Se supone que
me alejo. Se supone que no
volvemos, no nos abrazamos.
Y ya no fue así,
Me alejé y no volví, no te busqué
Ni corrí a tus brazos,
más nunca te deje entrar y
luchaste, quisiste venirme a buscar,
tus brazos me querían abrazar,
una y otra y otra vez.
Casi te pusiste a llorar,
y ¿ahora quien suplica?
Noté que los papeles
se intercambiaron, yo me alejé y
tu corriste en mi búsqueda,
¿y qué pasaba cuando tu hacías eso?
un par de amigos tuyos
consiguieron mi número y
llenaron mi buzón de
palabras falsas de consuelo.
Uno quería venir,
el otro quería mandarme
a buscar.
Que linda amistad tenías con ellos
Que linda manera de
ayudar a un amigo que perdió
a su amada.
Que preciosa forma
de decirme que me quieres
cuando yo no me tienes.
Ya, cálmate, no me pidas
que regrese que cuando te veo,
veo un perro con la cola
entre las patas pidiendo perdón,
diciendo que romper mi corazón jamás fue su intención,
pero, quédate un segundo y te explico.
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Novecientos noventa y nueve trozos (terminada)
RomanceNoches de insomnio le generaron a la escritora una mente tormentosa a punto de estallar, ¿Qué podía hacer? Se preguntó mirando un documento en blanco con la laptop sobre sus piernas, para luego llegar a la conclusión de que tenía que hacer lo que to...