Hesitate

Capítulo 8

Después de que James Fraser conociera su historia, Claire no podía mirarlo a los ojos como antes. Se sentía expuesta, vulnerable, casi como si estuviera desnuda frente a sus ojos. No podía dejar de pensar en la reacción que tuvo el chico cuando descubrió su pasado, él se veía y se escuchaba tan molesto y consternado.

Ese día, Jamie había estado en el salón antes de que Claire llegara, como era de costumbre, pero esta vez ella no lo saludó, solo se sentó en su escritorio y abrió uno de sus libros. El chico observó su comportamiento con el ceño fruncido pero decidió concentrarse en lo suyo.

Cuando Claire terminó con sus clases se sintió totalmente exhausta pero no podía darse el lujo de relajarse. Caminó hacia su coche mirando para todos lados, se subió en el y condujo dando varias vueltas antes de dirigirse a su destino final. Pero algo la estaba incomodando, la sensación de ser perseguida se hacía cada vez más presente pero por más que miraba por los espejos no podía ver nada.

Detuvo su coche, suspiró y bajo de el. Observó el edificio y se dispuso a caminar hacia la entrada, pero algo que pudo ver de reojo capto su atención. Metió las manos a los bolsillos de su chaqueta y giro un poco hacia su lado izquierdo ladeando la cabeza.

—¿Me está siguiendo sr. Fraser?

Segundos después James salió de su escondite, bajando de su motocicleta que había estacionado al lado del edificio, con las manos en los bolsillos de sus jeans.

—¿Cómo...?

—El cabello. — Respondió Claire — Y además no es muy discreto con el sonido de esa motocicleta. — El chico asintió apretando los labios y mirando hacia el suelo. — ¿Me puede decir porque me está siguiendo?

—Quería asegurarme de que estuviera bien.

—No tiene porque seguirme. Puede irse a su casa tranquilo, yo estoy bien... Buenas tardes sr. Fraser — Claire comenzó a caminar hacia la entrada del edificio y justo unos pasos antes de la puerta se detuvo al escuchar al chico.

—¿Aquí es donde vivirá ahora?

—Buenas tardes sr. Fraser. — Respondió ella sin voltear a ver al chico y entro al edificio.

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—Gracias por dejar que me quede aquí unos días. — Dijo Claire mientras se quitaba el abrigo y lo dejaba sobre el sofá.

—Sabes que cuando lo necesites puedes venir aquí. — Respondió Joe con una pequeña sonrisa — Aunque aun no entiendo cómo es que Frank nunca ha dado con la ubicación de este lugar.

—Yo creo que si sabe de este lugar, pero simplemente no se atreve a molestarme aquí porque sabe que estás tú. — Ella se sentó frente a la barra de la cocina observando cómo Joe preparaba té y unas cuantas galletas.

—¿Y qué fue lo que desató la ira de Frank Randall esta vez? — Preguntó el poniendo una taza con té frente a su amiga.

—Uno de mis alumnos. — Claire dio un sorbo a su taza y Joe le dedico una mirada de sorpresa arqueando las cejas.

—Claire Beauchamp, no sabía que te gustaban más jóvenes...

—No empieces con eso Joe. No tengo nada con él... Simplemente me ayudó a llegar a casa porque uno de mis neumáticos se ponchó. Frank lo vio cuando me estaba dejando en el edificio y llegó a sus propias conclusiones así como lo haces tú ahora.

—A ver, pero explícame una cosa... Este alumno del que estamos hablando, ¿Es el mismo chico que te ayudó a detener a Frank? — Claire asintió con la mirada en su taza de té — Entonces no creo que él sea un simple alumno.