Yo no te hubiera fallado,
no te hubiese mentido.
¡No me hubiera alejado! ¿Y sabes por qué?
¡Porque no me importaba
nada! ¡ni siquiera me
importaba el hecho de saber
que al parecer la querías a ella!
porque solo me importabas tú,
tú y solo tú. Ignoraba quien era yo.
Te creí cuando dijiste que me querías
Con el rostro bañado en lágrimas,
Te creí cuando después de tus besos salados
me dijiste que tenías que besarla para ver si
realmente era a mí a quien ahora querías...
Te creí sabiendo que posiblemente
era toda una mentira.
Ni siquiera supe si realmente te importaba yo o
tu imagen de chico bueno.Sin embargo; estaba equivocada,
no sabía algo, porque no lo veía
Pero, con el tiempo se hizo claro,
que te importaba más la
opinión ajena, los ojos de tus supuestos amigos
que te decían aléjate de ella, (de mi), pero,
sabías porque lo hacían, porque ellos
también me querían y tu contento con un trofeo
me pasabas frente a ellos...
Nunca me quisiste, y mientras tus besos salados
llenaban mi cuerpo, mi rostro también
se llenó de lágrimas.¿Por qué lloras?, te oí susurrar con tus manos acariciando mis mejillas, y
no entendías,
no sabías lo que había
descubierto.Yo lloraba porque supe que desde
el principio me utilizabas para olvidar
un recuerdo, quizá un recuerdo que se parecía a mí.
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Novecientos noventa y nueve trozos (terminada)
RomanceNoches de insomnio le generaron a la escritora una mente tormentosa a punto de estallar, ¿Qué podía hacer? Se preguntó mirando un documento en blanco con la laptop sobre sus piernas, para luego llegar a la conclusión de que tenía que hacer lo que to...