XIV

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ANIVERSARIO

— Te amo, te amo, te amo — le susurró al oído, los labios de Ohm se curvaron en una sonrisa mientras sus ojos seguían cerrados, Nanon estiró su mano para acariciar sus cabellos esparcidos por la almohada y le besó el lóbulo del oído — Felices seis años, mi amor — le dijo, Ohm abrió los ojos y giró la cabeza para verlo, Nanon estaba recostado a su lado con el torso desnudo y el cabello húmedo, abrió su sonrisa y giró su cuerpo en el acolchado para encararle.

— Feliz aniversario, mi vida — le murmuró, Nanon sonrió y dejó caer su cuerpo encima de él, Ohm soltó un quejido cuando el peso de Nanon se posó en su pecho y rodeó el cuerpo de su novio con los brazos — Te amo — le dijo, Nanon se acercó a su rostro y acunó con las manos sus mejillas, regalándose un beso suave en los labios.

Nanon se quedó recostado en su pecho un buen rato con los ojos cerrados, con las manos de Ohm recorriéndole la espalda y los brazos, disfrutando del calor que le irradiaba el pelinegro, disfrutando del tacto de sus severas manos, disfrutando de la sensación de estar en su lugar seguro, respirando la esencia y los rastros de perfume de la persona que más le había amado, deseando poder quedarse así para siempre, deseando poder detener el tiempo y estar con él de esa forma hasta que se cansaran, hasta que olvidara por completo la mierda que sucedía en las calles, la mierda que sucedía en el trabajo, quería quedarse abrazado a Ohm hasta que todo volviera a estar bien.

Nanon salió de su ensimismamiento cuando el estómago de Ohm comenzó a hacer ruido, abrió los ojos y miró el rostro del pelinegro, que le veía con diversión.

— ¿Hacemos de desayunar? — preguntó con tono de flojera, Ohm le miró y negó con la cabeza.

— Te quiero desayunar a ti — le dijo, Nanon sonrió y después frunció el ceño.

— Quiero prepararte algo rico para celebrar, Ohm — murmuró, acomodándose en su pecho para verle mejor — Aprovecha que tengo el día libre — le dijo con una sonrisa floja, el pelinegro entonces frunció el ceño.

— ¿Para qué celebramos? — preguntó, Nanon alzó las cejas — Son seis años, ¿en serio hay que festejar? — soltó, Nanon entrecerró los ojos.

—Si, tenemos que festejar — le dijo, con falso tono de ofensa, sacándole una sonrisa — Tienes que festejar el día en que me apiadé de ti y te dije que si quería ser tu novio para que dejaras de rogarme — espetó, Ohm soltó una risotada y le miró divertido, Nanon comenzó también a reír.

— No te rogué tanto — le dijo cuando dejó de reír, Nanon soltó una carcajada que hizo que Ohm cerrara los ojos casi con dolor, sin borrar su sonrisa.

— Me rogaste casi un año — soltó Nanon con expresión arrogante, Ohm rió de nuevo y negó con la cabeza, que descansaba sobre la almohada, Nanon se incorporó encima de Ohm — Y fui muy amable cuando te dije que si — murmuró, acercándose a su rostro, Ohm apretó a Nanon contra sí y lo envolvió por completo entre sus brazos — Así que ahora me vas a dejar hacerte el desayuno — susurró, Ohm negó suavemente con la cabeza y estiró su cuello para alcanzar los labios de Nanon, arrebatándole un beso.

— Mejor déjame hacerte el amor — le susurró entre besos, girando en la cama para quedar encima de él, Nanon soltó un grito bajo por la acción y sonrió, abriendo las piernas para que Ohm encajara entre ellas, besándole con vehemencia, casi con hambre.

— ¿Qué me vas a hacer? — murmuró cuando Ohm quitó los besos de su boca y los puso en su cuello, el pelinegro lamió la piel de la intersección de su mandíbula y su oído, sacándole un gemido. Ohm no contestó su pregunta, pero no hizo falta que lo hiciera con palabras, pues después de disfrutar de su cuello bajó su rostro al torso desnudo y comenzó a saborear la piel de su pecho, haciéndole sonreír de placer y por las cosquillas que le generaba.

Carnada || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora