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— Cariño, ya sal de ahí. — golpeabas la puerta de la habitación donde tu novia estaba metida. — Quiero verte.—

Cuando llegaste a casa escuchaste un fuerte ruido, al parecer algo se había roto. Robin estaba levantando algo del suelo cuando te vió y corrió a esconderse en su cuarto, desde ahí que no puedes hacer que salga de allí dentro.

— No quiero.— se quejó como una niña pequeña haciendo que te dieras por vencida por sacarla de ahí.

— Bien, me iré, no vendré a visitarte en toda la semana.— Caminaste unos cuantos pasos cuando escuchaste la puerta abrirse, sus ojos azules apenas se asomaron por el marco de la puerta.

Se paró allí con una bolsa entre sus manos, parecía ser algo que se había roto, seguramente el ruido que escuchaste al entrar.
Ella tenía una mirada apenada, ni siquiera podía mirarte a los ojos.

— ¿Qué pasó, Amor? — te acercaste a ella haciendo que escondiera un poco la bolsa, no entendías qué tan importante era que no podías verlo.

Se sentó en el suelo mirando dentro del plástico, un cuadro con detalles celestes y verdes estaba roto en pedazos, enmarcada pudiste ver una foto de ambas abrazándose con sus frentes juntas, tu foto favorita.

— Soy una tonta, no puedo hacerte ni un detalle que ya lo arruino.— sus manos se hicieron puños sosteniendo los costados de la bolsa, estaba claramente frustrada.

Acunaste su rostro entre tus manos dejando el regalo a un lado. Estabas sentada en el suelo frente a ella, mostrándole una linda sonrisa para que se diera cuenta que no había hecho nada mal. Sus brazos se aferraron a tu torso buscando reconfortarse, eso fue algo demasiado adorable.

— La intención estuvo hermosa, Bebé. Me encantó, pero la próxima no te apresures demasiado porque se puede romper.— te alejaste un poco buscando sus ojos, estaban apenas cristalinos cosa que te hizo besar todo su rostro robándole unas risitas. Tu novia era demasiado perfecta para ti. — Eres una linda torpe.—

— Cállate. ¿En serio te gustó? — Su nariz se rozó con la tuya. Asentiste rápidamente. — Nos veíamos muy lindas en la foto, sé que es una de las que más te gustan. Aunque también esta la que nos sacamos cuando fuimos al parque, y, oh, ¿Recuerdas la que nos tomamos ese día en la feria? Creo que fue un día inolvidable.—

Podías escucharla hablar todo el día y a la vez apreciar cada detalle suyo, no te cansarías ni un segundo de la emoción que transmitían sus palabras. Estabas patéticamente enamorada de Robin Buckley.

— Amor...— susurraste cerca de sus labios.

— ¿Si? —

— Te amo.— La de pecas sonrió levemente acariciando tu espalda cariñosamente.

— Y yo a ti, ___.— se besaron con todo el amor que tenían para darse, se sentía como una chispa y demasiadas emociones en conjunto cada vez que se unían. — ¿Podemos levantarnos del suelo? — te lanzaste sobre ella riendo, sin dejar de darle pequeños besos en la boca.

- Robin Buckley • 𝗼𝗻𝗲 𝘀𝗵𝗼𝘁𝘀 𝆬   ׅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora