Capítulo 22

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Enko se marchó a encontrarse con Lucían, estaba molesto porque Madison lo había presionado para que le contara sobre Marco. Odiaba recordar que por su culpa su hermano mayor había sufrido. Le molestó que Madi no dejara de compararlo con él, porque era la misma razón por la que Marco había recibido tantos castigos e incluso la cicatriz en sus mejillas. Pero tenía que enfocarse en el problema que tenía ahora, debía saber la verdad sobre Nick. Con eso en mente, se marchó a reunirse nuevamente con Lucían.

—Investigué a nuestro amigo Monserrat. Empezó a trabajar para nuestro padre recientemente —informó Lucían cerrando el portátil frente a él— Todo indica que no quieren asesinar a Madison, de lo contrario ya hubieran ido por ustedes —dedujo.

Enko sacudió la cabeza sin comprender a su hermano.

—Eso no tiene sentido, ya la han intentado asesinar antes —le recordó Enko.

—No, según lo que me contaste con el incidente en la plaza, solo querían secuestrarla, y luego mandan a Nick que resulta tiene un pasado con ella y solo aparece para molestarte a ti. Lo que me hace pensar es; que nuestro padre quiere llegar a Madison, quiere contactarla.

—No creo esa basura, seguro que envió a Nick para que le hiciera daño a mi Madi —Lucían puso los ojos en blanco.

—Investigué el historial de Nick Monserrat y no veo una buena razón por la que mi padre lo buscó, no le sería muy útil, además de que es muy novato. Lo único util que tiene Nick para mí padre, es el pasado entre él y Madison —volvió a explicar.

—¿Para qué mi padre querría llegar a ella si no es que para dañarla? —Enko admitía que muchas veces no comprendía lo que Lucían decía, pero justo ahora lo que le decía no parecía tener nada de sentido.

—No le quiere hacer daño hermano, entiende. Tuvo la oportunidad para hacerlo e incluso ahora, dos días después de la aparición de Nick en tu hotel, no han intentado hacerle daño.

—Está bien, genio. Si eso es cierto ¿Por qué razón mi padre quiere a Madison?

—Pienso que puede ser la misma razón por la que el licenciado Farrell dejó documentos exclusivos para Madison.

—¿Y esa razón es...?

-—¡Yo que sé! Soy un genio no leo la mente y mucho menos adivino. Tu conoces más a Madison que yo ¿Qué la hace tan especial? ¿Por qué sería importante para mi padre?

—Bueno, es muy inteligente —pensó—, pero sé que Madi no se prestaría para sus trabajos. Ella tiene un gran sentido de la justicia.

Lucían sonrió al ver como su hermano hablaba de Madison.

—Pues creo que mientras no sepamos las verdaderas intenciones de mi padre, yo que tú no dejaría a Madison sola —le aconsejó.

Enko se estremeció por el pánico, ya la había dejado mucho tiempo sola, probablemente ya se habrían dado cuenta de su ausencia e intentaría llegar a Madi otra vez. Mataría sin piedad a Nick si se atreviera a tocarla, el mero pensamiento hizo que el animal en él rugiera por sangre.




Luego de que Enko la había dejado sola en la habitación, Madi no podía sacarse de la cabeza lo que le había contado sobre Marco. Por un momento quiso escuchar la historia de la propia boca de Marco, pero eso no sería posible pues ya le había advertido que no habría una segunda oportunidad de ser amigos. Se entristeció al recordar sus palabras "Y cuando tenga que volver a ser el demonio que todos piensan que soy, tengas en cuenta que nadie me ha dado la oportunidad de ser algo más, ni siquiera tú". Tenía razón, pero no era algo fácil de hacer, pero aún así su corazón le creía, después de todo, cada hijo Bogoloski ha sido forzado a ser un demonio.

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