XII

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PREGUNTAS


Una semana después

— Bonito — escuchó en su oído, sintió cosquillas en el cuello y sonrió — Hermoso — volvió a escuchar, abrió un ojo con dificultad y miró el rostro de Ohm encima del suyo, miró que estaba vestido y se sintió confundido por un momento — Ya despierta o vas a llegar tarde — le murmuró Ohm, dándole un beso en la frente antes de despegarse por completo de él y salir de la habitación, con Nanon siguiéndole con la mirada.

Nanon tomó su teléfono y se preguntó porqué no había sonado la alarma, pero no era tan tarde. Se sentó en la cama y después notó la fecha, faltaban días para su aniversario con Ohm.

Se golpeó mentalmente por haberlo olvidado; no tenía nada preparado, ni idea de qué regalarle.

Se vistió apresurado y salió a la cocina, Ohm estaba sentado desayunando con su teléfono en la mano.

— Buenos días, amor — murmuró Nanon, sentándose a comer frente a él.

— Buen día, ¿descansaste? — preguntó el pelinegro sin mirarle, Nanon no respondió.

Se dedicó a mirar el rostro pasivo de Ohm mientras desayunaba, que no separaba la mirada de la pantalla del teléfono y en momentos lo tomaba con las dos manos para teclear en él, Nanon temía que sus celos regresaran, pero el rostro inexpresivo de Ohm que miraba con atención la pantalla no le generaba nada, más que una ligera frustración porque no le miraba, y Nanon amaba que Ohm le mirara.

Terminó de desayunar y recordó de nuevo que su aniversario se acercaba, terminó de lavar su plato y se acercó a Ohm, que seguía sentado, por su espalda, el pelinegro bajó su teléfono y lo colocó en la mesa mientras Nanon rodeaba su cuerpo con los brazos y dejaba las manos descansar en su pecho.

Ohm volteó a verle y le dio un beso en el mentón.

— ¿Sabes qué se acerca? — preguntó Nanon, mirándole, Ohm negó suavemente con la cabeza y Nanon sonrió — Nuestro aniversario, baboso — Ohm sonrió con todos los dientes y Nanon se acercó para darle un beso en los labios.

— Ahora si seis años — murmuró Ohm, Nanon rió — Llevas diciéndole a la gente que tenemos seis años juntos desde enero — le dijo sonriendo.

— ¿Qué vas a querer que te regale? — preguntó Nanon, caminando sin dejar de rodearle para sentarse en el regazo de Ohm, que negó con la cabeza.

— Con que estés aquí es suficiente — le dijo, tomando su barbilla con la mano y arrancándole un beso.



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Nanon giró el coche para entrar en el estacionamiento de la comisaría y se encontró con bastantes periodistas y reporteros en la entrada del mismo, el oficial encargado de abrir la puerta le dio una mirada de fastidio con una sonrisa un tanto forzada, Nanon le sonrió compasivo mientras manejaba hacia adentro, no querría ser él ni cuidar una puerta con alrededor de cincuenta personas queriendo entrar.

Entró a la comisaría sin premura y subió hacia su piso con tranquilidad, cuando salió del ascensor se encontró con una imagen que no se esperaba; Chimon al final del pasillo hablando muy de cerca con una oficial que él no conocía pero juraba haber visto antes, caminó lejos de las puertas del elevador sin dejar de ver a su amigo a lo lejos, con las manos metidas en los bolsillos, la piel blanca de las mejillas rozada y una sonrisa que no había visto en mucho tiempo.

Carnada || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora