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Ese día se cumplían dos meses desde que se casaron, Jungkook estaba feliz por eso, era el único feliz, así que quería hacer algo especial, una cena, aunque estaba seguro de que al castaño no le agradaría, pero solo sería una cena, con ayuda de Leslie y Nina preparo todo, incluso tuvo el valor de decírselo al castaño.

Puedes llegar temprano hoy, cenaremos en el patio, se cumplen dos meses y me gustaría tener una cena, nada más, solo será un cena y un poco de vino, podrías hacerlo” Jungkook.

Taehyung suspiro leyendo nuevamente el mensaje, en serio no quería ser el malo, pero empezaba a sospechar que le gustaba al azabache, el no quería sentir nada relacionado a esos sentimientos y si tenía que romperle el corazón de la manera más cruel lo haría, en serio lo haría, pero le tenía consideración, trataría de no ser tan duro con él.

Cuando recibió la confirmación casi salto de alegría, fue a su habitación a arreglarse, se puso una camisa azul, un pantalón blanco, trato de peinar su rebelde cabello, puso sombra en sus ojos, no mucha, y su bálsamo favorito de fresas, como era artificial eso no le causaba alergias.

El techo del patio estaba cerrado, en caso de que llueva y arruine todo, una mesa con dos sillas, velas para iluminar y unas luces que colgaban para que no esté tan oscuro, se sentó a esperar, faltaban unos minutos, se sentó en el columpio mientras tanto.

23:48pm, las velas estaban terminándose, la cera derretida regada en la mesa, suspiro viendo cómo la débil llama luchaba por mantenerse, hasta que se ahogo en su propia cera, estaba sentado en la mesa con la cabeza apoyada en sus brazos, el sonido de la lluvia se escuchaba, se levantó y apagó las luces, vio a Nani en el sofá, ella le dio una mirada de pena.

– No vendrá cierto – musito  y ella negó, apretó los labios, no iba a llorar por eso, después de todo sabía que no le importaba al castaño – Iré a mi habitación – aviso, con pasos lentos se dirigió a las gradas.

Se detuvo cuando escucho la puerta abrirse, se giró muy rápido, Taehyung entro, se veía cansado pero también tenía la chaqueta desarreglada, tenía aspecto de haber ido de fiesta, dejo el maletín en el sofá y se topo con la mirada del pelinegro.

- Que, no deberías estar dormido a esta hora – soltó casi con molestia, el bajo de los dos escalones que había subido, sabía que no debía pero.
- Yo.. estaba esperándote, creí que vendrías temprano, por.. – su voz bajo conforme hablaba, Kim lo miro con indiferencia y frialdad, no pensó en los sentimientos del menor.
- No debiste, se me hizo tarde, además creí haberte dejado en claro que no haría nada de esto, recuerdas – señaló cruzándose de brazos cansado.
- Si, pero yo solo quería-
- No, debes entender que no voy a seguirte el tonto juego, porque no te grabas en la cabeza de una vez que esto no es más que un maldito matrimonio arreglado que terminara en cualquier momento, nada será mágico como te idealizas, no sucederá, deja de hacerte ilusiones tontas, Jungkook, nunca voy a quererte, mi siquiera me agradas y no lo harás, grábatelo , si– sin darse cuenta había alzado la voz exaltándose un poco, el menor se mordió el labio bajando la cabeza, si había sido tonto.

- Supongo que ahora me queda claro, perdón por molestarte, no volveré a hacerlo, lo siento – trago grueso y subió las gradas corriendo, no soportaba eso, porque tenía que ser tan cruel.
- No puede creer que le hayas dicho eso, en serio, que te paso Tae, tu no eres así, él no te ha hecho nada y parece que tu solo quieres vengarte de algo, Jungkook, él.. deberías disculparte, esta ves te pasaste, solo quería cenar contigo, solo eso – dijo Nani pasando por su lado a la habitación continúa a la cocina donde dormía.

Cerro la puerta y se apoyo en ella, las lágrimas caían solas, y el nudo en su garganta era asfixiante, quería ahogar sus sollozos pero estos solo eran más fuertes, con pesar fue a la cama y abrazo una almohada, esa noche lloro hasta que el cansancio llegó en forma de sueño.

Fue extraño para el despertar y no ver al pelinegro en la mesa para desayunar con él, en tan poco tiempo se había acostumbrado a su compañía sin notarlo, el apetito se le fue, Nani también seguía molesta pero eso no quitaba el hecho de que el era su jefe y tenía que respetar eso, aún así, no le hablo, solo si era necesario.

Y así pasaron dos semanas, en las que desayunaba solo, cenaba solo, Jungkook no estaba por ahí cuando el leía o hacia algún trabajo, ni siquiera lo veía en el pequeño jardín que había hecho, o en el columpio, era extraño volver a estar solo.

Tocó su frente, estaba ardiendo, llevaba todo el día así, le preocupaba verlo tan decaído, no sabía cómo había logrado resfriarse, si en esas dos semanas no había salido de la casa, pero ahí estaba, pálido y con una fiebre que lo hacía  delirar - Esto es alarmante, voy a llamar al doctor – se levantó y bajo para coger el teléfono y llamar, justo cuando hablaba con el doctor, Taehyung llegó a la casa y claro, escucho.

- Que sucede – pregunto quitándose la chaqueta y aflojando la corbata, ella lo medito un poco, pero no podía ocultarle algo así, era su esposo después de todo.
- Es Jungkook, ha tenido fiebre muy alta todo el día, así que llame al doctor – el pestañeo.
- Resfriado – cuestionó y ella asintio.
- Iré a verlo – aviso subiendo, quiso detenerlo pero no tenía derecho, con que pretexto lo haría, así que lo dejo.

Jugaba en su teléfono, pero le dolían los ojos, la puerta se abrió y creyó que era Nani, se sorprendió al ver a Taehyung ahí, dejo el móvil y lo observó acercarse, él se sentó en la cama no tan cerca, pero no dijo nada solo acercó su mano a la frente y mejilla, Jungkook se quedó quietito mirándolo asombrado.

- Hace cuánto te sientes mal – pregunto retirando la mano, el dudo en responder, ahora lo regañaría por resfriarse.
- Dos días – su voz salió algo rasposa y  baja, Kim exhaló.
- El doctor ya viene, seguro no es nada grave, Nani cuidará de ti – se levantó para salir, Jungkook lo pensó unos segundos.
- P-puedes quedarte, yo.. le tengo miedo a los doctores – musito casi en un susurro inaudible, su sonrojo se pronunció más y no lo miraba, no podía hacerlo, Kim se giro a verlo con una ceja enarcada.
- Es en serio, sabes que no eres un niño verdad – se cruzó de brazos, Jungkook suspiro rendido, bueno lo intento.
- Ok, no tienes que hacerlo, no es tu obligación después de todo, esto es.. solo olvídalo – se pudo sentir el dolor en sus palabras, Tae sintió culpa.

El doctor le puso una infusión de suero con medicación para que mejore pronto, también le recetó otros antibióticos para tomar, como el medicamento era un poco fuerte paso la mayoría del día durmiendo, Taehyung había llamado a su madre, se sentía algo solo y quería hablar con alguien, así que ella no tardó en llegar, así fuera muy tarde en la noche.

A la mañana siguiente, Jungkook despertó, se sentía mejor así que se levantó para ir al baño, obviamente fue con la bolsa del suero, llegó al baño y bajo la mirada a su pantalón, no podía maniobrar con una sola mano, menos la izquierda, porque sostuvo la bolsa con la derecha en primer lugar, ah torpe - Ah esto no puede ser cierto – murmuró frustrado, necesitaba ayuda claramente.

Sonmi, hablaba amenamente con Nani y Leslie, su hijo estaba en el patio atendiendo una llamada, ese día no había ido a la oficina, ellas estaban hablando sobre realizar un paseo familiar, estaban emocionadas, en eso escucharon el grito del llamado de Jungkook, Sonmi se asomó a las gradas – Cariño, te encuentras bien – pregunto subiendo, el negó, quería ir al baño pero no podía quitarse el suero o soltarlo en el piso, porque el doctor no le dejó uno de esos percheros, necesitaba sus dos manos, - P-puede llamar a Tae, yo… necesito su ayuda – pidió cohibido, ella asintio y bajo de nuevo.

Los geranios habían florecidos bien bonitos, tocó los pétalos rojos y sin darse cuenta sonrió - Jungkook tiene buena mano para esto – murmuró, vio las demás flores, había rosas blancas y rosas, un tulipán, unos geranios, pero más cantidad había de dalias, la voz de su madre llegó hasta el – Hijo, Jungkookie te llama, entra por favor – le pidió y así lo hizo.

Al entrar lo encontró sentado en la cama, sostenía el suero con la mano sobre su cabeza, su otra mano empuñaba la cintura del pantalón, al verlo entrar exhaló, el castaño lo miro.

- Mi mamá dijo que necesitas ayuda, que es – más frío no podía ser, pero eso no importa ahora, se puso de pie.
- Y-yo quiero.. ah el baño – murmuró mordiéndose el labio, Kim ladeo la cabeza cruzando los brazos.
- Y porque no vas, está ahí – señaló la puerta siendo obvio, el pataleo ansioso mirando la puerta.
- No puedo, necesito las dos manos y esto – sacudió la bolsa – puedes… ayudarme – casi que suplico con sus ojitos redondos, el bufo
- Porque yo – reprochó.
- Ay, porque los dos somos hombres, o acaso querías que le pida ayuda a tu mamá o Nani, debería decirle a Leslie, ella estaría encantada de ayudarme a bajarme el pantalón y lo demás, verdad – ironizó.
- Esto no puede estar pasando – se quejo.

Tuvieron una pequeña discusión sobre quién sostendría la bolsa, Taehyung la sostuvo para que el pudiera hacer sus cosas, obviamente le dio la espalda, no quería ver demás, mientras lo escuchaba suspirar aliviado trataba de no pensar en cosas que no eran “Solo está haciendo pis, no malpienses” un toquecito en su hombro avisando que termino, así que volteo, pero muy rápido sin notar que el estaba cerca empujándolo, lo sostuvo con brazo por la cintura para evitar que cayera.

Sus rostros quedaron muy cerca, Jungkook se sostenía de su suéter verde, pestañeo rápido, sus mejillas empezaron a ruborizarse, sin querer paso de ver sus profundos ojos cafés a sus labios rosados, trago saliva y apretó más las manos, Taehyung noto su sonrojo, no era momento pero le pareció extraño que recién notará que era más bonito que antes, se enderezó con él sin soltarlo – Estás.. bien – su voz salió casi ahogada, que le pasaba, apenas vio el asentamiento del otro.

- Muchachos, si ya terminaron bajen a desayunar – esa fue la madre de Taehyung.

Apenas escucharon eso se separaron, Kim carraspeó mirando a otro lado, mientras el pelinegro cogía la bolsa de su mano para salir, ambos corazones latían muy rápido, en la habitación se sentó en la cama y inhaló profundo, vio salir al castaño y para alivianar la tensión le sonrió nervioso, él se rascó la nuca – Te voy a quitar eso, para que puedas bajar, si.

El resto del día paso, Sonmi se quedó hasta las seis, paso el tiempo con Jungkook, contándole muchas historias que se sabía, también lo ayudo a sembrar otras flores que había llevado, haciendo que su hijo se avergonzara – Mi Tae dijo que te gusta sembrar, así que te traje estás – señaló y Jungkook sonrió tímido mirando al castaño que bufo yendo al despacho, su madre reía por eso.

La visita de Sonmi animo mucho al azabache, aunque también se sintió algo triste, extrañaba a su madre, pero sabía que estaba un poco lejos, no quería molestarla, por suerte todas las noches antes de dormir hablaba con ella por teléfono, solo así podía conciliar el sueño, esa era una de las razones por las que no le gusta a dormir solo.

Cómo ya estaba mejor Taehyung fue a la oficina el día siguiente, pero le pidió a Nani que si algo pasaba lo llame, solo así se fue, por más que lo negara se preocupaba por el, incluso había empezado a sentirse bien con su compañía, eso tampoco lo aceptaría, era muy testarudo.

Aprendiendo a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora