♧ CAPITULO 01

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El tacón de sus mocasines negros resonaban por el blanco suelo de mármol mientras caminaba, acompañados del sonido de los pasos de sus acompañantes, quienes lo seguían muy de cerca mientras no paraban de parlotear sobre cosas que poca importancia le generaban.

Se detuvo frente a una puerta giratoria y miro a través del cristal antes de poder entrar, Jungkook, quien pudo entrar junto a él, a diferencia del resto de personas, aprovecho para hablar.

—Tengo el esquema del nuevo proyecto de Park's Corporation y su horario de reuniones para hoy —se inclina un poco para entregarle una carpeta amarilla, Jihyung la tomo desinteresado y ojeo solo por encima.

—Bien ¿Y Taemin? —pregunto, devolviéndole la carpeta a Jungkook.

—Estoy acá —respondió el chico anteriormente nombrado, cuando llego al lado del presidente.

— ¿Hablaste con el señor Gong? ¿Qué has sabido de mi madre?

—No me dijo nada con absoluta relevancia, solo que salió esta mañana y volvió tres horas después. Dijo que paseo un rato por el mercado y se perdió —Jihyung se detuvo repentinamente, haciendo que Jungkook y Taemin lo hicieran de igual forma.

Volteo sin previo aviso hacia el chico Lee, causando que este quedara muy cerca de su rostro y prestara especial atención a los labios abultados de su presidente. Jungkook quien observo la escena un poco incómoda, decidió retroceder un paso.

A pesar de ser el, el asistente de Jihyung. Taemin se hacía cargo de la mayoría de temas personales del presidente.

Y no era un secreto para nadie, que este tuviese un gusto particular por el joven Park. Tampoco era para menos, no estuvo en la potada de la revista Relevance, como uno de los empresarios más ricos, jóvenes y atractivos del país por nada; casi toda la población coreana lo consideraba un adonis inigualable e inconfundible.

—Envía a las amas de llave a que hagan las compras, que compren todo lo que puedan y lo que haga falta. Mama no tiene necesidad de salir de la mansión —ordeno a Taemin y siguió su camino.

Lee asintió y dejando escapar un suspiro se retiró, Jungkook parpadeo un poco y siguió los pasos de Jihyung. Los empleados que circulaban por las instalaciones de la empresa, se detenían a un lado parta darle paso al joven jefe mientras se inclinaban cordialmente en una reverencia.

Todo era tan robotizado y pulcro que no era de sorprenderse, Jihyung era severo y organizado, cualquiera que no se acoplara a sus reglas terminaba perdiendo su trabajo.

Quien diría que un chico de baja estatura, mejillas regordetas y labios abultados, tuviese ese temperamento.

Una mujer quien iba caminando apresuradamente por los pasillos para poder llegar al lado de sus compañeros y reverenciarse, perdió el equilibrio sobre sus tacones y resbalo, dejando que el café procesado en sus manos cayera y ensuciara aquel pulcro suelo.

Jungkook llevo una mano al puente de su nariz bajando la mirada, sabiendo de antemano lo que sucedería.

—Lo...Lo lamento mucho presidente Park, no era mi intención causarle un inconveniente. Lo limpiare todo de inmediato —farfullo, inclinándose en reverencia repetidas veces.

— ¿Cuál es tu nombre? —inquirió.

—Yoo... Yoo Haeri —tartamudeo un poco, mientras los dedos de sus manos jugueteaban nerviosos.

—Eres muy hermosa, Yoo Haeri —todos guardaron silencio, incluyendo a Jungkook, que procesaba lo dicho.

— ¿Eh? Gracias señor —musito.

Intercambio De Amor ➳ °°KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora