Elizabeth Swan llevaba un caótica vida como celebridad juvenil, hasta que el mundo de las drogas la llevo a tomarse un descanso de su carrera en el pequeño pueblo de su padre, dónde retoma sus viejas amistades, pasará unas buenas vacaciones y quizás...
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-¿Tu hermana estará bien? Tengo entendido que su sangre se parece a la tuya y la otra pelirroja busca hacerte daño.- Cuestionó Jacob.
- Lo estará. Fue con sus amigos al centro comercial y dormirá con la hija menor de los Cooper. -Lo tranquilizó Bella. - Dice Edward que su sangre está contaminada. -Susurro tristemente
-Oh...
- Por cierto, ¿no pelearas? -Le cuestionó también la chica al otro.
- No, me quedare aquí. La conexión con la manada me mantendrá altanto. -Explico. -Además, Seth tomará mi lugar.
Por la noche Bella que moría de frio casi en literal, fue calentada por Jacob y al quedar esta dormida Edward hablo primero.
-Entonces ¿Qué tan bien conoces a Elizabeth? - Pregunto el castaño.
-Sí, solo es como unos meses menor que yo, así que congeniamos muy bien. -respondió. – Ella solía venir incluso más que Bella por acá, de hecho. Es muy sociable y por eso a todos les agrada... La cuidan, sobre todo.
-Ya veo. Es una chica muy especial -Hablo recordándola el pálido.
La conversación entre ambos chicos tomo otro rumbo después de ello.
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En otra parte de ahí, mientras sus conocidos se preparaban y respectivamente habría una batalla contra un ejército de neófitos y había una disputa con los Volturi, una pelirroja jugaba junto a sus amigos en un restaurante de un gran centro comercial.
-Es el moco más largo que jamás he visto en mi vida. -Se burlo Alison.
-Diablos, Tristán, ¿Esa cosa de verdad salió de ti? - Exclamó Lizzy.
-No se supone que saliera eso. -Se defendió él.
-No se supone que uno se meta las papas en la nariz. -Rio Obie.
-Creo que nos van a echar del local. -Se rio también Gilbert.
Al terminar su comida salieron a comprar los boletos para una función de cine, pero esta comenzaba en una hora, por lo que los chicos buscaron una mesa y platicaron un poco más.
- ¡No quiero que se vaya mi Lizzy! - Chilló Obie.
-Entonces acompáñame. -Le sugirió la pelirroja.
Todos la miraron.
-Bueno, pueden venir todos, supongo. -Dijo. -Podrían acompañarme a la fiesta porque a la ceremonia de entrega de premios no creo que los dejen pasar.
-Ay, Lizzy. ¡Eres tan buena! -Se abalanzo a ella Gilbert.
-Sí, conoceré a Natalie Portman y nos casaremos. -Fantaseo Tristán.
-Serás rica y nos compraras muchas cosas también. – Alison miro esperanzada a su amiga.
-Creí que ya lo eras. – Parecía confundido Obie.
-Es que decidí que tocaría todo el dinero hasta los dieciocho, bueno, mis padres. -Rio la pelirroja. - ¿Y ustedes como es que tienen dinero si son terribles distribuyendo metanfetamina? Se la terminan antes de venderla.
-Alison le roba a su abuela Fentanilo, usamos esa y vendemos la otra. -Explico Gilbert.
-Eso explica mucho. – Rio Lizzy.
- Por cierto, ¿No llevarás al chico? - Alison se refirió a Seth.
- Ya lo había invitado, pero su mamá no lo dejo. - Contestó.
Ellos asintieron y platicaron un poco más de que atuendos llevarían, que celebridad querían conocer, etc.
Saliendo del cine decidieron que querían ir al karaoke también. Entraron, y los chicos fueron quienes cantaron como locos y bailaron sin pudor algunos las canciones de Britney Spears.
- ¡Deshonor! -Chillo Lizzy tapando sus ojos.
-Jamás vi baile similar. -Se burlo la rubia.
-Ni que lo digas. -Se le unió la pelirroja.
-Por favor no lo mencionen de nuevo, es vergonzoso. -Dijo Obie siendo apoyado por Tristán.
-Pues yo me divertí. - Exhaló Gilbert con alegría.
Todos rieron.
- ¿A dónde vamos ahora? – Preguntó Alison desde el asiento trasero de la camioneta.
- A la playa, claro está. -Le contestó Gilbert desde el asiento del conductor.
-Qué bueno que traje esto. - Sacó de su mochila un estuche y todos entendieron que es lo que la rubia planeaba hacer.
- ¡Diablos, señorita! -Exclamo Obie, lo que hizo que todos rieran.
Ya en la playa, colocaron la bocina de la camioneta lo más alto que el volumen les permitió y cantaban a ritmo de Bon Jovi.
- ¿Estás segura? -Le preguntó Obie a la pelirroja.
-Claro, ¿Crees que porque he ido a rehabilitación estoy limpia? -Y entonces la pelirroja esnifo por segunda vez. -Extrañaba esto.
No eran las mejores influencias en sus vidas, pero todos unidos reían siempre, y lo más hermoso de sus momentos juntos, es que el tiempo no pasaba.