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Cursaba la segunda semana del noveno mes, al ser los últimos días, tenía dolores casi diarios, más por la tarde hasta muy entrada la noche, pero el doctor les había dicho que es normal, porque su cuerpo se prepara para el día, el ya quería que todo eso acabará.

Taehyung le daba masajes para tratar de alivianar su dolor un poco, ya que no podía hacer más, pero parecía que si ayudaba, pero le gustaría hacer más, no le gustaba verlo así, retorciéndose del dolor, con los ojitos llorosos y la nariz rojita de tanto llorar, era angustiante verlo así.

16:28pm, estaba profundamente dormido, con ayuda de un té el dolor había cesado un poco cediéndole el sueño para que descansará un poco, Taehyung yacía a su lado acariciando su mejilla, retiro algunos cabellos, con una toallita húmeda le limpió el sudor de la frente y cuello, dejo un besito en su labios y salió dejando la puerta abierta para escucharlo si llamaba, necesitaba un trago.

- Nani puedes darme un poco de vino, en verdad quiero una copa – menciono sentandose  en una silla del comedor, ella lo miro con cariño.

- Fue un día largo, pero no hay vino, tal vez un té o un café bien cargado – ofreció y el negó sutil.

- Lo que necesitas es un buen trago, ven conmigo – ambos miraron al señor Jeon en el marco de la puerta.

Lo siguió hasta el estudio, se sentó en uno de los cómodos sofás de cuero rojo, vio al mayor abrir una botella de tequila, era puro y fuerte, sirvió en cuatro vasos, partió un limón, tenía un mini bar ahí dentro, los dejo sobre la mesita frente al castaño y se sentó agarrando uno, - Adelante, te sentirás mejor – alentó, entonces cogió uno.

El fuerte líquido paso quemándole la garganta, pero a la vez era sanador, suspiro complacido, no se hizo del rogar con el otro trago – Ah, como necesitaba esto – expreso, el pelinegro mayor solo asintio con una sonrisa, se quedaron hablando por unos minutos, tal vez unos 15 o 20, tomaron otro trago, y después Taehyung decidió regresar a la habitación.

Cuando entro vio al pelinegro despierto, tallando un ojo mientras se rascaba la pancita, sonrió ante tal imagen y se acercó para besarlo aunque el aún estaba medio dormido pero le devolvió el beso, algo torpe pero lo hizo.

- Cómo te sientes – pregunto sentandose y el rápidamente se aproximó para sentarse en su regazo a horcajadas.

- Mejor, creo, cuánto dormí – el castaño arregló un poco su cabello mientras acariciaba uno de sus muslos.

- Unos dos horas talvez menos, pero te ves mejor eso sí.

Pero la tranquilidad les duró poco más de una hora, cerca de las 7 y media los dolores volvieron, eran como fuertes ataques que llegaban de golpe pero tardaban en irse, siendo desesperantes.

Jungkook apretaba las sábanas bajo sus manos, lágrimas cayendo, Taehyung se arrodillo entre sus piernas, empezó dándole masajes a sus muslos y subiendo por su cadera, lo elevó un poco subiéndolo en sus propias piernas y poder masajear su espalda baja, esa era la única posición que no incomodaba al azabache.

- Ya mi amor, solo respira, ya va a pasar – alentaba, el respiraba agitado.

A diferencia de los otros días el dolor cesó más rápido y no volvió, aprovechando eso, lo ayudo a bañarse, también lo vistió, entonces así se acostaron para dormir, era la primera noche después de varias en que dormían a las 10.

...

A las 4 de la mañana Jungkook lo despertó con sus gritos desesperados, aturdido encendió la luz y al sentir parte de su ropa mojada frunció el ceño, - Pero que..- regreso al pelinegro que respiraba fuerte, oh, parecía que se había orinado, solo que era más pegajoso y transparente, que era eso.

- Tae.. el bebé.. el be-bebé y-ya – apretó los ojos cuando otro dolor le llegó, Kim se acercó a él.

- Pero todavía faltan 2 semanas – le cogió una mano mientras marcaba un número en el teléfono inalámbrico.

- Yeonhwa, Soojoon – llamo poniéndose el teléfono contra el oído, Jungkook le apretó la mano con mucha fuerza, el se quejó bajito.

- No soy la almohada mi amor – musito con una sonrisa nerviosa.

- Que pasa – dijeron los mayores al llegar.

- El bebé – dijeron ambos a la vez.

Mientras Soojoon alistaba la maleta con ropa para su hijo, el bebé, y más cosas, Yeonhwa lo vestía ya que estaba solo con una camiseta del castaño y en bóxer, Taehyung seguía en la llamada con el doctor que asistiría el parto, cuando confirmo todo se giró a ellos – Hay que llevarlo a la clínica – aviso y corrió a buscar un abrigo.

El doctor vio el auto estacionarse al frente y envío una silla de ruedas, el padre del menor iba al volante, Taehyung salio de los asientos traseros, Yeonhwa bajo la maleta y una manta, Kim lo puso en la silla de ruedas y entraron, rápidamente lo llevaron a la sala de partos, y todo estaba listo  le pusieron una bata, obviamente Taehyung entro con él.

- Bien, vamos a empezar, te pondremos un poco de anestesia, si pero como no hay tiempo, la pondremos donde se hará la disección, dolerá un poco – aviso y Jungkook tomo aire.

- Yo quiero intentarlo – dijo y el doctor lo observó después a Taehyung que se mostró seguro de eso, podía ser peligroso, demasiado.

- No soportaras, créeme, esto será rápido y-

- No, yo quiero tratar – insistió, el suspiro viendo el reloj.

- Tenemos poco menos de diez minutos, si no funciona abriré, de acuerdo – el asintio.

Agarro la mano de Taehyung que se mantenía a su lado, parecía muy nervioso, le dio un beso en la frente, el doctor se puso en posición – A la cuenta de tres empujas con toda la fuerza, de acuerdo – ambos asintieron, contó y le dio la orden, el empujó con todas las fuerzas, hasta ponerse rojo y sin aire - Bien, una más.. ahora empuja – lo hizo de nuevo, Taehyung a su lado le limpió el sudor - Tu puedes, vamos – ánimo, el doctor dio otra señal y como si todo se detuviera escucharon el llanto, uno que hizo eco en sus oídos.

Taehyung pestañeo casi sin respirar cuando vio a la enfermera envolver a la pequeña cosita en una sábana verde y se acercó a ellos - Es un niño muy hermoso – les dijo antes de llevárselo para revisarlo que todo esté bien, el momento mágico acabo cuando Jungkook cayó sobre la camilla y la máquina empezó a pintar alertando a todos.

- Que pasa, doctor que le pasa – hablo viendo cómo palideció, empezó a sentir un miedo horrible de solo imaginar lo peor, no eso no estaba pasando, cierto.

- Su ritmo cardíaco está subiendo.. y está perdiendo mucha sangre, doctor – las enfermeras lo vieron asustadas.

- Bien, ahí que limpiar su interior y darle analgésicos, estará bien, tenemos que tenerlo en observación – lo último fue dirigido a Taehyung.

...

A las dos de la tarde Jungkook despertó, se sentía desorientado y muy adolorido, llamo al castaño que estaba dormido junto a la camilla en un sofá, pero al escucharlo se acercó casi cayendo, tomo su mano y le sonrió bonito, el también lo hizo pero cansado.

- Hola bonito como te sientes, quieres agua – dijo cogiendo la botella, el asintio.

- Parece que me acaba de atropellar un auto, me siento extraño – murmuró antes de tomar el agua, terminando la botella, ni el sabía que tenía tanta sed.

- Tal vez es el analgésico que te dieron, por un momento creí que habías muerto, me asusté muchísimo, pero es bueno que ya despertarás... quieres verlo – sus ojos brillaron y asintio.

Taehyung se acercó a una cama parecida a una incubadora, saco un pequeño envuelto en mantas blancas, lo cargo con tanto cuidado y regreso a él, dejo al pequeño en sus piernas y subió la cama para que pudiera verlo, los ojos de Jungkook brillaron al verlo, dormía con un puchero igual a los que hacía el castaño a veces, sus manitas hechas puño, vestía con ropitas celestes.

- Cielos, es hermoso.. se parece a ti – señaló cogiendo una de sus manitos, el pequeño se removió.

- Si, es precioso, yo creo que se parece a ti, duerme como tú – le tocó un piecito bajo la manta.

- Oh Tae, es tan.. creo que voy a llorar – el castaño sonrió abrazándolo y besando su frente, el se sentía igual cada segundo que veía a su hijo, suyo.

Se sentó a su lado en la cama ambos observando al pequeño que empezaba a despertar, arrugo el rostro sus cejas un poco peladas enrojecieron al tiempo que hacía un puchero más pronunciado, y empezó a llorar, Jungkook lo tomo en brazos al ver la cara de sorpresa de su esposo al no saber que hacer, lo meció pero no paraba, giró al castaño – Tal vez tiene hambre – el vio al pequeño y después noto que sus pechos eran más grandes, abrió los ojos – Si yo también puse esa expresión cuando los ví, el doctor dijo que era bueno – escucho a Taehyung.

Con su ayuda se quitó una manga de la bata para poder amamantar a su pequeño que apenas sintió el pezón cerca de su boca la abrió y empezó a succionar, con una manito se aferro al pecho y abrió los ojos por escasos segundos, Jungkook en verdad sintió que era como amor a primera vista, igual a cuando vio al castaño en la sala de exhibiciones, pero era algo más genuino, una calidez llenándole.

Era un tipo de amor diferente, uno que se creo durante esos meses y en ese momento solo se consolidaba.

Aprendiendo a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora