4. Deberían casarse

615 78 20
                                    

La mañana llegó entre risas y abrazos, aquel pequeño se encontraba junto a su padre y su tío caminando hacía la escuela, con pequeños saltos como juego siendo feliz como todos los días, dentro de algunos segundos se detuvieron en frente de las escaleras y el pelinegro le entrego la maleta que llevaría a la clase.

—No hables con extraños, hazle caso a tu maestra, pon atención en clase, no te apartes solo de la escuela y come todo tu almuerzo — le dijo el pelinegro al menor con una sonrisa mostrandole las reglas que tenía que seguir.

—De acuerdo papá — sonrió acomodando su maleta en la espalda, el pelinegro se agacho para que le diera un pequeño beso en la mejilla — Adiós Tío Dew — se despidió con la mano sin dejar de sonreír recibiendo la misma despedida por parte del mayor.

Ambos chicos se quedaron esperando a que el pequeño entrara con tranquilidad a la escuela observando que no tuviera ningún accidente en las escaleras, al momento en el que el pequeño desapareció de su vista comenzaron a caminar alejándose del lugar.

—Debo irme — menciono el pelinegro sin detener su paso.

—¿A donde?

—A la lavandería — aclaró sin ningún tipo de explicación más.

—¿De que hablas? — preguntó jugando un poco con el, le gustaba molestar a su amigo haciendo que saliera de sus casillas.

—Amigo mío yo no tengo una madre que me lave y planche la ropa — soltó con sarcasmo acompañado de una sonrisa irónica — Debo de hacerme cargo de las cosas de mi hijo — soltó volviendo a su mirada molesta.

—De acuerdo te acompañare — sonrió tomando el brazo de su amigo

—No, no iras — respondió soltándose del agarre.

—Iré no tengo nada más que hacer — agrego ignorando lo que Bright había dicho.

—No porque irá Win — soltó con el tono un poco más molesto del que tenía antes.

Dew se detuvo un poco para poder mirar a su amigo a los ojos — Así que tendrás una cita con Win en la lavandería? ¿Qué harán? — sonó un poco vacilante.

—Solo lavaremos ropa que tiene de raro — menciono fastidiado pero un poco nervioso por lo que su amigo decía.

—Vaya Bright que romántico estas últimamente — soltó una carcajada — Deberías darme la dirección para poder llevar a alguien a una cita — agrego sin dejar de reírse recibiendo una mirada bastante desafiante por parte de su amigo — De acuerdo te dejo entonces nos vemos en la noche — alzo la mano despidiéndose de su amigo mientras se alejaba con una sonrisa en el rostro.

Bright regreso a su casa para tomar la ropa que necesitaba lavar, su corazón latía con fuerza tan solo pensar en que volvería a ver a Win, era bastante extraño el sentimiento que producía su cercanía, algo que nunca había sentido antes, le brindaba paz a su corazón, le tranquilizaba cuando en algún momento se sentía bastante presionado por su trabajo, en tres días que llevaban de conocerse el chico había hecho que se despertaran miles de sentimientos en Bright que ni siquiera sabía que existían.

—Lamentó mucho la demora Joven Win — se excuso rápidamente al llegar a la lavandería mirando al castaño — Tuve que regresar a casa por la ropa.

—Tranquilo no se preocupe — sonrió recibiéndolo — Mi ropa ya esta lavándose pero este esta disponible.

La platica entre ellos comenzó y como siempre solo se trataba de su pequeño, sobre como le iba en la escuela, algunas ocurrencias que salían de su cabecita en el momento perfecto para hacerlo reír, todo en su vida era perfecto y al parecer Win solo llegó a mejorarla un poco más.

Noche de luna llena│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora