18. No entregaré a mi hijo

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Bright se despertó a mitad de la noche, todo lo que sucedía lo afectaba y ahora ya ni siquiera podía dormir con tranquilidad, acomodo al castaño sobre el sofá y lo cubrió con una manta de color blanco, dejo un pequeño beso sobre su cabeza y avanzo hasta la habitación de su hijo, con cautela se recostó junto a el acomodando el mechón que incomodaba sus ojos, lo miro por algunos segundos y por su mente pasaban recuerdos de toda su vida. Ese sentimiento tan indiferente cuando Sylvie lo dejo en sus manos, la pequeña emoción que se mostro en su corazón cuando le dijo "papá" por primera vez, todos los cumpleaños y momentos importantes que han pasado juntos, el haber conocido a Win gracias a el, todo era perfecto que no podría soportar estar lejos de su hijo, lo amaba con todo lo que tenía y simplemente estaba dispuesto a luchar sin importar lo agotador que fuera.

—Papá — la voz somnolienta del menor alerto al pelinegro —¿Regresaste?

—Así es cariño ahora duerme — lo abrazo dejando caricias sobre su frente para que su pequeño no se despertara por completo.

—Papá — repitió buscando atención abrieron ligeramente los ojos.

—Perderás el sueño.

—Win dijo que si aceptaría casarse contigo.

Bright frunció el ceño confundido por lo que estaba escuchando, giro un poco su cuerpo para recostarse mejor sobre la cama y tratar de averiguar de donde su hijo había sacado esa idea.

—¿Que? — dijo con voz baja — Estas hablando dormido.

—No, no estoy dormido — respondió aun con los ojos cerrados — Le pregunte a Win si aceptaría casarse contigo y el dijo que eso le haría muy feliz — abrió levemente los ojos para mirar a su padre pero el sueño volvió a vencerle.

—¿Por que le preguntaste eso? — insistió con un ligero tono de voz —No estoy entendiendo ¿De que estaban hablando?

El menor ya no respondió pues esta vez si se había quedado dormido, se aferro más a su peluche de dinosaurio ignorando las miles de insistencias que daba su padre.

—Adem — llamo por tercera vez —Seguramente lo soñaste — se posiciono de manera recta sobre la cama mirando hacía el techo —Aunque esa es una buena noticia — sonrió con emoción tratando de imaginar como sería la boda junto al chico que le hizo descubrir el amor.

Bright cerró los ojos volviendo a dormir un poco más, lo que había escuchado por parte de su hijo le había levantado un poco los ánimos y le hacía olvidarse por un momento que al día siguiente tendría la audiencia con Sylvie, estaba nervioso por ello tenía miedo que todo saliera en su contra y le quitaran a su hijo, no quería ni siquiera imaginar a Sylvie cuidando de su pequeño porque no lo haría, simplemente lo tendría mientras ese negocio terminaba y después lo abandonaría como lo hizo hace mucho tiempo, no podía contemplar la posibilidad de perderlo porque su vida se acabaría completamente.

Al siguiente día todo había salido con normalidad, Win se despertó antes que Bright para poder preparar el desayuno y la comida que almorzaría Adem en su escuela antes de entrenar, su vida comenzaba a convertirse en una rutina, una de las más hermosas que podría vivir, quería que continuara así junto a las personas que amaba sin preocuparse de la persona que buscaban conseguir cosas de las cuales no tenía ningún derecho. Bright se había arreglado para la audiencia pero Adem preguntó miles de veces a donde iba, el pelinegro no sabía si decirle la verdad y preocuparlo durante todo el día, no quería lastimarlo aún más pero tampoco quería mentirle así que le explico que iba a encontrarse con el juez que tomaba el caso de custodia.

—Prométeme que no dejarás que nadie me lleve — sus pequeñas manitas apretaron las de su padre con un poco de desesperación mientras con su mirada rogaba para que nadie los separara.

Noche de luna llena│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora