"Prueba mi paciencia. Di algo, algo que me haga mantenerme cuerdo. Algo que me haga sentir que esto no es el jodido infierno."
Fanfic de la película "Cherry", protagonizada por Tom Holland.
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┌→❝ 𝐍𝐨𝐛𝐨𝐝𝐲 𝐬𝐚𝐢𝐝
𝐢𝐭'𝐝 𝐛𝐞 𝐞𝐚𝐬𝐲 ❞」
Cherry
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Nuevamente entré a un establecimiento con el mismo modus operandi del billete de un dólar con la frase "Tengo un arma.
Me formé en la fila y cuando llegó mi turno en la caja la mujer que estaba atendiendo me miró un momento.
— ¿En qué puedo ayudarle? —Preguntó con ese tono de hartazgo que todas usaban.
Tomé mi billete y lo extendí con mis dos manos para que ella pudiera leer la frase. Inmediatamente me miró una vez más pero no parecía asustada.
—Dame todo lo que tengas en la caja, ahora. —Ordené.
Su respuesta fue mirar a la caja y luego mirarme a mí, pero no hizo nada.
— ¡Ahora! —Le grité y esta vez ella tensó la mandíbula.
La vi sacar el dinero y dejarlo sobre la ventanilla, de inmediato tomé el dinero e iba a salir cuando el alarma sonó y las puertas del banco se cerraron.
—Con un carajo —mascullé viendo a todos mirarme—. ¡Abran la puta puerta!
Todos observaban pero nadie hizo caso, tuve que sacar la pistola y soltar dos disparos al aire haciendo a todos en ese lugar intentar protegerse.
—Escuchen bien, o abren esa puerta o van a haber heridos —amenacé—. ¡No me hagan dispararle a cualquiera de los presentes aquí!
Y al final abrieron la puerta, logré salir y subí al coche. Conduje lo más rápido posible hasta llegar a mi casa. Escondí el auto en el garaje e incluso le puse una lona encima, lo necesario para evitar que fuera visible ante los vecinos.
Miré una última vez el dinero adquirido en el último banco. Eran los últimos mil dólares que necesitaba y un poco más. Esbocé una sonrisa llena de calma. Entré a casa y fui a la habitación.
______ estaba en la cama todavía aún en bragas y una camiseta holgada, estaba un frasco con tabletas de oxicodona en la mesita y un vaso de agua a la mitad.
— ¿De nuevo estás drogada? —la cuestioné pero no me respondió, tan sólo miraba un punto en la pared parpadeando de vez en cuando y respirando lento—. Mierda, Palmer. ¿Es en serio?
Me acerqué a ella y la tomé de las mejillas obligándola a verme. Me alejó con violencia mi mano de su cara.
— ¿A ti qué te importa? —reclamó—. Hazme un favor y vete a la mierda. ¿Por qué no vas a conseguir el jodido dinero que hace falta?
