Intercambio De Amor ➳ °°Kookmin

♧ CAPITULO 33

Habían pasado aproximadamente tres horas desde que Jihyung logró reponerse sobre la cama con ayuda de otras enfermeras, desde hace un par de días que había despertado del coma, aún no había podido hacer nada por su cuenta. Debido a que pasó tanto tiempo inconsciente incluso para caminar era débil, aún no podía creer que habían pasado cuatro meses desde entonces y su madre aun no le mencionaba nada respecto a lo sucedido.

Las enfermeras y chicas de servicio abandonaron la habitación por petición de Sonwoo, el único presente era Taemin. Jihyung miró a su madre confundido, debido a su extraña expresión y la postura distante que está y Taemin conservaban, no entendía más de lo que podía suponer, pero sabía que lo que se vendría a continuación no sería sencillo.

— ¿Qué ocurre madre? ¿Es sobre mi salud? —cuestiono, siendo el primero en acabar con el incómodo silencio.

—No, estas realmente bien, tu recuperación es rápida —musitó la mujer, acercándose a su hijo con la bandeja de aperitivos en las manos—. Come un poco primero, luego hablaremos.

— ¿De qué se trata, Tae? —volvió a preguntar, esta vez dirigiéndose hacia el abogado, quien se mantenía con la mirada perdida en un punto de la ventana de la habitación.

—Taemin hablará contigo si te alimentas primero —aseguró su madre.

Jihyung ya un poco estresado con la actitud de sus dos individuos más cercanos, tambaleo la bandeja de comida con fuerza en el suelo de la habitación, su mirada era más dura y mucho más exigente que antes logrando llamar la completa atención de Taemin, el gemelo aprovecho para volver a hablar:

— ¿Creen que soy un niño? Dime de una puta vez de qué se trata, no me hagas perder la paciencia —ordenó.

El abogado Lee suspiro pesadamente y dio un par de pasos más para acercarse a la cama del presidente Park, aclaró su garganta con afán de llenarse de suficiente valentía para soltar lo que estaba a nada de soltar. Sabía de antemano la forma en la se Jihyung reaccionaria y Sonwoo igual, por lo que habían esperado unos días hasta poder decírselo.

—Tuvimos un accidente automovilístico hace cuatro meses que no fue en absoluto un accidente —el pelinegro rodó los ojos a sabiendas de esa historia, Taemin continuó—. Lamentablemente recibiste un fuerte golpe y no pudiste despertar después de la cirugía, pero yo y tu madre estábamos aquí así que ideamos un plan para averiguar quién era el responsable de todo.

— ¿Lo que intentas decir es que ya sabes quién es el desgraciado que quiso matarme? —cuestiono con recelo y Taemin negó lentamente.

— ¿Recuerda que le dije que su hermano había vuelto al país? —el cuerpo debilitado de Jihyung se tensó por completo—. Decidí que usted no podría abandonar el puesto, así que convencí a Jimin de que tomara su lugar en la empresa.

Una risilla agria deslizó de sus labios, sus ojos café se habían tornado incluso más oscuros y menos expresivos que hace un momento, no había que ser adivino para darse cuenta de lo enojado que estaba y a las personas a su alrededor solo les tocaba guardar silencio hasta que la bomba de tiempo explotara por completo.

La personalidad de Jihyung era todo lo contrario a la de su hermano menor.

Jihyung era impulsivo y prepotente, se había vuelto cada vez más amargado al pasar de los años y eso sus más allegados lo sabían. Taemin más que nadie, pero aún seguía amándolo y estando para él como un perrito faldero porque lo entendía, sabía todo lo que Jihyung tuvo que superar y lo mucho que se sintió lastimado cuando su gemelo, la persona en la que más confiaba, se fue sin despedirse.

— ¿Qué hicieron qué? —Su voz era extrañamente baja y ronca.

—Fue una medida desesperada y funcionó por completo, pero...