Kim's Prostitute - Taekook

- 9: Thinking -

—¿Seguro que es aquí? —preguntó Taehyung mirando a Namjoon confundido.

—Sí, ya he estado aquí varias veces.

—Sinceramente, esto parece una Frutería abandonada.

—Es para pasar desapercibido, Taehyung.

—Si ya has estado aquí, ¿significa que has visto a Jin alguna vez? —preguntó Taehyung.

Namjoon, solamente pudo limitarse a bufar y mirar al menor. Este, por su reacción, pudo entender que es un no.

—Sólo sé que aquí resguarda a sus víctimas... —dijo. Sólo con pensar en ello, sentía como se le hacía un nudo en la garganta. —Taehyung. Si Jin está herido, te juro que las pagarás muy caro. —advirtió.

—Tus advertencias no han cambiado en estos tres años... —dijo. Namjoon, miró al castaño con una mirada asesina. —Lo siento, solo bromeaba. Trataba de subirte el ánimo. —dijo. —Prometo que salvaremos a Jin, pase lo que pase.

—Vámonos. Volveremos por la tarde. Si vamos a esta hora, seremos un blanco fácil. —dijo. —No podemos arriesgarnos, vámonos.

Cerca del lugar, afortunadamente, había una hotel, lugar en el que se encuentran en la actualidad. Habían cogido una habitación que tenga vistas al lugar, para ver si había rastro de Taewon por ahí.

Taehyung, yacía enfrente de aquel gran ventanal, mirando a través de él al lugar que a sus ojos resultaba una Frutería abandonada.

Pensaba en Jungkook.

¿En qué momento había pasado de un simple capricho a ocupar gran parte de su mente?

Tal vez, ya era tarde para él..

Una mano, se posó sobre su hombro, y sobresaltó. Se dió la vuelta para ver a Namjoon sonriendo ante la reacción del más bajo.

—Joder, no hagas eso. —dijo Taehyung mientras bufaba, y se cruzaba de brazos, devolviendo la mirada al ventanal.

Este, acababa de salir recientemente de la ducha, ya que en varios días, no se habían duchado, y tampoco cuidaron de su higiene.

—¿Piensas en él? —preguntó Namjoon dirigiendo una mano a su bolsillo.

Taehyung, estaba sometido en sus pensamientos. Miraba al más alto a través del reflejo del ventanal. Dos enamorados sin su amor...

—Somos como dos margaritas sin polen... —dijo Namjoon. Taehyung, frunció el ceño e hizo una mueca.

—¿Sigues tan obsesionado con la naturaleza? —preguntó Taehyung mirándolo a la cara.

—Nunca dejé de estarlo. —sonrió. —¿Sabes por qué uso esa expresión? —preguntó. —Porque ahí lo conocí. —suspiró.

—¿Dónde? ¿En una margarita? —preguntó desubicado.

—Qué va. Me refiero a un campo de margaritas. Ahí lo conocí. —confirmó mientras recordaba con una sonrisa esbozada en su rostro.

Namjoon, caminaba con tranquilidad alrededor de aquel lugar tan tranquilo y reconfortante.

La naturaleza y él, eran uno.

Caminaba por aquel camino de una sola dirección, con aquella cámara de fotos alrededor de su cuello y una gorra, que venía con una cuerda que recorría su rostro, y al final había un nudo que finalizaba bajo su cuello. Llevaba una camiseta blanca con rayas verdes horizontales, unos pantalones de un color beige y unas botas de montaña, cómodas para aquel viaje.