Toque mi dignidad.
Un segundo de silencio para lo toxica que soy.
Mierda, me levanté de mi sillón para antes de salir avisarle a mi mamá que voy a salir, aquí es cuando quiero tener un auto porque la casa de Kai está.... considerablemente lejos.
Espero valore el gasto que hago.
Que fresca eres.
Cuando llegue, tenía razón, no estaba, pero si estaba su mamá y una de sus hermanas que había venido a visitar. No la que tiene hijos, la soltera independiente.
Llamada Yuliana.
—¿Así que eres novia de mi hermano? —Asentí con la cabeza—. ¿Y no estás obligada....? ¿Te pago...?
Negué con la cabeza.
Yuliana miró a su madre y me miró a mí.
—¿Cuánto me he perdido? Se supone que cuando me fui lo deje soltero, y ahora que regreso tiene novia.
—Yo me sorprendí de igual forma—aseguro su madre—. Esto es tan nuevo para mi.
Yuliana frunció el ceño.
—Y hablando de la cara de nabo, ¿Dónde está?
Yuliana es como su papá. Tiene ese punto entre cabello lacio y cabello ondulado, su cuerpo no es de contextura delgada, tiene curvas. Si, de esas que todas queremos.
Una pena.
—Tu hermano se fue a ver a Sam al hospital—le dijo su mamá antes de echarme una mirada y tomar un sorbo de su café.
—Idiota—susurro Yuliana tomando un sorbo de café—. Discúlpalo, es que a veces le falta.
—No, no—negué con la cabeza—. Está bien, no me molesta.
La señorita Manheim sonrió.
—Si que te molesta.
—No....—mentí.
—Hasta a mí me molesta—aclara Yuliana, sonriendo socarrona—. Y ni es mi novio, he tenido una relación....
—Y para que—murmuro de mala gana su madre.
—.....ha sido una relación muy inocente.
—He tenido tres hijos y un bebé para estar segura de que de inocente no tienen ni un pelo.
Confirmo.
Confirmamos.
Esta señora sabe cosas.
Al rato la señora Manheim vio el auto de su hijo estacionarse al frente. La culpa crece y crece, la mamá de Kai y su hermana salieron hacer compras como excusa ya que solo querían dejarnos solos.
El entro a su casa y al verme me miró confundido.
No me dijo que hoy iría a ver a Sam.
¿Debió hacerlo?
¿No me lo dijo porque estaba....haciendo algo malo?
¿Será?
No. No. Él nunca me ha mentido, no puedo pensar así.
—Hola—dijo el, mirando a los lados como si no supiera a donde meterse—. ¿Estas bien?
BIEN.
—Si....—asentí en un tono bajo—. ¿Dónde has estado?
Kai relamió sus labios pensando un segundo en su respuesta.
—Estaba con León, en su casa.
Mentiras.
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La última parada
DiversosAshley Donelly es una chica que siempre ha pasado desapercibida, pero no para Kai. Conocer a un chico en un tren puede ser pura suerte, volverlo a ver una y otra vez es algo más que solo suerte. Más cuando aquel chico es la persona que cautivo a Ash...