Hesitate

Capítulo 26

—¡Wow! Parece un episodio de un programa de televisión — Dijo Joe del otro lado del telefono.

—Te lo juro, que cuando la madre de Jamie entró a esa oficina casi se me sale el corazón por el pecho. — Claire cerró la puerta de su departamento detrás de ella y dejó su maletín y su abrigo sobre el sofá. — Aunque creo que arruiné todo con el encuentro que tuve con Loaghaire.

—Yo solo voy a decirte, que esa niña tonta si que se merecía que la pusieran en su lugar.

—No se que va a pasar después de esto, pero creo que si debo dejar la escuela.

—¿Vas a dejar que ella gané?

—No es que vaya a ganar, yo sabía que esto tarde o temprano sucedería, solo esperaba tener un poco más de tiempo para enfrentarlo.

—Bueno, velo por el lado amable. El chantaje se acabó, y no es como si tu y el chico Fraser no hubieran tenido su relación en secreto antes. Solo es cuestión de dejar que las cosas sigan su curso. Se les va a olvidar el rumor en un par de semanas.

—Espero que tengas razón. — Claire resopló — Porque Fitzgibons me va a tener en la mira a partir de ahora.

—Tal vez debas considerar la propuesta de Wilder.

—No lo se... — El sonido del timbre la interrumpió y su vista fue hacia la puerta — Te llamo luego.

Claire colgó el telefono y lo dejó sobre la mesa a un lado del sofá, caminó hacia la puerta y al abrirla se encontró con James del otro lado.

—¿Por qué tocas la puerta? — Preguntó ella haciendose a un lado para dejarlo pasar — Puedes entrar sin problema.

—No sabía si querías verme. — Respondió el chico entrando al departamento — Después de lo que pasó hoy.

—No fue culpa tuya. — Claire se recargó en la puerta después de cerrarla dandose media vuelta para observar a Jamie, quien la miraba con el ceño fruncido y las manos dentro de la chaqueta — Al contrario, creo que solo se adelantó algo que iba a pasar tarde o temprano. Loaghaire nunca se iba a cansar de chantajearnos.

—¿No estas enojada? — Preguntó Jamie dando un paso al frente.

—No lo estoy. — Claire negó con la cabeza — Al contrario, agradezco que tu madre haya intercedido por mi.

—Cuando la llamé no sabía que iba a atreverse a ir al campus.

Ambos sonrieron, compartiendo la complicidad de ese momento en la oficina del rector.

—La noche anterior, cuando me dijiste que se había acabado, ¿Te referias a lo de Loaghaire?

—Si... — James frunció el ceño — ¿A que pensaste que me referia?

—A nosotros...

El chico acortó la distancia entre ellos con un par de pasos largos y tomó el rostro de Claire entre sus calidas y grandes manos.

—Disculpame si te hice creer que me refería a nosotros. — Estaban tan cerca que sus respiraciones se mezclaban — Yo solo quiero estar contigo Claire... No resistía más lo que esta situación nos estaba haciendo.

Claire sonrió levemente y pasó sus manos por los fuertes brazos del chico hasta colocarlas a la altura de sus omoplatos.

—Gracias. — Susurró ella — Por ser valiente por los dos.

James enrredo una manó por los risos de la morena y se inclinó para besarla en los labios con suavidad. Pero Claire no quería suavidad, lo necesitaba, lo añoraba; se precionó contra su cuerpo pasandole los brazos sobre el cuello e introdujo su lengua a la boca del chico. Jamie la tomó por la cadera y sostuvo contra la puerta para presionar su cuerpo contra el de ella. El beso se volvió ansioso, desesperado, se devoraban los labios como si no se hubieran besado en una eternidad. Y eso era lo que ambos sentían, que sus labios, sus cuerpos, habían estado separados por tanto tiempo que lo único que sentían era la atracción como polos opuestos jalados por el magnetismo.