Elizabeth Swan llevaba un caótica vida como celebridad juvenil, hasta que el mundo de las drogas la llevo a tomarse un descanso de su carrera en el pequeño pueblo de su padre, dónde retoma sus viejas amistades, pasará unas buenas vacaciones y quizás...
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28
(2 años antes)
Obie despertaba abruptamente haciendo que todos despertarán por igual, pero igual fingían dormir.
-Lizzy- Desde el otro lado de la habitación le susurro Obie.
Lizzy sabía que lo significaba y se levantó de la cama para ir a la del chico.
-Tranquilo, ya estoy aquí. - Su recostó a su lado y beso su frente tiernamente, para después estirar su brazo y ofrecerlo al chico. La mueca de dolor y el olor a hierro no se hicieron esperar.
Hace un par de días que Elizabeth por efectos de la medicina era más humana que el resto, y Obie que era más vampiro que todos, comenzó a tener una especie de fascinación por la sangre de la chica. Había subidas y bajones. Por momentos eran más humanos, y otras veces más vampiros.
Un total desequilibrio.
Obie era el más inestable. Muy impredecible para todos... Y tan fuerte que Erwin no se atrevía a hacerle frente del todo, ni él, ni sus amigos.
Tenía sed de todo y los chicos detrás de ellos, se lamentaban con ellos mismos por no poder hacer nada por su amiga. Tristán que antes había intentado una nueva técnica de escape y fallo ahora estaba esposado y Gilbert tapaba sus oídos al no soportar las muecas de dolor de su amiga. La pelirroja jamás odio a Obie por eso, o si quiera un sentimiento similar, porque ella veía su dolor, sabía que su naturaleza era mayor que él. Lo miraba a sus dolidos ojos y con los suyos les decía que estaba bien, que él estaría bien y que ella también.
Elizabeth yacía en su cama lastimada por todas partes y todos creían que moriría pronto. Erwin entro a la habitación y acaricio el cabello rojo de la chica.
-Elizabeth, querida. - La llamo sin recibir respuesta, aunque sabía que lo escuchaba. - ¿Sabes porque hago todo esto? Yo hace mucho tiempo tenía una hermana, ella era hermosa, tanto como tú, pero azotó la peste negra, entonces yo y toda mi familia, incluyéndola a ella enfermamos. - Soltó un suspiro. - Mi vecina Lady Lucas me transformó y yo transforme a mi hermana para salvarla, pero ella no pudo aceptar en lo que se convirtió. Profano su odio contra mi y todos los vampiros, se marchó y solo aceptaría mi cercanía si yo encontraba una cura.-Salió a relucir su plan. -Por eso me prometí que encontraría la manera de dejar de ser esto. - Se señaló con rechazo. - , y solo creí haberla encontrado cuando mordí a un hijo de la luna, y este rechazo mi veneno. -Recordó. -Así que me decidí a encontrar la cura con su ADN, y así lo hice, pero, ya no estoy seguro de que funcione. -Esto último lo sollozo enfermizamente.
