—¡Wow! Era algo obvio que le interesabas al chico pero no pensé que se fuera a animar tan pronto a decírtelo. — Dijo Joe mientras abría una de las cajas de la mudanza.
—¿De qué hablas? — Claire frunció el ceño — ¿Cómo que era obvio?
—Cariño, yo se que tú no eres muy buena para estas cosas, pero a ese chico se le ponían ojos de cachorrito cada vez que te miraba. Y después de lo que me has contado, un alumno común y corriente no tiene todas las atenciones que él ha tenido contigo.
—A mi también se me hacía un poco raro algunas cosas, pero no pensé que fuera porque sintiera algo por mí. — Ella se encogió de hombros — Creí que solo quería quedar bien con la profesora con la que empezó con el pie izquierdo.
—Por favor Claire — Joe rodó los ojos — Si solo hubiera sido eso, no se hubiera quedado toda una noche contigo cuidándote de que tu ex esposo psicótico regresara.
La morena se quedó en silencio y mirando fijamente la caja que tenía frente a ella. Ahí estaba la chaqueta de James y a su mente vino el recuerdo de los labios del muchacho sobre los suyos. Acarició la chaqueta con la yema de los dedos y suspiró.
—Y a todo esto. — Continuó su amigo — ¿Tu como que sientes? ¿Sientes algo por él?
—Eso no importa. — Claire apartó la vista de la chaqueta y se cruzó de brazos girando en dirección a donde Joe estaba parado — Tu sabes que no me puedo dar el lujo de sentir algo.
—¿Por qué? ¿Por qué es tu alumno? — Joe arqueo una ceja y se cruzó de brazos.
—Ese es uno de los motivos principales, pero te puedo hacer una lista de porque esta situación saldría mal.
—Eso no responde a mi pregunta... ¿Qué sientes por él? ¿Qué sentiste cuando te tomó y te besó?
—Por favor Joe, no quiero hablar de eso... Dejémoslo solo como algo que sucedió y que no va a volver a suceder. No importa nada más.
—Bueno, yo solo te voy a decir una cosa, si tú no te quedas con él, yo lo haré.
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Claire no había podido dormir mucho durante las pocas horas que le habían quedado después de desempacar y acomodar todo. Joe se había ido casi una hora después de media noche y ella se había recostado en la cama intentando conciliar el sueño pero no había tenido mucho éxito. Había dado vueltas en la cama, se había levantado por un vaso con agua más de una vez y cuando su despertador comenzó a sonar ella ya tenía los ojos abiertos y miraba hacia el techo.
Se levantó y se dio un baño, se vistió y se maquillo un poco y durante todo ese proceso lo único que pasaba por su cabeza, al igual que la madrugada anterior era James Fraser. Se sentía ansiosa de verlo nuevamente, no sabía si lo iba a poder mirar sin que a su cabeza viniera el recuerdo de cómo la tomó entre sus brazos y como la besó.
Sacudió la cabeza y tomó su lápiz labial de siempre para deslizarlo por sus labios. Se miró una última vez en el espejo y a pesar de su desvelo pensó que no se vía tan mal.
El nuevo departamento estaba un poco más cerca de la universidad, y a pesar del tráfico, el trayecto no fue tan largo. Bajó de su coche dejándolo estacionado en el lugar habitual y caminó hasta su salón de clases. Se detuvo un par de pasos antes de llegar a la puerta y respiró profundamente.
Para su sorpresa, y vaya que si fue bastante inesperado, James Fraser no estaba sentado en su lugar habitual. Claire frunció el ceño y tomó su celular del bolsillo de su maletín para observar la hora. Faltaban diez minutos para las nueve de la mañana y él no estaba ahí. Ella caminó hasta su escritorio, dejó su maletín sobre de el y después se quito su abrigo. Se sentó en su silla mirando fijamente al lugar habitual del chico pelirrojo y sintió una punzada en el pecho.

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Hesitate
RomanceJames Fraser es el chico apuesto y caballeroso al que todas desean pero nadie ha podido tener pues sus ojos están puestos en su profesora Claire Beauchamp, una mujer cerrada, seria e intrigante.