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Cerraste el libro de filosofía luego de haber hecho la lectura del día, era una costumbre que había tomado cada vez que estabas aburrida y tu mejor amiga estaba ocupada tocando con la banda

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Cerraste el libro de filosofía luego de haber hecho la lectura del día, era una costumbre que había tomado cada vez que estabas aburrida y tu mejor amiga estaba ocupada tocando con la banda.
Delineaste la portada releyendo otra vez el título de letras doradas que estaba escrito mientras tarareabas alguna canción que se te venía a la cabeza.

Sentiste una persona sentarse a tu lado haciéndote sobresaltar en tu lugar. Recostaste tu espalda en la silla apoyando una mano en tu pecho y miraste a la pecosa que fingía leer alguna página del libro.

— No vuelvas a hacer eso otra vez, por poco muero.— Levantaste un poco la voz observando su acción detenidamente. — Creo que nunca te veré leer algo de verdad.—

Cerró rápidamente el libro con una mirada molesta hacia ti. Dió vuelta la silla sentandose de forma que sus piernas quedaran a cada lado del respaldo y sus antebrazos se apoyaran sobre éste.
Ladeaste la cabeza intentando descifrar su accionar, Robin era alguien de quien no podías saber con anticipación qué es lo que pensaba hacer.

— Podrías ayudarme... — Mordió su labio inferior con una pequeña sonrisa y las cejas levantadas.

— No te haré otra vez un trabajo evaluatorio, Buckley. ¡Me terminaste pagando un mes después! — Abriste los ojos bajando un poco la voz al darte cuenta de tu queja.

— Claro que no, te dije que te daría la otra parte el mes que viene.— golpeteó la madera de la silla como creando alguna melodía. — Tengo una cita.—

Toda la poca atención que le estaba prestando fue devuelta en cuando escuché la palabra “cita”. Sus ojos fueron directo al suelo notandose apenada por sus propias palabras.

Dejaste la lapicera que sostenías en tu diestra y te sentaste de lado prestandole completa atención a lo que tenía para decirte, evitando pensar demasiado en el revoltijo que se hizo en tu estómago.

— Vicky me invitó a salir cuando terminamos la práctica. Bueno, no estoy segura de que sea una cita, pero me pidió que fuéramos a tomar un helado juntas.— Dibujo lineas invisibles mientras hablaba soltando las palabras con rapidez. Sabías cuándo Robin estaba nerviosa y no se te escapaba el hecho de que te había hablado de esa chica anteriormente, pero no pensaste que terminaría saliendo con ella.

Creías que era algo egoísta no querer escuchar demasiado lo que te decía, no te gustaba nada que se juntara con ella, por alguna razón preferías evitar hablar demasiado sobre citas y ésas cosas.
Robin te tenía tanta confianza como para ser la primera a la que le contara absolutamente todo, pero en este momento desearías no haberte enterado de esto.

— Ah, eso es genial, Robin.— Apenas levantaste un poco las comisuras guardando tu cuaderno en la mochila y tomando el libro para ponerlo devuelta en su lugar.

— ___, ¿Estás demasiado ocupada ahora? Juntémonos después del almuerzo, no quiero interrumpir tu rato de estudio.— Habló con un tono comprensivo, te estabas sintiendo mal por haber sido demasiado cruel con tu actitud desinteresada.

- Robin Buckley • 𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀 𝆬   ׅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora