, su cabello revuelto con unas hebras cubriendo sus ojos, la camisa subida dejando ver su ombligo más los botones sueltos, se le hizo excitante, se inclino a besar nuevamente sus labios, con más calma, mordió su labio inferior y se separó con un pico, - Debo irme, duerme bien – susurro en sus labios y se levantó.

Al cerrar la puerta de su habitación se apoyo en ella y suspiro largo, sentía su cuerpo caliente y sus labios hormiguear, - Pero que estoy haciendo -.

...

La mañana siguiente despertó lloviendo, a media noche habían empezado las lluvias y seguía, sería un día frío, Jungkook giró en la cama y observó la ventana empañada, podía escuchar el sonido de la lluvia gracias al techo del patio posterior, sonrió al recordar lo sucedido en la noche, pataleo en la cama, con mucho ánimo se levantó, eran casi las diez y su estómago pedía ser alimentado, así que bajo.

Quería contarle a Nani el motivo de su felicidad, pero se olvidó al percibir el dulce aroma de una torta recién horneada, al verlo ella le ofreció una rebanada sabiendo que no podría negarse, le sirvió con un vaso de leche, cuando terminó se quedó con ella charlando del clima y cosas banales.

Taehyung bajo a eso de las 12, estaba vestido como si fuera a la oficina, un sábado lluvioso, el pelinegro lo observó cuando se acercó a probar la torta, desvío la mirada al momento que el vio en su dirección, su pie empezó a moverse ansioso - Iré a visitar la fábrica, al parecer hay algunos inconvenientes – comento, Nani pregunto cuáles eran y el le contó, Jungkook se perdió en sus propios pensamientos.

También iba a hacer como que nada ha pasado?, después de besarlo de esa manera, estaba seguro que no estaban tan ebrios como para olvidar algo así, y el castaño había tomado menos copas que él, era imposible que se le olvide, pero ahí estaba haciendo como si nada, debería sacar el tema, pero estaba Nani, grito internamente.

Jungkook.

Pestañeo mirando al frente dónde el castaño estaba, ladeo la cabeza, lo había llamado o fue su mente jugándole un mala broma.

- Te pregunté si te gustaría ir, se que el día está algo frío, pero dentro de las instalaciones hay calefacción – pestañeo de nuevo, si lo había llamado y le hablaba a él.

- Yo, eh.. debería vestir como tú? – pues Kim llevaba una camisa blanca con pantalón negro de traje, la chaqueta la había dejado en uno de los sofás, solo que está vez no llevaba corbata.

- No, puedes vestir lo que gustes, entonces es un si - inquirió ante su falta de respuesta, el asintio más animado.

- Iré a vestirme – lo siguió con la mirada hasta que se perdió en las gradas y cuando escucho la puerta exhaló aire contenido.

- Algo paso entre ustedes, verdad – la voz de Nani lo sobresaltó un poquito, volteo a verla con grandes ojos.

- Nada paso – respondió rápido, pero se notaba lo nervioso que estaba, ella sonrió.

- Oh entiendo, entonces Jungkook debe tener alguna reacción alérgica, lo digo por esas marcas en su cuello, debería consultar al doctor, no crees – medito retirando los platos de la mesa, el resopló pero no dijo nada más.

Jungkook recién cuando salió de la ducha noto las pequeñas marcas en su cuello y un par en sus clavículas, se sonrojo, y así lo había visto Taehyung, - Quiero morirme – .

Como estaba algo frío, se puso un pantalón deportivo, una camiseta blanca con una sudadera amarilla encima, como irían en auto no era necesario abrigo o gorro, se alboroto el cabello y sonrió a su reflejo, no se puso nada en el rostro aparte de crema y bálsamo, solo iban a la fábrica.

….

No esperaba que fuera realmente grande, incluso se transportaban en pequeños carritos como los de golf, Kim salió primero del auto y después le abrió la puerta, solo tenían una sombrilla, tenían que compartir, lo abrazo por los hombros para que no se mojara y caminaron a paso ligero hasta la entrada donde los esperaba uno de los trabajadores.

- Buenos días presidente Kim, Joven Jeon, venga lo estábamos esperando – les indico el camino.

Mientras avanzaban por un pasillo largo y el explicaba brevemente las cosas al castaño, Jungkook miraba todo, al final llegaron a una planta dónde había grandes maquinarias, cruzaron todo eso, pero el por ratos se quedaba viendo algo, hasta que Kim lo llamaba e iba dónde ellos.

Para subir al otro nivel se subieron en una plancha como elevador gigante, solo que está tenía solo unos barrotes para sujetarse, Jungkook le tenía miedo a las alturas así que mientras subían se quedó junto a Taehyung.

Aprendiendo a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora