- 6: Separated -

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Jungkook, despertaba en un lugar desconocido.

Estaba adolorido.

Sentía un dolor de barriga y dolor en las muñecas de la mano. Sus párpados, le pesaban como nunca, sentía mucho cansancio. Era tanto, que no se podía mover.

Consiguió abrir los ojos lentamente, aún sintiendo como les pesaban los párpados.

Trató de hablar, pero de su boca, comenzaron a salir incoherencias.

Miró a su alrededor, y notó que estaba en un lugar totalmente desconocido. No era la casa de Kim...

—Ya has despertado. Eso es bueno. —dijo una voz extraña. Jungkook, sintió como se le ponían los pelos de punta.

—¿Qui... Quién eres...? Déjame ir... —pidió asustado.

—¿No me reconoces? —preguntó, fingiendo estar sorprendido. Lo miró en silencio por un par de segundos, y lo reconoció al instante: era aquel hombre que peleaba con Kim, el mismo que le rompió una botella en la cabeza.

—Tú eres el inútil que- —calló al sentir una patada en su barriga. Soltó un sonido de quejido, y sollozó.

—¿Te atreves a insultarme? No tienes derecho a insultar a tu dueño. —dijo.

Inclinó su cabeza hacia atrás, así podiendo ver a aquel señor con mirada amenazante.

—¡Tú no eres mi dueño! —gritó el menor eufóricamente mientras le deslizaba una lágrima. El contrario, soltó una risa sarcástica. —¡Déjame ir!

—Oh, te dejaría ir, zorra, pero tú, siempre fuiste mío.

¡¿Qué dices?!

—Jamás lo entenderías, zorra. —dijo entre risas. Se agachó enfrente de Jungkook, y puso una mano sobre su muslo. —A partir de hoy, eres la zorra de Kim Taewon. —sonrió. Jungkook, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Empezó a sentirse incómodo cuando Taewon comenzó masajear y apretar con fuerza su muslo. —Te gusta —afirmó mientras se acercaba a él. —, y yo lo sé... —quitó su mano, y le lamió el cuello a Jungkook.

Este, sintió asco, bastante, pero no podía permitirse llorar.

—Volveré luego, te lo aseguro. Y no te librarás de mí... —sonrió, salió y cerró la puerta.

Jungkook, se quedó en su lugar, y se hizo bola, abrazándose a sí mismo con asco hacia él.

Es la puta de Kim Taehyung, y la zorra de Kim Taewon. Definitivamente, se sentía asqueado de sí mismo. Lo peor de todo para él, es que cuando Taehyung suele tener sexo con él, le gusta. Le gusta la sensación de penetración que siente.

Sentía asco. Asco de sí mismo.

Además, echaba de menos a sus padres. Tal vez, están por las frías calles de Corea en su búsqueda, colgando carteles, anunciando su pérdida. Tal vez, incluso la policía ha comenzado a investigar su caso. O tal vez, nadie ha hecho nada...
 
 

(...)

—¡Agh, maldito imbécil! —gritó Taehyung, mientras salía sangre de su boca.

Taehyung, se había negado a confesar lo que tanto reclamaba Taewon, así que fue sometido a una tortura.

—La culpa, la tienes tú. —dijo mientras se acomodaba las cadenas en la mano. —Vamos, Taehyung. Sólo confiesa donde tienes el dinero. Realmente no me gusta pegar a mi ex amigo...

—¡Jamás! ¡Eso me pertenece! —dijo con furia para después sentir las cadenas impactar contra su abdomen. —¡Agh! —cerró los ojos lentamente, y se quedó en silencio. —Namjoon..., es-

—No voy a escuchar a alguien como tú. —dijo. —¿Recuerdas lo que me pasó la última vez que lo hice? —preguntó. Tomó con más fuerza las cadenas entre sus manos. —Lo perdí... ¡Perdí a mi novio! —gritó con rabia. —¡Está bajo ese maldito imbécil de Taewon! ¡Y todo por tu culpa! —acomodó una vez más las cadenas entre sus manos, y golpeó a Taehyung.

—¡Agh, mierda! —inclinó la cabeza hacia arriba como pudo, y tomó aire, en un intento de no gritar más.

Aunque pareciese mentira, Taehyung, sabía como se sentía. Además de que fueron amigos por un buen tiempo. Sabe de quién le hablaba.

—E-escucha —siguió hablando pese al dolor que sentía en su estómago. —, realmente yo no quería que él haya caído en sus manos. Realmente me siento mal-

—No te creo... No te creo... ¡No te creo, Kim Taehyung! —comenzó a golpearlo sin piedad. —¡Eres un egoísta! ¡Desde el principio, lo supe, pero me quedé contigo, porque eso es lo que hacen los amigos! —dijo mientras recordaba fragmentos.

—¡Agh, para! ¡Duele, imbécil! —escupió un poco de sangre al suelo. Después de tanto tiempo alzando la cabeza para que no caiga.

—¡También me dolió perderlo! —dejó de lado las cadenas, y le plantó un fuerte puñetazo en la cara, descargando toda su rabia y to su dolor sobre él. —Desafortunadamente —acomodó su camisa. —, me tengo que ir, pero te aseguro que esto no quedará así, Taehyung. Confesarás. Te guste o no, lo harás. —dijo.

Tiró las cadenas a un extremo vacío de la sala, y caminó hasta la puerta.

— Kim Taehyung. —llamó. —Tarde o temprano, confesarás, porque los secretos, no son para siempre. —salió de la habitación, y la cerró con llave.

Taehyung, solo se quedaba ahí en silencio, mientras sentía dolor. Sentía impotencia de su cuerpo, como si fuera a desmayarse. Afortunadamente, estaba atado de manos y pies, o si no, ya habría caído rendido en aquel charco de sangre que yacía en el suelo.

¿Cómo estaba Jungkook? ¿Qué sería de él ahora? ¿Estaría en la casa?

Comenzó a formularse preguntas como esas, hasta que formuló una que quiso ignorar, pero lo atormentaba demasiado. ¿Y si estaba en las garras de su hermano...? Definitivamente, eso desataría la guerra entre ambos lados...

 
(...)
 
 
—Esas, fueron sus palabras, Señor Taewon. —Después de eso, Namjoon, se quedo en silencio, esperando una respuesta.

Le había explicado todo lo que había recurrido mientras torturaba a Taehyung, tratando de hacerlo confesar, pero fue un intento inútil.

Namjoon, sentía como se le aceleraba el pulso, y se le secaba la garganta. Tenía miedo, mucho miedo, ya que Taewon, solo se quedó en silencio mirando a un punto fijo.

Taewon, levantó la mirada, y miró al contrario.

—Namjoon. —llamó Taewon, mientras ejercía presión con la lengua en su mejilla, tratando de calmarse. —¡¿Es enserio que no eres capaz de hacer confesar a ese inútil?! ¡Yo no te pago para que hagas tonterías! —gritó.

Namjoon, tragó.

—Lo siento. No volverá a suceder. La próxima vez, trataré de sacarle algo de información. —dijo tratando de sonar lo más tranquilo posible.

Taewon, se acomodó en el sofá, cruzándose tanto como de brazos y piernas, e inclinándose hacia atrás.

Se quedaron ambos en silencio. Uno irritado y estresado, el cual era Taewon, y el otro, nervioso y asustado, el cual era Namjoon.

Namjoon, se sentía estresado, y lo hizo más cuando oía como el tacón del zapato de Taewon, no dejaba de hacer un sonido irritante pero desafortunadamente, no podía decir nada.

Taewon, de un momento a otro, tuvo una brillante idea.

—Iré a verlo. —dijo por fin, rompiendo aquel incómodo silencio. Namjoon, miró al contrario un poco alucinado.

—D-disculpe, ¿ver a quién? —preguntó.

—A mi hermano. —dijo mientras sonreía. —Es mi hermano, aunque no me guste aceptarlo. Vamos a hablar él y yo, a solas, como los hombres que somos. —se levantó de sofá. —Espero no tener que recurrir a al otra opción... —dijo en un suave susurro.
  

 

 

 

Kim's Prostitute - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora