21. Win, no me dejes

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—¿Cuál es su estado?

A penas Bright llego al hospital lo ayudaron con una camilla para llevar al niño hasta la sala de cuidados, le repetía a su hijo que no se asustara, que todo iba a estar bien y el se quedaría a su lado mientras todo eso terminaba, pero aún así las lágrimas caían por sus ojos, se desesperaba al no saber que era lo que había pasado y su corazón solo pedía que se mejorara.

—El niño esta inconsciente y su respiración se acorta cada vez más — respondió la paramédico con un grito mientras jalaba la camilla con fuerza.

—Lo conozco llévenlo adentro. Bright no puedes entrar tienes que esperar afuera — el medico puso su mano sobre el pecho del pelinegro deteniéndolo.

—No doctor tengo que entrar, tengo que verlo.

—Te traeré noticias, espera aquí.

El doctor entro a la sala de cuidados dejando a Bright fuera, desesperado y llorando con intensidad, apoyo su cuerpo a la pared y poso sus manos sobre su cabeza, sus sollozos se hacían más fuertes, sus piernas se debilitaban cayendo poco a poco hasta sentarse en el suelo. Ella, estaba seguro que Sylvie tenía la culpa de lo que estaba pasando, su vida se desmoronaba poco a poco desde que ella decidió aparecer y pedir su custodia solo por ambición, su corazón sentía mucha rabia al recordar el daño que le estaba haciendo a su hijo y lo único que deseaba era que desapareciera de su mundo así como lo hizo hace 7 años.

—Esta bien tranquilo, se que es difícil pero debemos confiar en que todo saldrá bien — el castaño abrazo a Bright ayudándolo a levantarse.

Win también lloraba con desesperación al no saber que había pasado con su pequeño, no entendía porque había presentado problemas así tan de repente, en la mañana estaba tan feliz de jugar en su partido, de pasar tiempo junto a las personas que quería olvidándose del mal momento que vivió junto a su madre y ahora estaba dentro de un hospital esperando ser estabilizado, no era justo para un niño pequeño.

—No entiendo qué paso, se suponía que él ganaría el partido y comeríamos pizza entre todos ¿Por qué estamos aquí?

El llanto en Bright volvió a hacerse presente, sus brazos buscaron a Win y se acercó a su pecho dejando que las lágrimas mojaran su camiseta, no quería que nada malo pasara con su hijo, estaba muy asustado.

El tiempo pasaba y el doctor no salía a dar ninguna noticia, no podía soportaba más la incertidumbre, quería entrar a la sala y averiguar por el mismo que era lo que había ocurrido, su corazón no dejaba de latir con velocidad y los nervios en su estómago no lo ayudaban a tranquilizarse.

—¿Qué sucedió? ¿Cómo está mi hijo?

A penas el médico salió de la sala, Bright lo ataco con preguntas que ni siquiera dejaba contestar, estaba tan desesperado que no podía controlar sus propios impulsos.

—Ahora está consciente y pueden pasar a verlo — asintió con una sonrisa escuchando los suspiros de alivio por parte de Bright y Win — Antes necesito que pases a mi oficina, debemos hablar.

Win y Dew fueron hasta la habitación para visitar al pequeño, a penas entraron, Adem pidió un abrazo por parte de Win y Dew dejo un beso sobre su cabeza, se podía distinguir el miedo en sus ojos, no le gustaba estar en los hospitales, cuando pequeño la mayoría del tiempo se mantenía en controles, nebulizaciones e inyecciones para contrarrestar su alergia, gracias a eso debe tomar pocos medicamentos, pero el miedo nunca había desaparecido de su corazón.

—Cariño ¿Cómo estás? ¿Qué paso?

Win se sentó junto a él dejando que el menor se apegara a su pecho, estar junto a ellos le hacía sentirse más protegido y el miedo se desvanecía, quería salir del hospital y estar en casa junto a su padre sin tener que preocuparse por nada, quería la vida que tenía antes que su madre apareciera.

Noche de luna llena│BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora