Noche de luna llena│BrightWin

7. Día de la familia

—Mi hijo esta más feliz que los otros años — susurro con ternura mirándolo correr.

El día de la familia había llegado, Adem se encontraba corriendo de un lado a otro dentro de su salón de clases mostrandole cada diminuto detalle al castaño con una sonrisa en sus labios todos habían quedado en realizar pequeños postres familiares para brindar a todos los invitados y Adem no era la excepción aunque claro su padre lo había comprado en la pastelería ya que nunca le hacían deliciosos pasteles o galletas. Cuando trataban de intentarlo siempre era un desastre.

—Adem aumento un integrante más a su familia.

Dew tomo la galleta llevándola hasta su boca de inmediato acompañado de una sonrisa cargada de gracia. Bright viro los ojos fastidiado por ese tema sabía que en algún momento debía hablar con Win pero no quería sentirse presionado por su corazón mucho menos por su mejor amigo.

—Cariño — hizo una ceña con la mano pidiendo que se acercara a el — No comerás mucho dulce — demandó con la mirada seria mostrando que no era ningún juego aquella advertencia.

Adem asintió con una sonrisa regresando a jugar con sus amigos, su rodilla ya se encontraba bien por ello saltaba con la cuerda mientras sus amigos contaban cada salto, Win se acerco a Bright con una sonrisa admirando la felicidad de todos esos niños tenían dentro de su corazón divirtiéndose por completo, esa que ninguno de los dos había tenido.

—Gracias por habernos acompañado — el pelinegro se cruzo con los ojos del castaño y ese brillo volvió a hacerse presente.

Win era un bonito detalle que había tenido la vida con el, lo envió para que ayudara a superar su pasado de una vez por todas, tomo un sorbo del jugo que estaba cerca de su mesa sin retirar la mirada del menor, era tan perfecto, tan hermoso que algunas veces parecía que era irreal.

Win era un ángel

—No debes agradecerme — sonrió con ternura — Me gusta mucho compartir contigo y con Adem.

Soltó una pequeña risita escuchando que la música comenzaba a inundar el lugar, la siguiente actividad era un baile organizado por el animador del evento todos los niños se posicionaron en el patio haciendo 5 filas, las risas regresaron de inmediato, los niños bailaban con diversión mientras los padres de familia conversaban entre ellos. Bright soltó un suspiro de tranquilidad al no ver a esa mujer arrogante con la que había discutido hace algunos días, no quería soportar miradas cargadas de desagrado que solo fastidiarían su tranquilidad.

—¿Acaso no te gusta el dulce? — preguntó el castaño mientras daba un mordisco de la galleta que tenía en sus manos.

—Me gusta — respondió con una risita — Solo que estoy más pendiente de mi hijo casi siempre paso lo mismo.

Win estiro la mitad de su galleta brindándole al pelinegro, si el cuidaba de su hijo entonces se encargaría de cuidar de el, le brindaría un poco de golosinas o se le entregaría alguna bebida, simplemente quería atenderlo por algunos minutos mientras todo volvía a la normalidad. Bright era aquella persona que Win tanto deseaba consentir, comenzaba a enamorarse de el a un nivel el cual no le asustaba pues podía sentir que era correspondido.

Era un día bastante especial no solo por lo agradecido que se sentía al haber recibido aquella invitación sino porque estaba más familiarizado con Bright, la formalidad había pasado a otro plano dejando paso a la confianza para que tomara el rumbo de esa relación, si todo salía bien muy pronto serían la familia que anhelaban desde el momento en que se conocieron.

Un amor a primera vista

El momento de la salida llegó, todos los niños se encontraban fatigados por la diversión que habían tenido en esa mañana algunos se encontraban ayudando a sus padres arreglando la sala de reuniones de la escuela y otros ya se habían ido del lugar, Adem se encontraba en los brazos de su padre completamente dormido apoyando su brazo al cuello rodeándolo mientras se aferraba a el. Se había divertido mucho durante la mañana, jugo con sus amigos, bailo, canto, rio hasta que se quedo completamente agotado, Dew y Win colocaban las cosas que estaban sobre su mesa dentro de la cajuela del auto de Bright, se sentía un poco mal por no poder ayudarlos pero tampoco podía dejar a su pequeño dentro del auto sin ninguna supervisión.