Me tomo de la mano y salimos al campo, estaba nerviosa y sentía las piernas como gelatina. ¿por que estaría nerviosa? ¿es que acaso tengo miedo? Pero si el miedo no existe en mi. Sebastian apretó mi mano y murmuro:
—Bueno nena, empieza el juego, espero y no pierdas.
—Seras capullo, ya este juego tiene ganador, y no eres tu precisamente. —le dije.
Me separe de el y con decisión me dispuse a esconderme, sentí su mirada en mi espalda y me entró un escalofrío, me voltee a verlo, me guiño un ojo y se dispuso a buscar su escondite.
Tome el arma con decisión y empecé a caminar lentamente mirando a todos lados —¡Madre mía!, si hasta parezco militar profesional. —pensé. Seguí mis pasos lentamente, no había rastro de Sebastian, me pare por unos minutos a ver si podía localizarlo y nada, las manos me sudaban y decidí quitarme los guantes, mientras dejaba el arma de pintura a un lado.
Un disparo se escucho y por suerte lo pude esquivar, me sentí en matrix y todo.
—Regla numero 1: No debes distraerte. —grito Sebastian desde el otro lado, me guiño un ojo y salio corriendo.
—Seras capullo, eso es trampa — grite.
No estaba dispuesta a perder, yo nunca pierdo, siempre he sido competitiva, desde el preescolar, recuerdo que siempre competía con annie una niña de mi salón, y siempre le ganaba, pobre annie, debo permanecer en sus recuerdos por ganarle siempre.
Me puse los guantes de nuevo y salí en su búsqueda, estaba loco si creía que me ganaría, recorrí el campo y ya sentía que me cansaba, esto parecía un laberinto. Sentí otro disparo esta vez paso cerca de mi oreja.
—Regla numero dos: debes tener ojos en la espalda. —grito Sebastian.
¡la madre que lo parió! Debe de estar de a broma.
Me escondí y mire a todos lados, de paso de que era un Dios en la cama, era bueno para esconderse el muy capullo.
Seguí mis pasos durante unos minutos mas y oficialmente ya no podía, estaba a punto de sacar la banderita blanca como en las comiquitas en señal de que me rendía.
Intente quitarme los lentes y en el intento se enredaron con mi cabello ¡su puta madre, mi cabello no! Mientras intentaba quitarme los lentes sentí un disparo de pintura en mi abdomen, logre desenredar los lentes de mi cabello y me encontré con la mirada de Sebastian que mascullo: —Regla numero tres: aquí no se vale rendirse. Lo siento nena pero temo que gane.
—Seras tramposo. —le dije fulminándolo con la mirada.
Soltó una carcajada y logro decir —No hice trampa nena, y si lo hubiera hecho bien que habría valido la pena, ahora te pediré algo y no podrás decir que no.
Por mi mente no dejaban de pasar las palabras Sexo y morbo, ¡madre mía! ¿en que tipo de sexosa me he convertido?
—Tu dirás. —Murmuré cerca de su oído.
—Por ahora vamos a cambiarnos, ya tendré tiempo para pedirte lo que quiero.
Nos cambiamos y salimos del paintball. —Vamos, tienes que estar temprano en tu casa para que te arregles. —dijo con seguridad.
—¿arreglarme para que? —pregunte curiosa.
—Debes de ponerte mas que bella hoy. Iré a verte cantar en el hotel —murmuro Sebastian.
Ya va, ¿en que momento le dije que era cantante de un hotel? No recuerdo haberle dicho nada, Dios mio, definitivamente me diste de todo menos memoria, o si me la diste, pero bien mala, necesito una de esas píldoras que salen en la tv que dicen que te hacen recordar las cosas. Comprobare si es cierto, si no los demandaré por embusteros.
Nos montamos en el coche y nos dirigimos a mi casa, cuando llegamos, muy caballeroso, Sebastian bajo y me abrió la puerta, me baje y le dije: —Gracias.
Y justo cuando iba a entrar recordé que no me había pedido lo que quería, me devolví hacia el y Murmuré en su oído: —No me dijiste que era lo que querías por ganarme.
Me dio un beso en la mejilla y me dijo: —Nos vemos esta noche.
Subió al coche y se marcho, ¿es que acaso lo iba a dejar así? Bueno... Mejor para mi ¿no?
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DESCUBREME
RomanceAndreina Walker estudiante de comunicación social, era una chica común, de las que no le importaba las flores, ni los chocolates, ni las carticas cursis de amor, debido a sus experiencias amorosas anteriores que habrían sido un desastre, lo importan...