XV

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CARNADA

Parte 1

Nanon dio un giro para entrar al estacionamiento de la comisaría y tuvo que parar en seco; había tal vez el triple de periodistas y reporteros que la última vez, todos atentos a la puerta del estacionamiento de la comisaría y otros más en la puerta del edificio, todos pareciendo esperar algo, Nanon se sintió extrañado, nunca en su carrera policíaca había visto tanta gente junta afuera del edificio en el que trabajaba.

No pudo entrar al estacionamiento así que maniobró para poder estacionarse en una calle cercana, lejos de las camionetas de los reporteros, que obstruían casi todo el paso.

Caminó hacia la entrada tratando de pasar desapercibido, lo logró, entrando al edificio con cuidado, llamando la atención de pocas personas, escuchando entre los murmullos de la pequeña multitud frases tiradas al aire que mencionaban una decimoquinta víctima, quince asesinados, quince cadáveres.

Nanon sentía que todo se salía de control, y pensó que, si eso era lo que él sentía sin estar dentro de la investigación, no quería ni imaginarse como se sentirían la comandante Rin, Chimon y los demás oficiales.

Entró al vestíbulo y mientras se dirigía a los ascensores vio a la comandante Rin recargada en el mostrador de la recepción, platicando con Yen y cerca de ella se encontraban Chimon, Yun y su otra compañera de investigación, que Nanon no conocía.

Nanon apretó el botón de la pared para que las puertas del elevador se abrieran.

— ¡Nanon! — escuchó a su espalda, volteó y miró a Chimon acercándose a él con paso apresurado.

— Buenos días — saludó, Chimon no contestó el saludo y le tomó del brazo para alejarlo del elevador — ¿Qué haces? — preguntó.

— Ven, por favor — le dijo, Nanon se sintió confundido, pero le siguió, Chimon le guió al pasillo que dirigía a los baños, cerca del mostrador de recepción — Perdón por jalarte pero quería hablar contigo y no quiero que nos vea la prensa — explicó, Nanon frunció el ceño.

— ¿Pasó algo? — preguntó Nanon en un murmullo, mirando hacia el final del pasillo para asegurarse de que nadie los viera u oyera y después viendo a su amigo — Escuché que ya van quince muertos — le dijo, Chimon asintió, Nanon miró a la pared detrás de Chimon con incertidumbre.

— Estamos desesperados, Non — le dijo Chimon, también en un murmullo — ¿Sabes por qué hay tanto reportero? — retorico Chimon, Nanon se quedó callado — Porque quieren saber qué pasa, y nosotros no sabemos mucho — explicó, pasándose una mano por el cabello, Nanon notó las ojeras bajo los ojos de su amigo, el semblante cansado, la mirada preocupada y se sintió mal por él, quería ayudarle y no sabía cómo — Esto es demasiado, puedo notar cómo es demasiada carga para todos — le dijo, Nanon subió su mano para tomarlo del hombro y tratar de consolarle, Chimon miró a su jefa y se refregó el rostro con las manos — Rin está viendo si hablar o no con la prensa, la presión social es enorme, Nanon, todos quieren saber qué pasa — le dijo, mirándole, Nanon apretó el agarre de su hombro —y con gran razón, tienen miedo–

—¿Y qué le dirá Rivera a la prensa? — preguntó Nanon, Chimon se encogió los hombros —no puede decir que no saben nada, ¿o sí? — le dijo, su amigo negó con la cabeza, soltando el aire de sus pulmones e inhalando profundo.

— Mi papá está enojado — soltó Chimon después de un momento de silencio, Nanon frunció el ceño — Dice que Rin no sabe manejar esta clase de casos — le dijo.

— ¿Y si le pides ayuda? — preguntó Nanon, tratando que lo que había escuchado de la boca del comandante Poom la última vez que le vio no resonara tan fuerte en su cabeza, Chimon negó lento con la cabeza.

Carnada || OhmNanonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora