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Jeon Jungkook, estaba acorralado en un callejón desconocido por varias personas enmascaradas.

Sentía pánico y arrepentimiento por pasar por un callejón el cual desconocía.

— Y-yo no sé qué quieren... — dijo Jungkook, mientras miraba con temor a las tres pistolas que lo apuntaban.

— Tenemos que llevarte.

— P-porfavor, no me lleven, prometo no decir nada, solo dejad que me vaya... — rogó Jungkook. Su frecuencia cardíaca, había aumentado unas gran cantidad. Aireaba sus pulmones con más frecuencia debido al terror y la preocupación.

— Ni tú ni yo ponemos las órdenes aquí. — dijo uno de ellos. — La culpa la tiene la tienes tú, por pasar por un callejón desconocido.

— No volveré a pasar, porfavor. Dejadme ir. — suplicó. Seguidamente, uno de ellos, dió una seña y los otros dos, caminaron hacia él. Este, estaba asustado en su lugar, trató de zafarse, pero lo único que logró, fue recibir un fuerte golpe en la cabeza. Le pusieron una bolsa en la cabeza, y le ataron las manos. No sabía a dónde lo llevaban, ni donde estaba, pero tenía miedo.

Jungkook, escuchó un fuerte disparo. Ese disparo, lo hizo comenzar a temblar y soltar lágrimas en silencio.

— ¡¿Qué mierda hacéis?! — dijo una voz anónima. — ¡¿Qué hacéis secuestrando a alguien en medio de la calle?!

— Señor, es nuestra obligación-

— ¡Cállate, inútil! ¡¿Quieres que te vuele la cabeza?! — preguntó este enfurecido.

Por el control que imponía, Jungkook, pudo deducir que él, estaba al mando, o tal vez, simplemente tenía un rango superior.

— ¡Soltadlo, e iros de aquí! — ordenó este. Pudo notar como aflojaban el agarre de sus brazos, y seguidamente, comenzaban a alejarse. Quiso quitarse la bolsa, pero, sintió un fuerte agarre en su hombro. — Ni lo pienses. — dijo una fría voz.

— ¿D-dónde estoy...? — preguntó Jungkook.

— Eso, no es de tu incumbencia, no por ahora. — dijo aquel hombre. Jungkook, sintió como recibía un suave golpe en la nuca, desmayándolo.
 
 
(...)

El hombre, caminaba alrededor de Jungkook, esperando a que despierte. Este, comenzó a sacudir la cabeza lentamente, y a hacer sonidos incoherentes, haciendo al contrario fruncir el ceño.

— Oye, despiértate. — se inclinó enfrente de Jungkook, y tomó de su mentón. — ¡Despierta! — apretó con más fuerza.

Jungkook, despertó, inhalando con fuerza, y sacudiéndose.

— Tienes las manos atadas. — afirmó. — Así me aseguro de que no hagas nada fuera de lugar. — sonrió. Mírame.

Jungkook, había perdido la noción del tiempo. Y además, se encontraba en un lugar desconocido. Miró al hombre que tenía enfrente.

— ¿Tú me salvaste...? — preguntó Jungkook.

— Sí, lo hice.

— Entonces, ¿por qué me atas...? — Jungkook, vió como el hombre se ponía de pie.

— Eso, es lo de menos, chico. Por cierto, ¿cuál es tu nombre?

— Me llamo Jeon Jungkook. — dijo. Vió cómo el hombre lo observaba con interés, hasta el punto de hacerlo sentir incómodo. — ¿Podría... dejar de mirarme...? Es un poco incómodo...

— ¿Cómo me vas a devolver el favor...? — preguntó.

— ¿Qué favor...? — preguntó. El hombre comenzó a reír a carcajadas. Se acomodó un mechón de pelo que caía sobre su frente, y lo miró de nuevo.

— Por Dios. Te he salvado de unos putos sicarios, ¿no piensas devolverme el favor? — preguntó Taehyung.

— N-no sé cómo te lo puedo devolver... Solo se me ocurre dinero, nada más.

— ¿Dinero? Oh por dios. Soy Kim Taehyung, un hombre multimillonario, tengo más dinero que tu generación entera. Ni te imaginas las cantidad de dinero que está bajo mi nombre.

— ¿Qué le puedo dar a cambio entonces? — preguntó Jungkook confundido. Sentía como le comenzaban a doler las muñecas.

— Tú cuerpo. Tienes buen cuerpo.

— ¿Quieres que te dé mi cuerpo...? ¿C-cómo? — preguntó Jungkook. Taehyung, solo se limitó a suspirar con pesadez y agacharse al lado del menor. Desató sus muñecas, y este, lo primero que intentó, fue darle un puñetazo. Taehyung, tomó de su muñeca, y la apretó. — ¡Ah!! B-basta, me hace daño!

— ¿Eres imbécil? ¿Trataste de golpearme incluso después de haberte salvado? — sonrió sarcásticamente. Apegó a Jungkook a su cuerpo, y tomó de su cintura con ambas manos, masajeándola suavemente. — Dime... — comenzó a hablar. —, ¿cuántos años tienes?

— V-veinte, señor...

— Hmm, aún eres joven. — sonrió y se mordió el labio inferior. — Quiero tu cuerpo sexualmente. — susurró en su oído. Los pelos de Jungkook, se erizaron al oír esas palabras.

— ¡No! ¡No quiero! — comenzó a golpear el pecho del mayor.

— Si no quieres, no pasa nada. Será peor para ti. Te entregaré a esos hombres. Lo peor que te puede ocurrir, es que te maten para después descuartizarte y venderte en un puto mercado, o incluso usarlo para su propio placer. — dijo. Jungkook, tragó en silencio, callado en su lugar. — ¿Tienes padres? — preguntó el mayor.

— Sí... — respondió con miedo.

— ¿Están vivos? — le preguntó a Jungkook, mientras agarraba con más fuerza su cintura, ganándose su atención.

— Sí. — respondió dudoso ante aquella pregunta. ¿Qué clase de pregunta era esa?

— Pues no los vas a volver a ver. — dijo Taehyung, esbozando una sonrisa en su rostro. La mirada de Jungkook, reflejó su miedo y preocupación ante esas palabras. ¿No volvería a ver a sus padres? Eso es horrible. — Jeon Jungkook. A partir de ahora, eres mi puto, mío y de nadie más.

— Y-yo...

— ¿Prefieres que te pase lo que te conté antes...?

— N-no, señor.

— Llámame señor Kim. Eso es lo único que quiero escuchar salir de tu boca cuando te folle, Jeon. — dijo. — ¿Eres virgen?

— Sí, señor Kim...

— Muy bien... Así me gusta. — Taehyung, comenzó a sonreír. — Ven conmigo. Te voy a explicar lo que vas a hacer de ahora en adelante. — tomó del brazo de Jungkook, y salieron de aquella pequeña sala. Caminaron por un pasillo, y Kim, abrió una puerta. — Este lugar, es uno de los que vas a usar. Serás mi prostituto personal.

El lugar, era amplio, las luces, eran de color violeta. Había varios sofás que envoltaban una barra. El menor, ya se hacía una idea de lo que será obligado a hacer.

Taehyung, lo tomó por la cintura, y comenzó a caminar con él. Abrió otra puerta, y este, daba acceso a un lugar un poco escalofriante.

— Aquí, te torturaré si te portas mal. Espero no tener que usarlo. — dijo. — Te portarás bien, ¿verdad? — preguntó. Jungkook, asintió preocupado, mirando con temor a Taehyung. — Muy bien.

Comenzaron a caminar de nuevo. Kim, le enseñó la casa completa, y su viaje finalizó en una habitación grande y amplia.

— Y aquí, es mi habitación, donde te follaré cada noche. — sonrió. — Hoy, es tu día de suerte, ya que estoy un poco cansado. Tú trabajo, comenzará mañana.


Kim's Prostitute - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora