♧ CAPITULO 36

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Jimin respiraba fuerte y sus manos se mantenían empuñadas a cada lado de sus piernas, su mirada estaba perdida en la vieja construcción del lugar al que lo habían citado y su corazón latía fuertemente con mucha ansia. Tenía más miedo de lo que su madre le ocultaba de lo que Lee Jonghan podría hacerle, la realidad era que no la conocía realmente ni a ella y mucho menos a su padre. No estaba seguro de que Jihyung fuese consciente de las cosas que para Jimin había sido una sorpresa, pero se imaginaba la expresión en su rostro cuando se enterara.

El rubio miró al chico tras de él, quien se mantenía atento y callado con las manos en los bolsillos de su pantalón. Alerta de cualquier peligro por el cual debía proteger a Jimin, todo hasta que Jooheon y sus hombres aparecieran.

—Voy a entrar —musito el gemelo—. Debes quedarte aquí por si los demás llegan.

—Puede ser peligroso, déjame acompañarte —dio un par de pasos hacia Jimin, pero este se volvió completamente hacia él.

—No lo será, estaré bien y necesito que tú te quedes... por favor.

—Jimin esto es... —suspiro antes de acercarse más al joven de cabello blondo, colocó sus manos con delicadeza sobre los hombros de este y lo miró directamente a los ojos—. Debes prometerme que sabrás manejarlo, si crees que no es así entonces iré contigo.

—Quiero saber qué es lo que quiere y quiero saber quién es realmente mi madre —se sinceró—. Eso no pasará si estás ahí conmigo, no tienes que preocuparte estaré bien.

—Bien —asintió confiando en él—. Haz lo que sea necesario.

Jimin se acercó a Jungkook para darle un casto beso en la mejilla, antes de girarse sobre sus pies y caminar con decisión hacia el almacén.

Sin duda su cuerpo estaba reaccionando al nerviosismo, sus manos sudaban y temblaban y sus ojos y oídos se mantenían bastante alertas a su alrededor. El lugar parecía haber estado abandonado por mucho tiempo y apenas podía entrar la luz de la luna desde el techo roto y desgastado. El olor a humedad y óxido era bastante fuerte, golpeaba en su nariz mientras más se adentraba en aquel lugar; al principio no se sentía seguro de a dónde dirigirse, hasta que escucho unas voces.

Siguió caminando derecho siguiendo el sonido de aquellas voces, hasta divisar de lejos a varios hombres con trajes negros, había un pequeño bombillo colgando desde arriba que le daba iluminación solo a esa área en medio del almacén. No reconoció a Jonghan por ningún lado, pero su estómago se apretó al ver a su madre sentada en una silla en medio de esas personas.

— ¿Me querías aquí? Aquí estoy ¡Suéltala ahora! —su voz resonó como un eco llamando la atención de los presentes que se pusieron alerta.

La mayoría sacó sus armas del ardes en sus caderas y apuntaron directamente al menor de los gemelos, mientras otro par traía bates de béisbol. Jimin no se inmuto, no estaba asustado por ser apuntado y tampoco se imaginaba que por acercarse lo asesinarían, por lo que siguió caminando hacia el centro hasta que la luz del único objeto de iluminación en ese lugar llegó a su rostro.

Observo los rostros de los hombres con bastante detenimiento una por una, pero no veía a la persona que realmente esperaba ver allí. Miró a su mamá quien se veía evidentemente asustada, esta lo miraba como si quisiera decirle que volviera, pero único impulso que Jimin tuvo fue correr hacia ella para desatarla.

No obstante, en el momento en que dio otro paso, la voz de Lee Jonghan lo detuvo y un objeto frío se posicionó sobre su sien.

—Es bueno verte de nuevo, has cambiado un poco desde la última vez que nos vimos —el hombre robusto rodeo a Jimin para quedar frente a él.

Intercambio De Amor ➳ °°KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora