Kim's Prostitute - Taekook

- 7: Several warning -

 
Taehyung, yacía atado en ese lugar, nefasto y desgastado, mientras pensaba en él. ¿Dónde estaría en estos momentos? ¿Cómo se siente? ¿En algún momento se ha puesto a pensar en él? La verdad, es que Taehyung no cree que Jungkook esté pensando en él. ¿Quién pensaría en su secuestrador, en una persona que lo obligó a tener sexo de una manera tan brutal? Solo era un niño... Solamente podía pensar en el joven Jeon, parecía extraño, pero lo hacía. La verdad es que echa un poco de menos a Jungkook. Echaba de menos verlo sonreír de vez en cuando, echaba de menos verlo gemir de placer, hasta echa de menos sentir sus labios...

Aún podía sentir como si estuviera siendo torturado con las cadenas, el dolor era tan profundo...

Ahora mismo, daría lo que fuera por saber donde se encuentra.

Miraba al suelo con morbo, lleno de su sangre. De tanta sangre que había caído, se formó un charco, el cual ahora está seco.

Cada vez que cerraba los ojos, solo recordaba aquella escena. Sólo recordaba aquel día. El día que rompió esa hermandad perfecta... Todo por dinero, parecía una tontería.

Desearía que todo vuelva a ser como era antes, era feliz junto a sus padres, y a su hermano —aunque parezca mentira— su única preocupación, era estudiar, para al día de hoy, ser alguien exitoso, alguien que con solo verle a la cara ser reconocido de inmediato y lo logró, cumplió su sueño. Pero mientras él lo celebraba, alguien a su lado, lo odiaba con todas sus fuerzas, deseando ser él. Taewon, era Taewon. Desde pequeño, siempre le tuvo envidia a su hermano menor —el cual es Taehyung—. Según sus padres, él era el orgullo de la familia, siempre era alabado. Pero a Taewon, le parecía injusto. Siempre quiso estar en su lugar. Pero..., había algo que a Taehyung no le gustaba. Sus padres, siempre lo hacían llegar a cosas que para él eran inalcanzables, era demasiado, era sobreexplotado. Eso era algo que le gustaría poder cambiado. Era consentido constantemente por ellos —era el favorito de sus padres—. Pero si miramos el visto bueno, siempre tenía lo que quería, siempre era mimado, siempre recibía cariño, elogios y lo más importante: siempre tenía compañía, por eso es que no le gusta sentirse solo, porque está acostumbrado a tener a alguien a su lado.

Desde el exterior, comenzó a oír pasos, que cada vez se acercaban más a la puerta hasta ser abierta.

Menuda sorpresa se llevó Taehyung al ver nuevamente esa figura de aquella persona parada en el marco de la puerta, mientras le sonreía.

—Hola de nuevo, hermanito. —sonrió y pasó. —Se me hace gracioso verte aquí, atado de manos y pies, y- oh —rió irónicamente. —, ¿herido? —fingió preocuparse, y volvió a reír con la misma ironía.

El abdomen del contrario, estaba marcado por aquellas horribles cadenas que ahora están tiradas en algún lugar de esa habitación.

—¿Qué mierda quieres? —preguntó mirando a otro lado. Lo que menos quería, era ver a su hermano, pero parece que el universo hoy está en su contra.

—Vengo a advertirte. —dijo mientras se acariciaba el mentón con una mano. —Verás, hermanito —comenzó a hablar. —Tienes la oportunidad de confesar, y así todos salimos bien de esto, pero... —calló. —Hay una vida en juego.

Taehyung, reaccionó, mirándolo y abriendo los ojos como platos.

—¿De quién estás hablando? —preguntó Taehyung. Estaba deseando que no fuera Jungkook.

—Ese chico... —posó la mano sobre su barbilla, mientras recordaba. —, ese chico con buen cuerpo tan inocente e indefenso...

—¡Ni se te ocurra tocarlo! —gritó Taehyung, mientras se movía.